Las subvenciones se convirtieron en la principal fuente de ingresos para los medios nativos digitales de América Latina en años recientes, de acuerdo con el informe Punto de Inflexión Internacional.
De acuerdo con el estudio, que fue realizado por primera vez en 2016 en la región, en aquella época las subvenciones no eran una fuente significativa de ingresos -apenas 16 por ciento de los medios consultados en América Latina habían recibido ese tipo de apoyo. El informe más reciente apunta que, en 2019, esos fondos superaron a todas las otras fuentes de financiamiento y pasaron a representar el 29 por ciento de los ingresos de los medios en la región. Y, en 2020, la cifra se elevó a 37 por ciento.
El informe define subvención como los financiamientos de fundaciones privadas, inversionistas filantrópicos, empresas privadas, así como donaciones de organizaciones gubernamentales nacionales y extranjeras.
De acuerdo con el estudio, el salto entre 2019 y 2020 “refleja un aumento de subvenciones disponibles para los medios a medida que la pandemia de COVID-19 se desenvolvía y las organizaciones periodísticas de todo el mundo reportaban pérdidas drásticas de ingresos, en especial en publicidad y eventos”.
Punto de Inflexión Internacional fue realizado por SembraMedia, con apoyo de Luminate y del Center for International Media Assistance (CIMA), y publicado el 4 de noviembre. La primera vez que el estudio fue hecho, en 2016, fueron consultados 100 emprendedores de medios nativos digitales de Argentina, Brasil, Colombia y México.
El informe actual incluye 100 medios entrevistados de esos mismos cuatro países, pero amplía la encuesta a otras regiones del mundo. El nuevo estudio, con un equipo de 23 investigadores locales, consultó a líderes de 49 organizaciones en África (Ghana, Kenia, Nigeria y Sudáfrica) y 52 del Sudeste Asiático (Indonesia, Filipinas, Malasia y Tailandia).
En todas las regiones, el financiamiento por subvenciones fue el principal tipo de ingresos, con un 31 por ciento, durante 2020. Pero América Latina destacó con una media superior, de 37 por ciento. En la región, las fundaciones privadas u organizaciones de inversión filantrópicas fueron las mayores fuentes de subvenciones, seguidas por Google, que fue mencionado por 41 por ciento de los empresarios de medios latinoamericanos. En 2016, las fuentes más comunes de ingresos en la región eran “los servicios de capacitación, publicidad programática, servicios de consultoría, publicidad nativa y contenido corporativo y espacios publicitarios”.
El crecimiento de las subvenciones fue uno de los principales factores que permitió a los medios nativos digitales enfrentar las dificultades traídas por la pandemia de COVID-19, afirmó el documento. La emergencia de salud impactó los presupuestos de publicidad en todo el mundo, con un efecto dramático para muchos medios de comunicación. Incluso algunos especialistas alertaron sobre un “evento de extinción de medios” para las organizaciones periodísticas.
A pesar de eso, el informe de SembraMedia identificó que los medios nativos digitales encuestados lograron protegerse, en cierta medida, de ese impacto económico.
“Nos sentimos aliviados al descubrir que la mayoría de los más de 200 medios nativos digitales incluidos en este estudio ampliado no sufrió las enormes pérdidas financieras reportadas por los medios tradicionales. Nuestro análisis indica que esto se debe, principalmente, a que no dependían demasiado de la publicidad y al aumento de las subvenciones para los medios en 2020”, indicó el informe.
Para Mijail Iastrebner, cofundadora y directora ejecutiva de SembraMedia, los medios nativos digitales lograron ser resilientes gracias a que han creado fuentes de ingresos más diversificadas -algo que ya acostumbraban hacer como una forma de mantener su libertad editorial.
“La pandemia definitivamente afectó la realidad de todos. En cuanto a los medios nativos digitales, si bien esta situación los afectó en muchos aspectos, la caída de publicidad no representó un quiebre absoluto”, afirmó Iastrebner en entrevista con LatAm Journalism Review (LJR).
Ella considera que muchos de esos medios no tienen una gran audiencia porque trabajan para nichos o comunidades específicas. Por eso no acostumbran depender mucho de la publicidad. “Su ‘negocio’ no está basado en volumen sino en especialidad”, dijo.
“A estos factores se le suma un incremento de grants (subsidios) apuntados a medios nativos digitales, algo que se mezcla luego con los fondos de emergencias incrementados por la pandemia en 2020”, explicó Iastrebner.
Mientras el crecimiento de las subvenciones es un aspecto muy positivo para los medios digitales independientes, “en especial en mercados desafiantes y durante una época sin precedentes, como la pandemia”, el informe también alerta sobre el riesgo de que esos medios se vuelvan excesivamente dependientes de este tipo de recursos.
Punto de Inflexión Internacional levanta, en primer lugar, una preocupación: ¿será que el aumento de las subvenciones, como se registró en 2019 y 2020, es una tendencia que va a continuar, o esos fondos van a disminuir en los próximos años? De acuerdo con el estudio, los medios que se vuelven muy dependientes de subvenciones terminan teniendo dificultades para construir un modelo de negocio sustentable.
“En nuestro trabajo actual con medios nativos digitales en América Latina, hemos observado de primera mano cómo las subvenciones grandes dadas a organizaciones de medios pequeñas pueden derivar en equipos de periodistas más grandes de lo que pueden sostener. Esto puede conducirlos a despidos y, en algunos casos, a cierres, si los programas de subvenciones terminan abruptamente, en especial si no vienen acompañados de apoyo en negocios, o incluyen restricciones, como que los fondos solo puedan usarse para proyectos de investigación”, indica el informe.
Iastrebner afirma que el equilibro en relación a las subvenciones es complejo. Por un lado, los medios necesitan diferenciar a los grants que pueden apoyar su estructura de los que solo van a financiar proyectos específicos. Al mismo tiempo, es necesario tener un plan de reducción, es decir, prepararse para cuando la subvención se termine.
“Este último aspecto es clave para poder evitar que al desaparecer cierta subvención, el medio deba frenar su actividad. Esta es una nota también para los financiadores que otorgan este tipo de subvenciones, para que acompañen las financiaciones con otros tipos de apoyos que generen el mayor impacto posible en la estructura de los medios, lo cual es un impacto a largo plazo”, dijo.
Otra noticia positiva del documento es que 75 por ciento de los medios de comunicación consultados en América Latina tuvieron un crecimiento en ingresos entre 2016 y 2019. En algunos casos, ese aumento fue significativo.
Por eso, Punto de Inflexión Internacional comparó 40 compañías periodísticas presentes en ambos estudios -la muestra es menor a 100 para ese segmento de la investigación porque 23 medios dejaron de ser publicados en ese periodo, por ejemplo, y otros 21 no cumplían con los criterios más estrictos o no pudieron ser consultados.
Con este aumento en ingresos, muchos medios pudieron avanzar en los cuatro niveles definidos por Punto de Inflexión. Así, en la primera ronda, en 2016, la mayoría de los medios en la región, 32 por ciento, se ubicaron en el nivel más bajo, con ingresos anuales promedio de menos de 20 mil dólares. En 2019, 20 de ellos pasaron a un nivel más alto, y el porcentaje de menor categoría cayó a 28 por ciento. Con eso, la mayor parte de los medios, 34 por ciento, pasó a concentrarse en el nivel 2, con ingresos de entre 20 mil y 100 mil dólares.
Al mismo tiempo, hubo un avance significativo en los dos extremos, entre los medios que más generan más ingresos y los más pobres. Por ejemplo, en 2016, 17 por ciento de los medios encuestados en América Latina no tenía ningún ingreso, número que cayó para solo 3 por ciento en 2019. En el nivel superior, el ingreso medio anual saltó de cerca de 500 mil dólares estadounidenses en 2016 a casi un millón de dólares estadounidenses en 2019.
“Aquellos medios que progresaron de un nivel de desarrollo de negocio a otro muestran que han agrandado su estructura (tamaño y diversidad de equipo), que han hecho un periodismo relevante, que están diversificando fuentes. Este desarrollo positivo es una combinación de varios factores que le dan más estructura a los medios”, dijo Iastrebner.
Otro punto positivo de la región es que los ingresos provenientes de lectores, que incluyen donaciones de personas físicas, programas de membresía, crowdfunding y suscripciones digitales, casi se duplicaron entre 2016 y 2019. Ese rubro pasó de 5 por ciento de ingresos totales promedio a 10 por ciento. De acuerdo con Iastrebner, esa aún es una proporción muy pequeña, pero el crecimiento de ese tipo de recursos en América Latina es una oportunidad.
“Claramente en la pandemia hubo un pico de tráfico e interés por encontrar información independiente y verificada. Esto, de la mano de una mayor cantidad de recursos en la región que les ayudan a los medios a entender los mecanismos de ingresos por lectores, muestra ese aumento”, dijo.
Este informe está disponible en español, inglés y portugués.
Este artículo fue escrito originalmente en portugués y traducido por César López Linares