Las investigaciones apuntan que el reportero mexicano Raúl Régulo Garza Quirino fue asesinado por error en el estado fronterizo de Nuevo León, de acuerdo con la organización Reporteros Sin Fronteras.
“Lo mataron por confusión, porque los sicarios buscaban a una persona que tenía un Jetta negro, como el que acababa de comprar Raúl”, dijo Miguel Óscar Pérez, director editorial del semanario La Última Palabra (en donde colaboraba Garza) al Centro de Periodismo y Ética (CEPET). Como prueba, un vecino de Garza quien también conducía un vehículo del mismo modelo y color fue asesinado al día siguiente en Cadereyta, un suburbio de la ciudad de Monterrey.
Pérez explicó al CEPET que Garza Qurino colaboraba ocasionalmente con información policíaca que obtenía a través de su servicio voluntario como paramédico de la Cruz Verde, pero que nunca firmaba sus notas.