Por Ingrid Bachmann
En Colombia, el escándalo por el espionaje a jueces, periodistas, políticos y defensores de derechos humanos finalmente terminó salpicando al presidente Álvaro Uribe. El mandatario tuvo que salir al paso de señalamientos del fiscal a cargo del caso, quien planteó que desde el ejecutivo se filtró información a la prensa para desprestigiar a la Corte Suprema, reportaron CM& y El Colombiano.
Según la fiscalía que investiga las escuchas telefónicas ilegales, directivos del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS, servicio de inteligencia) y de la Unidad de Inteligencia y Análisis Financiero (UIAF) filtraban a los medios por orden de la presidencia información obtenida ilegalmente. El objetivo era hacer pública una supuesta infiltración del narcotráfico en la Corte Suprema, explican Semana y La República.
Sin embargo, en un comunicado Uribe negó haber manipulado a los medios o montar una campaña contra los magistrados. “Cuando he discrepado de la Corte Suprema, he discrepado públicamente. No he mandado a hacer publicaciones, sino que yo mismo he manifestado de manera pública mis discrepancias”, dijo el mandatario, citado por El Espectador.
Nota del editor: Esta historia fue publicada originalmente en el blog Periodismo en las Américas del Centro Knight, el predecesor de LatAm Journalism Review.