Jacinto Torres Hernández, periodista, fotógrafo y agente de bienes raíces residente en Texas, EE.UU., fue encontrado muerto con un impacto de bala en el pecho la tarde del lunes 13 de junio en el patio trasero de una casa en el condado texano de Garland, informó el diario La Estrella.
Su esposa y sus dos hijos, Gibrán y Aline Torres, sospechan que su muerte puede estar relacionada con su trabajo, según declararon en la conferencia de prensa a la que convocaron a los medios el 15 de junio.
El periodista de 57 años, conocido como ‘Jay’ Torres, oriundo de Monterrey, México, vivía en Dallas desde 1979. Por casi 20 años fue colaborador del diario La Estrella, la edición en español del diario de Fort Worth Star-Telegram.
Al parecer, Torres desapareció el viernes 10 de junio por la tarde, luego de inspeccionar una casa para su negocio inmobiliario. Su hija Aline Torres aseguró que no supo más de él luego de ese día, publicó el portal Noticieros Televisa.
En la conferencia de prensa organizada por los familiares de Torres, su hija Aline enfatizó que Torres estaba trabajando en historias relacionadas a tráfico de personas e inmigración ilegal. Así mismo, su hijo Gibrán contó que meses antes de su muerte, su padre estuvo buscando información para instalar un sistema de seguridad en su casa, informó el sitio noticioso Al Día Dallas.
“Recientemente su trabajo era más intenso, más riesgoso”, sostuvo la hija de Torres en la conferencia de prensa, según Al Día Dallas. De acuerdo con ese medio, ella también dijo que el trabajo de su padre estaba “levantando piedras que quizá había gente que no quería que fuesen levantadas”.
El director ejecutivo de La Estrella, Juan Antonio Ramos, dijo que días antes del presunto asesinato de Torres, él y Torres conversaron sobre la última historia que estaba investigando para el diario, pero que “en ningún momento” pensaron que existía algún riesgo.
“Exhortamos a las autoridades a investigar exhaustivamente el asesinato de Jay Torres, y si su trabajo periodístico fue el móvil de su muerte”, dijo Carlos Lauría, coordinador sénior del programa de las Américas del Comité para Protección a Periodistas (CPJ por sus siglas en inglés).
Según el medio Al Día Dallas, el hijo de Torres dijo que el socio de su padre en el negocio de bienes raíces fue quien encontró el cuerpo, y dio parte a la policía. Al parecer, Jay Torres tenía pensado comprar la casa para remodelarla y revenderla.
De acuerdo al reporte policial, cuando hallaron el cuerpo inerte de Jay Torres, este tenía varios días a la intemperie.
Luego de que el martes 14 de junio el examen legista a cargo de médicos del condado de Dallas dictaminara que la razón de su muerte fue por homicidio, la policía clasificó el caso como tal. No se encontró señales de que su muerte haya sido consecuencia de robo. Según las declaraciones de los hijos de Jay Torres en la mencionada conferencia de prensa, la policía sospecha que Torres conocía a su agresor.
Según el teniente de la policía de Garland, Pedro Barineau, Jay Torres era bien conocido dentro de la comunidad , por lo que creen que “alguien debe saber algo” sobre lo sucedido, publicó Star-Telegram.
De acuerdo con Star-Telegram, Torres escribía y fotografiaba para sus notas, cubriendo diversos temas de la comunidad hispana en Fort Worth, Dallas.
“Jay era una persona muy dedicada y cuidadosa, nos mantenía informados sobre su trabajo, por esta razón su homicidio es alarmante y preocupante”, declaró Ramos a La Estrella.
Una periodista y amiga cercana de Torres, Rebecca Aguilar, dijo a News 8 que Jay Torres no tenía enemigos, que creía en las enseñanzas budistas y en la no violencia.
Uno de los trabajos periodísticos de Torres, que además era miembro activo de la Asociación Nacional de Periodistas Hispanos (National Association of Hispanic Journalists) de Texas, ganó en 2011 el premio al mejor reportaje en español de la Texas Associated Press Managing Editors.
Otras dos organizaciones defensoras del derecho a la libertad de expresión y de prensa, la francesa sin fines de lucro Reporteros Sin Fronteras (RSF), la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), exigieron a las autoridades locales investigar “expeditamente” el asesinato de Jay Torres.
Según CPJ, desde 1992 que ellos tienen registro, menos de siete periodistas han sido asesinados en EE.UU. a causa del ejercicio de su profesión.
Nota del editor: Esta historia fue publicada originalmente en el blog Periodismo en las Américas del Centro Knight, el predecesor de LatAm Journalism Review.