Seis años después del asesinato del camarógrafo estadounidense de la agencia alternativa Indymedia, Brad Will, en Oaxaca, México, las autoridades mexicanas han anunciado el arresto de un ex-empleado del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO), Lenin Osorio Ortega, acusado de asesinar a Will, informó el sitio de noticias Milenio. Sin embargo, organizaciones como Reporteros Sin Fronteras (RSF) se mostraron cautelosas con respecto a quién sería el verdadero asesino del periodista, quien recibió un disparo mientras cubría una importante manifestación de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO), el 27 de octubre de 2006.
Notimex informó que Osorio es sospechoso de ser el único responsable de la muerte del periodista - aún cuando Will, justo antes de su muerte, había filmado a varios hombres disparando directamente hacía él - recibiendo disparos desde una distancia aproximada de 40 metros, aunque informes preliminares mostraron que había sido asesinado a quemarropa.
Las autoridades mexicanas dijeron que las balas que mataron a Will no coincidían con las balas de los dos sujetos que aparecen disparando en el video, identificados como un funcionario municipal y un oficial de policía. Los otros hombres armados en el video, son un alcalde local y un funcionario estatal del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Osorio no es la primera persona en ser arrestada por el asesinato del periodista, de acuerdo con The Huffington Post. Mientras que los hombres armados en el vídeo no fueron detenidos, las autoridades, en su lugar, arrestaron al activista Juan Manuel Martínez Moreno, panadero y ex-miembro de la APPO. Martínez fue absuelto de los cargos y puesto en libertad en 2010.
El arresto anterior de un hombre inocente, junto con otras irregularidades del caso, han levantado las sospechas de Reporteros sin Fronteras. "Permanecemos circunspectos respecto a ciertas conclusiones expresadas durante el anuncio de la detención de Lenin Osorio Ortega”, dijo la organización en un comunicado. "Todos estos elementos ameritan una verificación...La investigación debe explorar todas las pistas, sin pasar por alto los aspectos más comprometedores del expediente. Entre los 83 casos de periodistas asesinados en el país en una década – a los cuales se suman 14 desaparecidos desde 2003 –, se encuentran otros procesos que han experimentado sabotajes o estancamientos debido, en el mejor de los casos, a la incompetencia y, en el peor, a la complicidad de los investigadores. Así, la inmensa mayoría de ellos permanece en la impunidad total", concluyó Reporteros sin Fronteras.
Nota del editor: Esta historia fue publicada originalmente en el blog Periodismo en las Américas del Centro Knight, el predecesor de LatAm Journalism Review.