Por Ian Tennant
En medio de la espiral de violencia desatada por los cárteles de drogas en México, los periodistas locales y extranjeros están tratando de averiguar la forma de cubrir una guerra diferente, de acuerdo con un panel presentado ante más de 200 personas en la Universidad de Texas en Austin el jueves 7 de octubre.
“Impunidad” es la palabra que caracteriza las volátiles condiciones de trabajo que enfrenta la prensa en México, dijo John Burnett, reportero de la radioemisora estadounidense National Public Radio (NPR) y moderador del panel ”La guerra de al lado: Reportando sobre México, drogas y la frontera”.
“Los cárteles tienen el poder de vida o muerte sobre la gente”, dijo. “Saben que no serán atrapados”.
Javier Garza, director editorial de El Siglo de Torreón, en el estado mexicano de Coahuila, en la frontera con Estados Unidos, dijo que la impunidad que disfrutan los cárteles de drogas significa que incluso si ciertas drogas ilícitas fueran legalizadas en suelo estadounidense, las organizaciones criminales simplemente se concentrarían en otros negocios, a sabiendas de que ni el ejército ni las policías locales los detendrían.
“Ellos saben que tienen el poder de fuego”, dijo Garza, un ex alumno de la Universidad de Texas en Austin. “Saben que los pueden tener (a la policía o el Ejército) y ganar”.
Haciendo énfasis en que los periodistas han tenido que adaptarse a la situación en términos de cómo obtener y buscar información, Tracy Wilkinson, jefa de la oficina en México para Los Angeles Times, dijo: “la violencia ha alterado drásticamente nuestro mapa de México”. La veterana corresponsal, que ha cubierto guerras en Centroamérica, los Balcanes, Medio Oriente e Irak, dijo que en el caso de México también se aplican las “Reglas de Bagdad”: llegar rápido, no compartir los planes de viaje, reportear de la manera más eficiente, mantenerse alerta siempre y salir.
“Las viejas reglas no se aplican. No sabes quién es el enemigo”, dijo Wilkinson al referirse a los sicarios, funcionarios públicos corruptos y periodistas que podrían estar en la lista de quienes reciben sobornos de las organizaciones criminales.
Cecilia Balli, una antropóloga de la Universidad de Texas que ha reporteado en la frontera para Texas Monthly y la revista Harper, dijo que el auge de los cárteles de drogas y la escalada en los niveles de violencia —que ha cobrado la vida de 64 periodistas mexicanos en los últimos diez años— ha transformado a México “de manera permanente”.
“Vamos a tener historias para contar por un largo tiempo porque aún no entendemos todas las ramificaciones” de la guerra antidrogas en México y en Estados Unidos, dijo Balli.
Para más información sobre la violencia contra periodistas en México, vea este mapa del Centro Knight.
El panel fue parte de la Conferencia Distinguida en Periodismo Mary Alice Davis, presentada por la Escuela de Periodismo y la Facultad de Comunicaciones de la Universidad de Texas en Austin. Davis, quien se graduó en UT, fue por años una periodista en Texas que defendió el papel del periodismo en la democracia, y falleció de cáncer en 2004.
Nota del editor: Esta historia fue publicada originalmente en el blog Periodismo en las Américas del Centro Knight, el predecesor de LatAm Journalism Review.