La Policía Militar detuvo y agredió el sábado 22 de febrero a 14 periodistas que reportaban una manifestación en el Centro de São Paulo en contra de la Copa Mundial de futbol, que se realizará este verano, según la Asociación Brasileña de Periodismo Investigativo (Abraji). Por los menos cinco de los periodistas arrestados sufrieron violaciones a sus derechos aunque estaban identificados como personal de prensa.
Con este incidente, ya llegan a 133 el número de casos de agresiones contra periodistas que han reportado las protestas que empezaron en junio 2013. Según los datos publicados por Abraji, 107 de estos episodios de violencia -- o sea el 80% del total -- fueron protagonizados por las fuerzas de seguridad. São Paulo se ha convertido en la ciudad más violenta para los periodistas que han cubierto las manifestaciones, con 63 ocurrencias, 57 de ellas cometidas por la policía militar.
De acuerdo con el diario Estado de S. Paulo, dos de sus profesionales, el periodista fotográfico Evelso de Freitas y la periodista Bárbara Ferreira Santos, fueron golpeados por policías.
Ferreira Santos también fue detenida, al igual que los periodistas Sergio Roxo (O Globo), Paulo Toledo Piza (G1), Fábio Leite (Estadao), Victor Moriyama (freelancer) y Felipe Larozza (Vice).
Bruno Santos, del portal de noticias Terra, se torció un tobillo y fue golpeado cuando intentaba escapar de la confusión de la protesta. Amanda Previdelli (Brasil Post), Mauro Donato (Diario do Centro do Mundo), Tarek Mahammed (Rede de Fotógrafos Ativistas), Alexadre Capozzoli (Grupo de Apoio Popular) y Alice Martins (Vice) también sufrieron agresiones, informó Abraji.
Folha de S. Paulo destacó que ningún policía militar involucrado en las agresiones fue responsabilizado por los eventos. Por otro lado, tres manifestantes ya fueron responsabilizados por agredir soldados, según las autoridades. Entre los 10 casos más reportados por los medios, solo un policía bajo sospecha de haber cometido agresiones ha sido identificado. Los responsables por disparar las balas de caucho que hirieron a los periodistas Sergio Silva y Giuliana Vallone en junio no fueron identificados públicamente.
La Fedración Nacional de Periodistas (Fenaj) repudió las agresiones. “No es posible que la policía paulista continúe practicando esta clase de brutalidad”, dijo Celso Schroder, presidente de la entidad. “La policía no puede decidir lo que debe ser divulgado”.
“Intentar impedir el trabajo de la prensa y atentar contra el derecho de la sociedad a la información es, en el análisis final, en contra de la democracia”, dijo el presidente de Abraji, José Roberto de Toledo.
La semana pasada, después del fallecimiento del camarógrafo Santiago Andrade, quien murió después de haber sido herido por un explosivo lanzado por manifestantes mientras cubría una protesta en Rio de Janeiro, el Ministerio de Justicia comunicó que iba a adoptar medidas de seguridad para proteger a los periodistas durante las manifestaciones. Serán creadas nuevas instrucciones para la policía y una ley para prohibir la aprensión de cámaras y celulares.
Más allá de fortalecer la protección para periodistas, con la definición de un protocolo de actuación policial que incluirá una parte sobre la actividad periodística, sugerencias de equipo para la protección de periodistas y promoción de cursos para cubrir las áreas de manifestación, el gobierno quiere aumentar la eficacia en la valoración y castigo de delitos.
Nota del editor: Esta historia fue publicada originalmente en el blog Periodismo en las Américas del Centro Knight, el predecesor de LatAm Journalism Review.
