Cuatro iniciativas periodísticas con un enfoque editorial en la periferia y favelas de Brasil lanzaron el martes 24 de agosto una solución para distribuir y monetizar sus noticias. La plataforma Território da Notícias (TN) tiene 25 pantallas instaladas en establecimientos comerciales en las afueras y favelas de la ciudad de São Paulo. Además de mostrar noticias, las pantallas también muestran anuncios.
“Cada pantalla significa un alcance de público que las redes sociales no permiten y también la generación de ingresos que monetizarán a la audiencia. No se trata solo de mostrar el contenido, sino de transformar esta estrategia en generación de ingresos”, dijo a LatAm Journalism Review (LJR) Ronaldo Matos, gerente comercial de TN, periodista y cofundador del sitio de noticias Desenrola e Não Me Enrola.
Además de Desenrola, TN también cuenta con los colectivos periodísticos Alma Preta, Embarque No Direito y Periferia em Movimento. Se puede acceder al contenido de cada uno de los mostrados en las pantallas mediante un código QR.
“Tenemos un debate muy fuerte sobre los desiertos de las noticias, pero a menudo las noticias que producimos no llegan a quienes las necesitan porque tienen un cuello de botella en la distribución”, dijo Simone Freire, gerente de marketing de TN, a LJR.
La comparación de las dificultades que enfrenta el periodismo local en las periferias y favelas con los desiertos informativos es pertinente. Según la última edición de Atlas da Notícia, el 17,9% de los municipios brasileños no tiene ningún medio periodístico en funcionamiento. En general, son municipios pequeños, con una población media de 7.100 habitantes.
Aunque la periferia y favelas de las grandes ciudades no se consideran desiertos de noticias, ya que generalmente son parte de ciudades más grandes donde hay medios de comunicación, estas poblaciones tienen necesidades específicas de información. Incluso cuando hay medios locales que producen contenido, la distribución es una barrera adicional.
Una encuesta del Foro de Comunicación y Territorios identificó 97 iniciativas de periodismo local activas en 2019 en la ciudad de São Paulo, la más grande de Brasil con 12 millones de habitantes. TN estima que sus 25 pantallas de inicio llegarán a entre 500.000 y 800.000 personas al mes.
La inspiración de TN proviene de las pantallas publicitarias que existen en los ascensores de los edificios corporativos, en las paradas de autobús y en las estaciones de tren y metro. Muchos de ellos, además de anuncios, también cuentan con titulares de noticias como una forma de atraer la atención de los transeúntes.
“Mapeamos los establecimientos comerciales asociados pensando en la audiencia. Necesitaban tener un gran flujo de clientes y nosotros nos sumamos a la gran producción periodística que ya viene de estos colectivos”, explicó Freire.
TN surgió de un proyecto seleccionado por el Desafío de Innovación de la Google News Initiative en América Latina en 2019. Con el dinero, el equipo desarrolló su propia solución tecnológica que interconecta las pantallas con el sistema de publicación de noticias y publicidad. Lo mantiene un equipo de 20 personas, entre periodistas y técnicos, con el apoyo de los equipos de ventas, finanzas y marketing.
“Uno de nuestros mayores desafíos es conseguir inversores para nuestra operación. Tenemos nuestra propia tecnología, nuestro propio equipo. Además, el plan y método de venta de anuncios es nuestro. El producto se adaptó a la desigualdad estructural del acceso a internet en Brasil, donde el teléfono celular es la principal herramienta de conexión”, dijo Matos.
Y serán necesarias inversiones, una vez consolidadas, para que TN amplíe su alcance en la ciudad de São Paulo, incluyendo nuevas iniciativas periodísticas. También está previsto ingresar a nuevas ciudades, como Río de Janeiro, que, como São Paulo, tiene un importante escenario de periodismo producido en las favelas.
“Cualquiera que se gradúe de la universidad en cinco años podrá crear un portal de periodismo en su vecindario con la red de gran alcance de TN”, predice Matos. “También podrá monetizar su contenido, como alternativa a las redes sociales, cumpliendo principios éticos y editoriales de calidad periodística”.
*Este artículo fue escrito originalmente en protugués y traducido por Silvia Higuera.