El 20 de mayo, en el transcurso de una elecciones presidenciales fuertemente cuestionadas, los monitores de la libertad de expresión registraron situaciones de amedrantamiento y agresiones físicas a periodistas. Es más de lo mismo para una comunidad de periodistas que se ha visto amenazada físicamente, en los tribunales y en línea por cubrir a lo largo de los años la creciente inestabilidad política que afecta al país.
El día de las elecciones presidenciales en Venezuela, muchos periodistas nacionales e internacionales fueron desalojados de centros de votación e impedidos de realizar su trabajo para cubrir las elecciones debido a restricciones impuestas por efectivos del Plan República -una facción militar creada por el gobierno para cuidar el orden de las elecciones-, informó la ONG venezolana Espacio Público.
Espacio Público registró ese día al menos 28 casos de violaciones a la libertad de expresión que afectaron a 23 trabajadores de la prensa de 17 medios de comunicación nacionales e internacionales. Esto ocurrió en Caracas y en los Estados de Zulia, Aragua, Mérida, Lara y Bolívar.
“Lo que hubo fue el despliegue de una libertad absolutamente condicionada. La dinámica era muy condicionada por el temor (de los medios y periodistas) a las sanciones (legales)”, dijo Carlos Correa, director de Espacio Público, al Centro Knight. “Fue una campaña muy bestial en esos términos, muy complicada”.
El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP) tuiteó al menos 13 alertas desde la mañana electoral del 20 de mayo. La mayoría de las alertas denuncian la prohibición a periodistas de ingresar a centros de votación o de cubrir periodísticamente el proceso electoral por parte de las fuerzas armadas. El sindicato también denunció en redes sociales la detención temporal en Caracas de Juan Carlos Salas, periodista y editor del sitio Hispanopost, al interior del centro de votación instalado en el gimnasio vertical Bello Campo.
Salas informó vía Twitter que efectivos del Plan República lo detuvieron por tomar fotos en las afueras del edificio, aún cuando contaba con la debida acreditación emitida por el Consejo Nacional Electoral (CNE) para cubrir las elecciones. Los militares que lo retuvieron por 15 minutos le dijeron que tomar fotografías era un delito, publicó Espacio Público en su sitio.
Asimismo, la periodista Marjuli Matheus, corresponsal del Diario Las Américas y de la Revista Proceso de México, fue retirada por un militar del Plan República de un centro de votación en La Vega, Caracas, informó el Instituto Prensa y Sociedad (IPYS) de Venezuela vía Twitter. Matheus dijo en su cuenta de Twitter que el militar de apellido Maldonado le dijo que podía tomar fotos afuera, “pero ahí una señora me increpó y aupó a motorizados a robarme el celular”.
Diversos medios y periodistas también denunciaron haber sido amedrentados por grupos de ciudadanos motorizados armados presuntamente afectos al gobierno que gritaban a los periodistas que guarden sus cámaras, publicó en un video vía Twitter el Diario Las Américas. De acuerdo con IPYS Venezuela, en los municipios de Maracaibo y San Francisco, en el Estado de Zulia, hubo motorizados armados con los rostros cubiertos.
Espacio Público informó en su balance informativo electoral que el 20 de mayo, 12 motorizados hostigaron y amenazaron a un grupo de periodistas en un centro electoral de Maracaibo, quienes fueron a cubrir la prohibición del acceso a miembros de mesa del candidato opositor Henri Falcón.
De acuerdo con la organización, la periodista Estefany Osorio del medio Venezolanos por la Información (VPI) declaró que los motorizados los rodearon y los obligaron a guardar sus teléfonos y las cámaras amenazándolos con quitarles sus equipos.
Muchos profesionales de la prensa se quedaron sin credenciales para cubrir las elecciones. De acuerdo con Espacio Público, periodistas de todo el país denunciaron el retraso en la entrega de credenciales por parte del CNE. Según la organización, el 63% de los medios que consultaron en todo el país nunca llegó a recibir su credencial.
“Hubo muchos periodistas que no pudieron acreditarse a pesar de que habían completado los recaudos, pero incluso en el momento de la cobertura había muchas limitaciones especialmente para tomar fotografías, videos, y cosas de ese tipo”, comentó el director de Espacio Público. Y añadió que en estas elecciones presidenciales de Venezuela en donde el gobierno del presidente Nicolás Maduro buscaba legitimarse, la abstención del votante fue lo que prevaleció. Ellos “no querían que quedara documentación de si había o no participación en los centros de votación”, resaltó Correa.
Para IPYS Venezuela, las agresiones contra la prensa, las dificultades de los medios impresos para circular, las sanciones a medios radiales se han traducido en una campaña de desinformación que han caracterizado los días previos a las elecciones presidenciales venezolanas. También mencionó las ventajas técnicas con que cuentan los medios oficialistas frente a la desventaja que esto supone para los medios independientes, los ataques a portales noticiosos y el precario acceso a internet que también termina afectando a la ciudadanía.
La autoridad electoral venezolana informó el 21 de mayo que el pasado domingo se registraron casi 21 millones de votos en los centros de votación de todo el país. De estos solo calificaron como válidos 8 millones 603 mil. Según el anuncio oficial de la entidad estatal, Nicolás Maduro fue reeligido como presidente de Venezuela por un periodo más, tras obtener casi 6 millones de votos.
Nota del editor: Esta historia fue publicada originalmente en el blog Periodismo en las Américas del Centro Knight, el predecesor de LatAm Journalism Review.
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