Después de los asesinatos de dos comunicadores brasileños, dos periodistas investigativos salieron de Río de Janeiro y de São Paulo hacia las ciudades en el interior del país donde las muertes habían ocurrido. Allí, ellos ayudaron a revelar las redes de intereses e intrigas que pudieron haber motivado los dos crímenes. Investigaciones policiales sobre los dos casos motivaron acusaciones judiciales contra 17 personas, hoy presas y esperando juicio.
El programa Tim Lopes, de la Asociación Brasileña de Periodismo Investigativo (Abraji, por su acrónimo en portugués), anunció en enero los avances más recientes en los dos casos de asesinatos de comunicadores investigados por el proyecto hasta el momento: el de Jefferson Pureza, muerto el 17 de enero de 2018 en Edealina, estado Goiás; y el de Jairo de Sousa, muerto el 21 de junio de 2018 en Bragança, estado Pará.
En la actualización más reciente, el Ministerio Público (MP) de Pará denunció al concejal Cesar Monteiro Gonçalves, miembro del Partido de la República (PR), y otras 10 personas por su presunta implicación en el asesinato del periodista radial Jairo de Sousa.
La investigación policial concluyó que el concejal de la ciudad de Bragança encargó el asesinato del periodista a un grupo de sicarios por 30 mil Reales (cerca de US $8.100), informó Abraji. La policía sostiene que el motivo para cometer el crimen fueron las denuncias hechas por De Sousa en su programa de radio sobre el presunto desvío de fondos cometido por el concejal y su grupo político.
El periodista radial fue asesinado de dos tiros en la madrugada del 21 de junio de 2018 en Bragança mientras llegaba a radio Pérola, donde trabajaba, para presentar su programa matinal “Show da Pérola”. Según la investigación policial en que se basó la denuncia del MP, los disparos habrían sido hechos por Dione de Sousa Almeida, que sería miembro del grupo de sicarios contratado por el concejal Gonçalves.
Los dos están presos desde noviembre, así como José Roberto Costa de Sousa, conocido como ‘Calar’, quien sería el jefe del grupo de asesinos y la persona con quien el concejal contrató el asesinato del periodistas, según la investigación policial reportada por Abraji. El concejal Cesar Monteiro Gonçalves negó la implicación en el crimen en una entrevista realizada el 17 de noviembre por un periodista de radio Pérola, donde Sousa trabajaba, informó la organización.
En el caso del también periodista radial Jefferson Pureza, asesinado en su casa en Edealina, estado Goiás, el 17 de enero de 2018, seis personas están presas acusadas de participar en el crimen. Entre ellos se encuentra el concejal José Eduardo Alves da Silva, acusado de ordenar el crimen, y tres adolescentes; todos ellos han negado su participación en el homicidio, reportó a Abraji. Según informó la organización, el juez Aluizio Martins Pereira de Souza, de Jandaia (GO), emitió una declaración sobre el caso a finales de diciembre de 2018.
Esto significa que el magistrado dirigió el caso para ser juzgado por un tribunal con jurado, lo que debe ocurrir en el primer semestre de 2019, dijo al Centro Knight Angelina Nunes, coordinadora del programa Tim Lopes.
“Los dos casos son muy similares, con concejales involucrados como quienes lo ordenaron y con mecánica muy parecida. Esto se repite mucho en ese llamado ‘Brasil profundo’, donde la vida de esos comunicadores realmente pende de un hilo”, dijo.
El Programa Tim Lopes de Protección a Periodistas fue lanzado en septiembre de 2017 con el objetivo de combatir la impunidad en los casos de asesinatos, intentos de asesinato y secuestros de profesionales de la prensa a través de la investigación periodística. El programa también busca dar continuidad al trabajo interrumpido por los autores de los crímenes.
El proyecto cuenta con una red de medios de comunicación que es accionada para acompañar las investigaciones y publicar reportajes sobre las denuncias en que el periodista trabajaba hasta ser asesinado. La red incluye a Agência Pública, los periódicos Correio (BA) y O Globo; los sitios Poder 360, Ponte Jornalismo, Projeto Colabor; los canales de televisión Aratu y Globo; y la revista Veja.
En los casos de las muertes de Jefferson Pureza y Jairo de Sousa, Nunes y el periodista Rafael Oliveira, fueron a las ciudades donde se produjeron los crímenes y realizaron un trabajo profundo de reportería sobre las posibles motivaciones y los posibles responsables de los asesinatos de los comunicadores.
Por eso, Nunes evalúa que el trabajo del programa fue crucial para que los sospechosos fueran identificados y capturados por la policía y para que el MP presentara las denuncias – esto en un país donde la tasa de aclaración de homicidios intencionales es solo del 6 por ciento.
“Fueron fundamentales los artículos que hicimos, principalmente los que detallaban las denuncias que Jairo hacía, cruzando documentos y mostrando el avance de las denuncias”, dijo Nunes, en referencia a la investigación periodística “¿Quién mató y quién mandó matar a Jairo de Sousa?”, reproducida por los medios de la red del programa Tim Lopes y por el Centro Knight en septiembre de 2018.
“Nosotros ya apuntábamos, en nuestra investigación preliminar, que él hacía denuncias sobre desvíos de dinero y que la muerte estaba vinculada con su trabajo. Explicamos que la empresa citada en la denuncia del MP [y sobre la que Jairo de Sousa hablaba en su programa de radio], Torre Fort, pertenecía a dos sobrinos del concejal. Entonces creo que la investigación del programa Tim Lopes contribuyó bastante”, afirmó.
Los principales implicados en los dos casos – los concejales José Eduardo Alves da Silva, en Edealina, y Cesar Monteiro Gonçalves, en Bragança, no estaban en el lugar durante la estancia del equipo del programa Tim Lopes, contó Nunes. Según ella, luego de los asesinatos ya había rumores de la implicación de los políticos y ellos no fueron encontrados en las ciudades. La policía y los fiscales involucrados en los casos fueron entrevistados por Nunes y Oliveira como fuentes para los reportajes. La investigación periodística “ayudó a mantener la presión” sobre las autoridades para aclarar los casos, cree Nunes.
“No sólo hablábamos con las autoridades, también enviamos oficios [avisando sobre la presencia del equipo de reportaje en las ciudades]. Cuando llegaba a los lugares, percibía el respeto que tenían por nuestro trabajo y sentí que hubo una respuesta más rápida por saber que había periodistas cubriendo el tema”, agregó Nunes.
El programa Tim Lopes sigue acompañando los avances de estos dos casos, ahora en la Justicia. Para Nunes, estas dos primeras experiencias evidenciaron la importancia del trabajo periodístico colaborativo en la defensa de la libertad de prensa y en la protección de periodistas. “Fue importante mostrar – y ese es nuestro objetivo – que las denuncias hechas por los periodistas radiales no mueren con ellos. Vamos allá, descubrimos y continuamos con el trabajo”.
Y para fortalecer este trabajo, es importante que la red de medios del programa se consolide y se amplíe, afirma la coordinadora.
“Cuanto más gente esté reportando, más cosas pueden salir a la superficie”, dijo Nunes. “Ya demostramos que sí es posible hacer una investigación de calidad – yo hice una junto con Rafael, entonces ¿te imagina si tenemos un equipo aún mayor? Porque en cada caso son muchos avances, muchos papeles para leer, muchos nombres para cruzar, gente para entrevistar ... Entonces entre más gente investigando, mejor”.
El Centro Knight intentó hablar con el fiscal responsable del caso de Jairo de Sousa, pero no consiguió contacto hasta el cierre de este reportaje.