Por Diego Cruz
Más de la mitad de los periodistas en Bolivia dicen haber sufrido censura o auto-censura durante su vida profesional, de acuerdo a una presentación por la investigadora Virginie Poyetton el 16 de abril de su libro “Censura y autocensura periodística en Bolivia. Una perspectiva desde la profesión misma”, reportó el diario Opinión.
Según la investigación de Poyetton, 54 por ciento de los periodistas consultados admitieron haber sido censurados durante el ejercicio de su profesión mientras que 59 por ciento admitió a la autocensura. Ochenta y tres por ciento dijeron tener conocimiento de colegas que fueron censurados, algo que podría indicar un número real más grande de censuras, dijo la investigadora en una nota sobre el estudio.
“La plena libertad de prensa es uno de los requisitos más importantes para la existencia de una democracia plural”, dijo Poyetton. “Por eso, lo que se juega con la (auto)censura es la propia libertad de expresión e información de la ciudadanía”.
Las dos mayores fuentes de censura de los medios en Bolivia fueron las autoridades nacionales, departamentales y locales de gobierno al igual que los anunciantes públicos y privados. Un 28 por ciento de los temas censurados generaban conflictos con el gobierno y 26 por ciento impactaban los intereses de anunciantes. También un 26 por ciento de los temas limitados fueron aquellos que exponían al periodista a demandas.
De los periodistas que admitieron haber elegido no publicar notas, la mayoría (61 por ciento) dijeron que fue por razones de ética periodística y trataban con temas de niños y adolescentes, moral pública, y actos violentos. Su opinión sobre los temas que sus colegas no publican es algo diferente, con 24 por ciento de los temas afectando a anunciantes, 17 por ciento generando conflictos con el gobierno y otro 17 por ciento relacionados a la corrupción.
Poyetton dijo que esta discrepancia indica una dificultad en detectar la existencia de la autocensura en uno mismo, pero que los resultados indicaban fuentes similares a las de la censura externa.
Según la investigadora los altos niveles de censura y autocensura se debían en parte a la falta de formación ética y periodística en comunicadores, a las precariedad laboral y al miedo de perder el trabajo.
Además, 85 por ciento de los periodistas entrevistados por Poyetton se quejó de la dificultad de obtener acceso a fuentes públicas, especialmente a la policía (62 por ciento) y las fuerzas armadas (61 por ciento).
En su presentación la investigadora enfatizó que solucionar el problema de la censura y autocensura es una “responsabilidad compartida”, según el periódico Los Tiempos. Para combatirlas se necesitan mejores condiciones laborales, capacitación continua de periodistas, financiamiento que garantice libertad editorial y una apropiación del derecho a la información y comunicación por parte de la población boliviana.
“No hay una manera única de enfrentarlas y sería ilusorio pensar que un solo actor, sea político o económico, tenga la responsabilidad de la problemática tanto como que una sola acción pueda hacer que desaparezca la (auto)censura”, Poyetton dijo.
Poyetton es investigadora de la ONG Comundo de la Fundación UNIR Bolivia y su libro se basó en una investigación con la fundación en la que se llevaron a cabo encuestas anónimas con 54 periodistas de las ciudades de Santa Cruz, Cochabamba y La Paz.
Nota del editor: Esta historia fue publicada originalmente en el blog Periodismo en las Américas del Centro Knight, el predecesor de LatAm Journalism Review.