Un mayor pluralismo de los medios y las voces en el discurso público es un aspecto crucial de la calidad de una democracia. Pero, ¿qué es exactamente el pluralismo en el contexto latinoamericano? ¿Solo tiene una gran oferta de medios de comunicación? Estas son algunas de las preguntas que 21 investigadores, en su mayoría latinoamericanos, abordan en una colección de artículos, el libro recientemente publicado “Media and Governance in Latin America: Toward a Plurality of Voices” [Medios y gobernanza en América Latina: hacia una pluralidad de voces]. En la publicación, los investigadores advierten sobre la falta de diversidad mediática en la región y cómo eso afecta el proceso de democratización.
“Los autores trabajamos temas distintos, pero el concepto que recorre todos los capítulos es la pluralidad o pluralismo, sea mediático o de forma más amplia, como pluralidad de voces. Y la relación entre pluralismo mediático, democracia y justicia social. De alguna forma, lo que nos preguntamos es en qué medida los medios de comunicación promueven o restringen la pluralidad en la región”, explicó la coordinadora y una de las editoras del libro, Ximena Orchard, a LatAm Journalism Review (LJR).
El libro, en inglés, nació de una conferencia de la Asociación Internacional de Comunicación y fue lanzado en un evento virtual el 26 de enero. Después de una introducción y una parte teórica, la publicación - que se puede comprar en forma impresa o libro electrónico - presenta un caso de estudios y análisis comparativos entre países como Argentina, Brasil, Venezuela, Cuba y Chile.
Según Orchard, quien es la directora del departamento de periodismo de la Universidad Alberto Hurtado en Chile, la mayoría de los investigadores tienen una visión crítica del papel de los medios, especialmente los tradicionales, en la diversidad de voces de la región.
“En el capítulo que yo trabajo, un poco problematizo cómo en Chile la prensa, sobretodo la que es más relevante políticamente, está muy capturada por la élite y no tiene mucha conexión con la ciudadanía en un sentido más amplio. La postura común [entre los autores] es más crítica respecto de las posibilidades sobre todo de los medios tradicionales, de los legacy media”, afirmó.
En la introducción al libro, los investigadores hablan sobre el surgimiento de una prensa liberal y de orientación comercial, luego del fin de los regímenes dictatoriales en la región, en las décadas de 1970 y 1980. Y cómo este modelo no siempre conduce a un pluralismo real de medios o voces, lo que acabaría perjudicando el proceso de democratización en América Latina.
“En algunos contextos nacionales, como es en Chile, es una prensa que se presenta como distante de la política, independiente, profesional, pero efectivamente es una prensa [...] que tiene relaciones demasiado cercanas al poder político o económico. Es una prensa de apariencia libera,l pero efectivamente tiene ciertas limitaciones. Es necesario preguntarse cuáles son los grupos que no tienen mucha representación en esa prensa más tradicional, creo que las ausencias a veces son más decidoras que quienes sí están”, dijo Orchard.
Ella explicó que el concepto de pluralismo no se refiere a la cantidad de información ni de medios.
“Hoy en día hay tanta oferta, tanta abundancia informativa que uno podría decir que no tiene sentido preguntarse sobre el pluralismo. Pero nosotros planteamos que sí tiene sentido, porque el pluralismo no se refiere solamente a la cantidad, sino a la diversidad de la oferta y qué tan inclusivos son esos espacios”, afirmó. Es decir, tendría más que ver con la distribución del poder y las oportunidades para “aparecer en el espacio público”, algo muy relacionado con las desigualdades, una característica de América Latina.
Este es, ciertamente, uno de los temas más importantes del libro: cómo las desigualdades afectan la participación y el acceso de diferentes grupos sociales al espacio público y, en última instancia, limitan la democracia.
Según Orchard, las desigualdades en la comunicación no siempre son objeto de preocupación y estudio fuera del periodismo, algo que el libro busca cambiar. En otras palabras, el objetivo es ampliar la audiencia, atrayendo investigadores de las ciencias sociales y políticas, por ejemplo, a esta discusión.
“Parte del objetivo de este trabajo es enfatizar que los problemas de la comunicación y pluralismo de los medios deberían ser abordados más interdisciplinariamente”, dijo la profesora.
Si, por un lado, los artículos destacan la falta de pluralismo, también muestran casos de grupos marginados o subrepresentados en los medios que encuentran formas de sortear esta invisibilidad, con la creación de espacios y medios alternativos.
Uno de los capítulos también aborda el tema de las políticas de medios y la regulación estatal como formas de promover el pluralismo. El texto, de la investigadora María Soledad Segura, de la Universidad Nacional de Córdoba en Argentina, trabaja con el concepto de comunicación como derecho, vinculado a la perspectiva de los derechos humanos.
“La perspectiva más clásica y liberal, con la cual usualmente se trabaja, es con el concepto de la libertad de expresión, que se entiende sobre todo como medidas de protección de los individuos frente al Estado. Cuando trabajamos con el concepto de derecho a la comunicación, nos preguntamos también cuáles son las acciones, como sociedad, que deberíamos tomar para velar por efectivamente tener espacios más plurales e inclusivos”, explicó Orchard.
En este esfuerzo por buscar nuevos marcos teóricos, los investigadores proponen un enfoque en una perspectiva latinoamericana para la relación entre periodismo, pluralismo de medios y democracia. Dos capítulos abordan la necesidad de adoptar un punto de vista “descolonial”, lo que significa abandonar el hábito de tomar el “periodismo occidental” como norma estándar y diversificar el pensamiento académico sobre la comunicación.
“El mundo ha cambiado mucho y se cuestiona el lugar de los países angloparlantes como faros en la agenda académica. [...] Otros países, otras regiones del mundo, necesitan asumir un papel más protagonista en la producción de teorías. Y creo que eso es lo que hace este libro, es una contribución relevante”, dijo uno de los autores del libro, Afonso de Alburquerque, de la Universidade Federal Fluminense de Brasil, en el evento de lanzamiento virtual.
Magdalena Saldaña, profesora de periodismo de la Pontificia Universidad Católica de Chile, quien también escribió uno de los capítulos del libro, destacó la importancia de hacer que el entorno académico sea menos exclusivo. En el evento de lanzamiento dijo que la investigación latinoamericana en periodismo y comunicación está subrepresentada en revistas académicas de alto impacto, no solo en la cantidad de artículos sobre la región, sino también por autores de estas nacionalidades. Citó uno de los capítulos del libro, escrito por los investigadores Florencia Enghel y Martín Becerra, quienes analizaron la revista Communication Theory.
“En 25 años solo se publicaron 8 artículos [que hablaran de Latinoamérica]. Pensemos que es una revista que tiene varios números al año, por 25 años, y hay 8 artículos. Eso ya es una evidencia de la subrepresentación”, dijo.
Ella explicó que, especialmente por estar en inglés, el libro “Media and Governance in Latin America: Toward a Plurality of Voices”, es una contribución importante para difundir la producción académica de los autores latinoamericanos y sobre la región.
En una entrevista con LJR, Saldaña dijo que espera que la publicación se vuelva una fuente de información sobre el tema entre académicos.
“Es importante visibilizar los procesos democráticos que han existido en la región en las últimas décadas, porque esos procesos están permeados por otras dinámicas: el poder que tienen los medios de comunicación, la libertad de prensa, el pluralismo, los modos de producción. Y a mi conocimiento no existía un libro que cubriera estos temas, sobre todo considerando distintos países latinoamericanos, no solamente uno o dos. Es muy variado en este sentido”.