Por Dylan Baddour
Un incremento en la presión a los medios en Venezuela en recientes años ha forzado a periodistas críticos del gobierno a buscar refugio en la red. La transición ha estimulado la creación de pequeñas publicaciones en linea y ha cambiado la forma en que los venezolanos, específicamente los que son críticos del gobierno, comparten y reciben información.
“Otros países hablan de la transición de los medios impresos a la red como un proceso evolutivo. No ha sido así en Venezuela,” Luis Carlos Díaz, periodista venezolano y experto de nuevos medios, dijo al Centro Knight. “En Venezuela (la transición) fue hecha a través de una crisis, a través de trauma. El periodismo se volcó a la red porque era el único lugar donde podía sobrevivir.”
La oferta diversa de medios en línea en Venezuela se alcanzó gracias a la implementación de una herramienta invaluable usada para curar información para el público: Twitter, agregó Díaz.
Con 4.2 millones cuentas activas en Venezuela, la plataforma se ha convertido en crucial para el periodismo del país porque permite al público buscar las noticias que ellos creen que son importantes, y promoverlas entre sus seguidores.
“No son los medios noticiosos los que informan a la mayoría de los jóvenes,” dijo Díaz. “Es la información curada que sus amigos comparten en las redes sociales.”
Los medios de oposición al gobierno han sido en su mayoría eliminados de la televisión y los diarios en los últimos años, despertando preocupación sobre el estado de la libertad de prensa en Venezuela. Es notable el número de importantes diarios y estaciones de televisión que han cambiado de propietarios en años recientes, lo que ha ocasionado el abandono del periodismo crítico del estado. Otras estaciones de televisión han sido cerradas con argumentos jurídicos, y la escasez de nacional de papel ha entorpecido la operación de importantes diarios nacionales.
Díaz agregó que muchos venezolanos ya no confían en las noticias producidas por las estaciones de televisión.
Como resultado del aumento de la presión a los medios a lo largo de Venezuela, muchos periodistas han optado por mudar su trabajo a la red. Un ejemplo es Alberto Ravell, periodista y ex director ejecutivo del canal de televisión Globovisión. El canal abandonó su línea editorial crítica después de haber sido vendido en el 2013. Ravell dejó la estación y fundó LaPatilla.com, ahora considerada como el sitio de noticias más popular de Venezuela. Como resultado, agregó Díaz, La Patilla es la organización más grande del país que opera sólo en línea, depende mucho de agregación pero publica más contenido que cualquier otro sitio de noticias.
Otro ejemplo es Runrun.es, fundado por Nelson Bocaranda, un reportero venezolano que fue forzado a abandonar unos espacios en los medios más influyentes después de recibir amenazas como respuesta a su trabajo. Bocaranda, quien ahora tiene casi dos millones de seguidores en Twitter, con solo seis publicaciones de Latino América por encima de él, solía dirigir un programa de radio llamado “Los Runrunes de Nelson.” La palabra runrún es el equivalente en Venezuela a rumor.
Ahora, en su sitio en línea, Runrun.es, participan periodistas que se encuentran en una situación similar, incluyendo por lo menos a tres ex reporteros de Últimas Noticias, el diario más importante de Venezuela, después de que cambiara de propietarios en el 2013.
Pequeñas publicaciones en línea han aparecido para llenar diversos nichos del periodismo venezolano. Por ejemplo, Prodavinci.com no produce notícias originales pero ofrece análisis por parte de historiadores, científicos, filósofos y otros académicos. Confirmado.com.ve ha adoptado una variante del modelo de verificación de datos que ha ganado popularidad mundial recientemente. Contrapunto.com y El Estímulo son pequeñas publicaciones en línea fundadas este año que buscan producir reportajes originales sobre eventos nacionales, pero que todavía tienen que desarrollar una audiencia masiva, dijo Díaz.
“Nosotros no sabemos cómo se sostienen, pero tienen periodistas profesionales,” dijo Díaz. “Ellos están publicando su propia información y están apostando por otros tipos de diseño.”
Sin embargo, en un país donde la política permanece extremadamente polarizada, los nuevos medios en Internet no han logrado salvar la distancia entre los medios de oposición y los medios pro-gobierno. Los simpatizantes del gobierno todavía confían en los diarios y las estaciones de televisión que los periodistas críticos han abandonado, dijo Díaz.
“Todavía no ha ocurrido que una sola publicación le hable y tenga la confianza de ambas mitades del país,” dijo Díaz.
Nota del editor: Esta historia fue publicada originalmente en el blog Periodismo en las Américas del Centro Knight, el predecesor de LatAm Journalism Review.