Al menos ocho periódicos brasileños publicaron el martes 23 de febrero un reportaje publicitario en el que una oscura asociación de médicos defiende la adopción del llamado ‘tratamiento temprano’ de la COVID-19, cuyo beneficio no está científicamente probado. La decisión de las empresas periodísticas de abrir espacios, aunque publicitarios, para la difusión de información falsa sobre la pandemia generó críticas.
“Folha de S. Paulo y O Globo cometieron un gran error al aceptar un anuncio de tratamiento temprano en la sección principal. No se puede criticar a las redes sociales por difundir información errónea y luego hacer lo mismo en un medio con control editorial. A veces, los principios deben valer más que el dinero”, escribió en Twitter Pablo Ortellado, coordinador del laboratorio interdisciplinario Monitor do Debate Político no Meio Digital, de la Universidad de São Paulo (USP).
Además de Folha y Globo, los dos más grandes de Brasil, otros seis periódicos imprimieron el reportaje publicitario: Jornal do Commercio, Estado de Minas, Correio Braziliense, Correio, O Povo y Zero Hora. La organización que firma el anuncio es la Associação de Médicos pela Vida, cuyo sitio web no estuvo disponible durante todo el martes y parte del miércoles. Según Jornal do Commércio, “el texto fue firmado por 2.113 médicos” en Brasil.
Agência Lupa, que se especializa en verificación de datos, publicó un artículo en el que enumera las informaciones falsas contenidas en el anuncio: “El texto usa información falsa cuando cita la hidroxicloroquina, azitromicina, ivermectina y otros medicamentos como efectivos en pacientes con el nuevo coronavirus”, señaló el sitio de verificación. “Según los profesionales [médicos que firman el texto], habría evidencia científica que acredita los beneficios del uso de estos fármacos, pero no hay ningún estudio de metodología rigurosa que haya llegado a esa conclusión”.
La agencia verificadora también escribió un editorial en el que recuerda que publicó 46 verificaciones sobre la falta de eficacia comprobada de medicamentos como la cloroquina, hidroxicloroquina e ivermectina contra la COVID-19.
“Los periódicos son y seguirán siendo partes vitales en la lucha contra la desinformación, pero necesitan, así como las plataformas de redes sociales, rechazar los anuncios mentirosos incluso si van en contra de sus intereses financieros. La lucha contra las noticias falsas no puede ser solo un eslogan publicitario. (...) Las noticias falsas ya no deben tolerarse. Vengan de donde vengan”, dijo Lupa en el editorial.
La agencia de verificación Aos Fatos hizo un análisis de los sitios donde se publicaron los estudios citados en el reportaje publicitario y enumeró una serie de problemas, como estudios sin resultados y estimaciones inconsistentes. “Según los especialistas que analizaron el contenido de las páginas a pedido de Aos Fatos, falta aún mayor criterio en la selección del material recopilado por los sitios”, señaló el texto.
La editora en jefe de Portal Drauzio Varella, Mariana Varella, criticó la decisión de los periódicos de publicar los anuncios. El sitio que ella dirige se especializa en periodismo de salud, según dijo Varella, y no acepta propaganda de tratamientos médicos sin evidencia científica.
“Perdemos dinero: hay una enorme industria de tratamientos naturales dispuesta a invertir en portales de salud. […] Con todo el respeto, es necesario que los medios se comprometan a no difundir desinformación y entiendan la gravedad de la crisis sanitaria que estamos viviendo”, escribió Varella en Twitter.
En la newsletter del Observatório da Ética Jornalística (obJETHOS), de la Universidade Federal de Santa Catarina, los periodistas e investigadores Rogério Christofoletti y Dairan Paul escribieron una crítica ácida, en la cual comparan la publicación del anuncio con la información falsa con un antiguo programa de TV Brasileira llamado “Topa Tudo por Dinheiro”, en el que los participantes se sometían a situaciones inusitadas a cambio de recibir dinero como premio.
“Anoche [martes], Folha publicó un artículo sobre el anuncio en sí. Dijo todo, menos el motivo que la llevó a exhibir el reportaje publicitario ... De manera esquizofrénica, el diario incluso acudió a la ANJ [Asociación Nacional de Periódicos] para que sea la fuente del artículo y escuchar al propio departamento comercial. ¿Autocrítica? Ni la sombra”, dice el texto de obJETHOS.
En entrevista con LatAm Journalism Review (LJR), Christofoletti afirmó que el caso revela problemas en las empresas periodísticas, como la falta de diálogo aparente entre la redacción y el departamento comercial, y la falta de criterio para publicar anuncios, priorizando los asuntos financieros en detrimento del carácter informativo de la pieza.
“Combatir la desinformación parece que es solo un eslogan para algunos de esos diarios. Ellos no se preocupan hoy en explicar a sus lectores por qué tomaron esa decisión. Sumados, esos problemas tornan más aguda la crisis de credibilidad de los medios”, dijo Christofoletti a LJR.
Además de Folha, Globo y Jornal do Commercio también hicieron reportajes sobre el polémico anuncio que publicaron, pero no entraron en detalles sobre la decisión de aceptar el reportaje publicitario. La ANJ dijo a Congresso em Foco que no tienen una posición específica sobre el caso, pero afirmó que “defendemos, naturalmente, la libertad de expresión, que vale también para esa nota”.
El diario Zero Hora, el más grande del estado de Rio Grande do Sul, envió una nota al sitio Coletiva.net en la que se exime de cualquier responsabilidad por el contenido publicado.
“Respecto a la publicación realizada por la asociación Médicos pela Vida sobre el tratamiento temprano de la COVID-19, este martes (23), en Zero Hora, aclaramos que esta se ajusta a la modalidad a pedido, es decir, la publicación comercial de pago que se realiza en un diario bajo la responsabilidad de la entidad que firma el Reportaje Publicitario”.