Falta de acceso a la información pública, negación de entrevistas por parte de funcionarios públicos, control de los insumos de impresión, acoso, represión y violencia hacen parte de la cotidianidad de los periodistas en Nicaragua.
La situación, que por años han enfrentado los periodistas, se comenzó a agravar tras el inicio de las protestas en contra del gobierno de Daniel Ortega en abril de 2018. Medios y periodistas fueron afectados por la respuesta del gobierno: entre ellos un caso mortal, algunos heridos, detenidos y un gran lista de restricciones para ejercer su labor.
Fue en este contexto y con el objetivo de poder ayudar a los periodistas pero sobre todo de mantener informando lo que estaba pasando en el país que nació la iniciativa Nicaragua.Connectas.
“Dos aliados con los ya veníamos trabajando en Nicaragua – uno que es el Centro Internacional de Periodistas (ICFJ, por su siglas en inglés) y la Fundación Violeta Barrios de Chamorro [de Nicaragua] gestionaron ajustes dentro de programas que ellos ya llevaban para pensar estrategias que pudieran ayudar a evitar que la información fuera silenciada”, explicó Carlos Eduardo Huertas, director de la plataforma de innovación periodística Connectas, al Centro Knight.
Después de algunos meses de conversación entre estas tres organizaciones, la iniciativa empezó sus operaciones el pasado marzo para “construir en alianza historias que permitieran seguir contando lo que es Nicaragua y lo que está sucediendo hoy allá”, dijo Huertas.
A través del acompañamiento pedagógico de Connectas, “uno de los sellos de la organización”, según Huertas, y de su programa de residentes, se contactó al periodista nicaragüense Octavio Enríquez para que fuera el editor del equipo de periodistas que desde Nicaragua reporta los temas que no tienen cabida en los medios tradicionales.
“Nace como un proyecto que busca desde lo local convertirse en algo latinoamericano”, explicó Enríquez al Centro Knight. Periodista con más de 20 años de experiencia, ganador de premios como el Ortega y Gasset y el Rey de España, y editor del periódico La Prensa de Nicaragua, Enríquez fue elegido como el periodista residente de este año en Connectas y editor y coordinador del proyecto.
Como periodista residente, Enríquez estará en Bogotá, Colombia, un total de siete meses desde donde dirige a un equipo de periodistas que incluye a Julián Navarrete, Ivette Munguía, Lucydalia Baca y Judith Flores, entre otros.
“Nos identificamos en que nos gusta el periodismo y queremos contar lo que está pasando allá, y [los elegimos también] por su calidad, son muy buenos”, dijo Enríquez. “Nos unimos basados en ese interés, que es el interés de hacer periodismo y contar las historias de América Latina”.
Y es que además de satisfacer la necesidad de información de los nicaragüenses, el proyecto quiere intentar explicar a América Latina lo que sucede en Nicaragua. “Este proyecto yo considero que contribuye a que en medio de la oscuridad le estamos contando a la gente lo que está ocurriendo y es un trabajo en equipo muy sólido”, dijo Enríquez.
Están enfocados en hacer una fiscalización de los recursos públicos pero tratando de hacer “reportajes de todos los ángulos posibles”. Empezaron con un reportaje sobre cómo el gobierno se había metido en las escuelas públicas a través de libros que “parecen más sacados de un órgano de propaganda que de un plan de estudios”, de acuerdo con el reportaje.
El caso de los allegados al Presidente que controlan la gasolina en el país, la asfixia a los periódicos, la presunta violencia sexual en contra de las personas detenidas durante las protestas de 2018 y la “feria de las cifras”, que detalla el presunto ocultamiento o manipulación en las cifras estatales, son algunas de las investigaciones publicadas en el marco este proyecto.
El proceso de creación es “como el de cualquier redacción”, donde se discuten y se analizan propuestas, dijo Enríquez.
“La diferencia es el contexto donde los muchachos buscan la información, que es adverso”, aseguró. “No hay acceso al información, no hay acceso a la información pública, lo que hay en otros países aquí cuesta mucho más para poder acceder a la información, no hay entrevistas de funcionarios, solicitudes de acceso a la información no existen. Tenemos una realidad completamente distinta al de un país con instituciones completamente independientes”.
Por eso para Enríquez el acompañamiento que se hace a los periodistas desde la dirección es mucho más valioso.
“Lo que a mí me gusta del equipo de Connectas es que hay en primer lugar un seguimiento al tema. No es nada más esperando el resultado de un producto, sino que el editor acompaña – que es la filosofía de la organización – a los redactores durante el proceso de investigación, abre puertas cuando se tienen que abrir y luego de que hay primer producto hay mucha discusión sobre los textos”, dijo Enríquez. “Aquí quiero destacar el área de contenido, el área de Carlos [Huertas]. Porque es muy importante entender que la aspiración es que nos lean en todas partes y en todas partes se entienda igual”.
Para lograr esta internalización de los textos, han tenido que cambiar su escritura “local” en la que se “dan por entendido muchas cosas”. Así han logrado que sus historias hayan sido republicadas por medios de México, Colombia, El Salvador y España, explicó Enríquez.
Tanto Huertas como Enríquez consideran como positivo el balance del proyecto hasta ahora y de su principal objetivo de mantener la situación de Nicaragua en la agenda internacional.
“El propósito de Nicaragua.Connectas es lograr mantener la atención sobre esas realidades complejas que todavía siguen sin resolverse y que en el olvido pueden ser un espacio propicio para que se generen más complejidades”, dijo Huertas quien aseguró que se encuentran analizando continuar con el proyecto después de diciembre. “Y la expectativa es que en la medida en que se esté revelando en un lenguaje mucho más regional lo que allí está pasando esto pueda ser una fórmula para no solo mantener en la agenda estos temas sino también para que se puedan generar cambios a partir de las discusión y de las revelaciones que se están haciendo a través de las investigaciones y de las notas a profundidad que se están publicando”.
“Es un panorama que lejos de normalizarse se está cerrando más [para los medios] y el impacto si bien es cierto es para los periodistas, pero también es para los ciudadanos porque qué calidad de información les está llegando”, dijo Enríquez. “Yo creo que ese es el principal aporte que se está haciendo con este proyecto: estamos tratando en medio de todas las adversidades de llevarles información de calidad y gracias a los aliados estamos logrando que esta información se visibilice en la región”.
“Es un gran aporte que se esté publicando todas estas historias y que el público latinoamericano conozca lo que está sucediendo en Nicaragua porque la situación no es fácil y lamentablemente va a empeorar”, finalizó Enríquez. “Siendo realistas, va a empeorar”.