En una nota titulada "¿Vencerá aquel que se apropia ilegalmente de tierras?", publicada el sábado 11 de febrero, el editor del Jornal Pessoal, Lúcio Flávio Pinto, explica que el Tribunal Superior de Justicia de Brasil rechazó su recurso en la demanda presentada por una de las mayores empresas contratistas del país y lo condenó a pagar una indemnización por daños morales de unos 4.600 dólares (valor que será ajustado cuando se ejecute la sentencia), informó el site Socioambiental.
Pinto se ha destacado por la cobertura de temas medioambientales y tráfico de materias primas en la Amazonía brasileña. En 1999 denunció en su periódico independiente la apropiación ilegal de tierras por parte del dueño de la constructora de Parána C. R. Almeida, quien se habría adjudicado casi cinco millones de hectáreas en el valle del río Xingú (en el estado de Pará), además de depósitos minerales y otros recursos naturales de la región amazónica. La Policía Federal comprobó la denuncia, pero el empresario no fue detenido pues el crimen ya estaba prescrito, explicó Portal Imprensa.
Sus numerosas denuncias de corrupción, tala ilegal y tráfico de madera le han generado a Pinto, único editor del Jornal Pessoal, más de 33 procesos judiciales, además de varias amenazas.
"Después de haber sufrido todo tipo de violencia, incluso agresiones físicas, sé lo que me espera. Pero no desistiré de hacer lo que a mí me compete: periodismo. Algo que los poderes [del Estado], sobre todo el judicial en Pará, quieren ver extinto si no puede ser domesticado en conformidad con los intereses de los dueños de la voz pública. Vamos a examinar el juicio y apelar", afirmó Pinto en su editorial.
Luego de la noticia del revés judicial, el periodista recibió el apoyo de sus colegas en varios sitios de noticias y blogs, quienes reprodujeron el manifiesto "Periodista amenazado: todos somos Lúcio Flávio", publicado originalmente en un blog. En él, el periodista Raul Bastos destaca el acoso judicial sufrido por Pinto, un ejemplo de cómo los tribunales se han convertido en un instrumento de censura en Brasil. "El problema mayor es la presión sistemática que sufre él [Pinto] de parte de los poderosos de la región por publicar artículos que denuncian humillaciones e incomodan precisamente a los poderosos de la región. Han intentado callarlo de varias maneras, con intimidación y agresión, y él ha resistido valientemente", asegura Bastos en el documento.