El asesinato de la periodista Flor Alba Núñez Vargas, de 25 años, en el suroeste de Colombia el pasado 10 de septiembre, despertó el rechazo de la comunidad nacional e internacional, mientras se investigan las posibles causas del crimen. Ella había reportado en Facebook amenazas e intimidaciones.
La Policía informó que alrededor del mediodía, Núñez Vargas caminaba hacia la estación de radio La Preferida, ubicada en la ciudad de Pitalito, departamento del Huila, cuando alguien que la seguía le disparó en la cabeza y luego huyó en una motocicleta, según el diario El Tiempo.
Aunque Núñez Vargas fue llevada al hospital, murió en la clínica debido a la gravedad de sus heridas.
La Policía dijo que no podía precisar el motivo del asesinato. Asimismo, las autoridades señalaron que Núñez Vargas no había reportado ninguna amenaza en su contra, publicó el diario La Nación.
No obstante, la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP) se refirió a tres posibles hipótesis. La primera relacionada con una publicación reciente que Núñez Vargas había hecho en su cuenta personal de Facebook de unas “fotografías de una banda delincuencial que realizó un atraco en inmediaciones de la Alcaldía de Pitalito”, dijo la FLIP.
La segunda hipótesis tiene que ver con la cobertura del proceso electoral que tendrá lugar el próximo octubre, y la tercera, las amenazas e intimidaciones que había recibido tras la publicación de entrevistas con personas implicadas en la muerte de un perro en el mes de agosto.
La FLIP anunció que una misión se desplazará hasta Pitalito para obtener más información sobre el caso, e hizo un llamado a la Fiscalía General para actuar diligentemente.
Por su parte, la Federación Colombiana de Periodistas (Fecolper) también rechazó el asesinato y exhortó a las autoridades a esclarecerlo. La organización publicó un comentario que Núñez Vargas había escrito en su perfil de Facebook luego de recibir las amenazas.
“Rechazamos los señalamientos y amenazas que a través de las redes sociales hemos recibido por publicar la entrevista que los implicados en el caso […] aclaramos que ‘no estamos ni a favor ni en contra de nadie’ simplemente dimos a conocer la versión que ellos nos dieron […]”, escribió la periodista según Fecolper. Al final de éste, agradecía por la comprensión y exigía respeto para ella y sus compañeros de trabajo.
La organización Reporteros Sin Fronteras (RSF) expresó su rechazo por el homicidio, pero hizo especial énfasis en las amenazas que pudo haber recibido la periodista.
“Las amenazas a periodistas en Internet y en las redes sociales no son tomadas en serio por las autoridades, pese a que estas son cotidianas y pueden conducir a este tipo de dramas”, dijo Emmanuel Colombié, responsable del Despacho Américas de RSF. “RSF lamenta que no se contemple ninguna sanción y que no se cuente con medidas preventivas para proteger a los periodistas amenazados en la Web”.
Por el momento, la Policía ofreció una recompensa a cualquier persona que pueda proporcionar información sobre la persona que llevó a cabo el asesinato, según La Nación.
Además de su trabajo en La Preferida, Núñez Vargas también trabajó para varias estaciones de televisión y periódicos, entre ellos Canal 6, Nación TV y el diario La Nación. Reportes la describen como una periodista reconocida en el Huila.
Acompañando una foto de Núñez Vargas en su página de Facebook, La Preferida escribió “lamentamos profundamente el asesinato de nuestra periodista, ojalá que esto no se quede como un hecho más en la impunidad”.
Por su parte, el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ por sus siglas en inglés) instó a las autoridades a “investigar a fondo el crimen, así como las amenazas que había recibido por sus reportajes”. Carlos Lauría, coordinador senior del programa para las Américas del CPJ dijo “exhortamos al presidente Juan Manuel Santos a cumplir su promesa de revertir el terrible historial de impunidad de Colombia enjuiciando a los autores de este crimen”.
Núñez Vargas es el tercer periodista asesinado en Colombia este año, aunque el CPJ, que monitorea la violencia contra periodistas, no ha confirmado si los motivos están relacionados directamente con su ejercicio periodístico.
Luis Carlos Peralta Cuéllar, director y propietario de la emisora Linda Estéreo, fue asesinado el 14 de febrero en Doncello, departamento de Caquetá. Édgar Quintero, periodista de Radio Luna, fue baleado por un desconocido el 2 de marzo en Palmira, departamento del Valle del Cauca.
El CPJ reporta que 46 periodistas han sido asesinados en Colombia desde 1992. El país ocupa el octavo lugar en el Índice Global de Impunidad 2014 de la organización sobre asesinatos de periodistas.
Nota del editor: Esta historia fue publicada originalmente en el blog Periodismo en las Américas del Centro Knight, el predecesor de LatAm Journalism Review.