En su presentación ayer ante la Organización de Estados Americanos (OEA), la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) lamentó que los 18 asesinatos de periodistas registrados en la región durante el 2013 sigan, en su mayoría, en la impunidad.
El año pasado, cuatro periodistas fueron asesinados en Brasil, cuatro en Guatemala, tres en México, dos en Colombia, dos en Haití, dos en Honduras y uno en Perú, señaló la CIDH en su informe anual de 2013 sobre libertad de expresión en el continente americano.
Además, según el documento, numerosos comunicadores en esos países, más otros en Venezuela, Argentina, Canadá y República Dominicana, fueron agredidos al cubrir manifestaciones. Fueron detenidos por policías, violentados y, en muchos casos, sus equipos y material registrado fueron confiscados o destruidos.
Asimismo, la CIDH admitió solo 123 peticiones de los 35 Estados miembros de la OEA, siendo 10 de México, 25 de Colombia, 16 de Perú y 15 de Chile, principalmente. México lidera la lista de países con el mayor número de peticiones pendientes de estudio que a finales de 2013 acumulaba 1,806. En total, existen 8,548 solicitudes sin procesar por el organismo internacional.
El informe de 2013 consta de seis capítulos, siendo la primera parte del cuarto la que da cuenta de la situación de los derechos humanos en las Américas. En este se resalta el derecho a la libertad personal de las personas detenidas en la prisión de Guantánamo, el derecho a la nacionalidad y a la no discriminación en República Dominicana, y la independencia como prerrogativa del Poder Judicial en los países de la región.
En Venezuela se les impidió a muchos periodistas independientes cubrir y reportar sobre los eventos del gobierno, o de interés público, como por ejemplo la salud y muerte del presidente Hugo Chávez, su funeral, las elecciones de su sucesor, entre otros detalles que anota el documento, que violan y atentan contra los derechos a la libertad de expresión e información.
La principal preocupación de la CIDH en el caso venezolano que resalta el informe es la poca independencia de su Poder Judicial, y los recursos limitados con que cuentan sus ciudadanos para defender sus derechos humanos.
En cuanto a Ecuador, el informe apunta cómo funcionarios elegidos democráticamente monopolizan el gobierno, teniendo injerencia en la actividad legislativa y aplicación de la ley, acallando y censurando la libertad de expresión. Con la creación de la Ley Orgánica de Comunicación promulgada por el presidente Rafael Correa, el Estado posee la potestad de censurar noticias y evitar la difusión de información de interés público.
El representante de Ecuador ante la OEA, Marco Albuja, cuestionó el informe anual de la CIDH, sobre todo el capítulo referido de la Relatoría para la Libertad de Expresión por el “manejo de la información, sesgos y cantidad de imprecisiones evidenciadas en sus 634 páginas”.
En el capítulo de conclusiones y recomendaciones del informe de la Relatoría Especial de la CIDH se exhorta a las autoridades estatales de los estados miembros “a contribuir decisivamente a la construcción de un clima de tolerancia y respeto en el cual toda las personas puedan expresar su pensamiento y opiniones sin miedo a ser agredidas, sancionadas o estigmatizadas por ello”.
Respecto a Internet, el organismo pide abstenerse de aplicar enfoques desarrollados para otros medios de comunicación –como telefonía y televisión- y “diseñar un marco normativo alternativo y específico para este medio, atendiendo a sus particularidades, conforme a los estándares internacionales vigentes en materia de libertad de expresión“.
Nota del editor: Esta historia fue publicada originalmente en el blog Periodismo en las Américas del Centro Knight, el predecesor de LatAm Journalism Review.