Sin la identificación de dos cadáveres colgados en un puente de Nuevo Laredo, México, es difícil determinar si las víctimas realmente publicaron algo a través de un blog, cuenta de Twitter o Facebook, que pudiera interferir con las actividades del crimen organizado en esta ciudad fronteriza con Texas, opina la cadena CNN.
Un letrero amenazante acompañaba los cadáveres como advertencia contra usuarios de internet y redes sociales y hacía referencia a tres sitios que publican sobre hechos violentos: Frontera al Rojo Vivo, administrado por Grupo Reforma para que los ciudadanos reporten tiroteos y otros actos violentos en las ciudades del Norte de México; El Blog del Narco que publica sin censura imágenes y videos sobre el narcotráfico en México; así como Denuncia Ciudadana, un sitio de denuncias anóminas de la Procuraduría General de México.
Sin embargo, el Blog del Narco rechazó las amenazas porque nunca denuncian delitos. “No estamos a favor ni en contra de ningún grupo criminal, sólo reportamos lo que sucede”, según una declaración escrita que envió este sitio anónimo a la cadena CNN.
Los tres sitios mencionados siguen operando en forma anónima al igual que muchos comentarios en las redes sociales. “Las bandas criminales ejercen control sobre la prensa”, explica Carlos Lauría del Comité de Protección a los Periodistas al diario Washington Post. “En la ausencia de noticias, los ciudadanos usan Twitter y Facebook para informarse”.
En la vecina ciudad de Reynosa, el gobierno local difunde noticias sobre tiroteos o retenes a través de una cuenta de Twitter que tiene más de 34,000 seguidores, reportó The Ecnomist.
Además de amenazas como los cadáveres colgados, los usuarios de internet en México deben enfrentar los ataques de algunos gobiernos locales, dice la publicación Wired. Los estados de Tabasco, Estado de México y Veracruz han considerado leyes para encarcelar a usuarios de internet que difundan rumores falsos que provoquen pánico entre la poblaciónn.
En agosto, dos usuarias de Veracruz fueron sentenciadas a prisión por publicar una falsa alarma que movilizó a las fuerzas de seguridad y servicios de emergencia.