En diciembre de 2020, cuando las primeras vacunas comenzaron a distribuirse en todo el mundo, los periodistas tuvieron la tarea de pasar de informar sobre los desarrollos de la pandemia a cubrir un esfuerzo mundial de inmunización sin precedentes. Se esperaba que se convirtieran en expertos de la noche a la mañana en vacunas, cubriendo todo, desde ensayos clínicos hasta distribución.
Para ayudar a los periodistas a ampliar su experiencia, el Centro Knight para el Periodismo en las Américas de la Universidad de Texas en Austin se asoció con la Unesco y la Organización Mundial de la Salud (OMS) para ofrecer un seminario web gratuito sobre el desarrollo de vacunas. El webinar, que se llevó a cabo el 29 de enero, fue financiado en parte por la Unión Europea. Ahora está disponible en línea en español, inglés, portugués, francés, árabe, chino y ruso. Pronto se publicará una versión en hindi. El webinar se llevó a cabo como antelación del MOOC del Centro Knight que se ofrecerá sobre el mismo tema y que se anunciará en JournalismCourses.org a finales de este mes.
“Durante un año, los periodistas de todo el mundo se encontraron cubriendo la historia más importante de su vida”, dijo Mallary Tenore, directora asociada del Centro Knight para el Periodismo en las Américas. “Ahora se está llevando a cabo un esfuerzo de inmunización global, y los periodistas ahora se ven desafiados y con la oportunidad de cubrir los aspectos multidimensionales de la vacuna, tanto a nivel local como internacional”.
El seminario web contó con expertos médicos, periodistas de ciencia e investigadores que ofrecieron consejos sobre cómo informar mejor sobre la introducción y el lanzamiento de vacunas. Miles de personas se unieron al webinar en vivo, y las grabaciones de YouTube han sumado alrededor de 7.000 visitas en todo el mundo.
El evento estuvo dividido en tres secciones y fue moderado por la periodista científica y de salud Maryn McKenna, quien es investigadora sénior del Centro para el Estudio de la Salud Humana de la Universidad Emory en Atlanta, Georgia, EE.UU.
El primer panel contó con cinco periodistas científicos que discutieron las mejores prácticas para la cobertura de vacunas y cómo combatir la información falsa y las campañas de desinformación. En el segundo segmento, expertas en ciencia y salud explicaron cómo los periodistas deberían abordar la cobertura de las vacunas sin exagerar los nuevos desarrollos. En el panel final, los investigadores discutieron los desafíos logísticos y socioeconómicos con la distribución internacional de vacunas.
“El año pasado debería haberle enseñado al mundo que el periodismo independiente y profesional es absolutamente vital”, dijo Guy Berger, director de libertad de expresión y desarrollo de medios de la Unesco. “Casi todo el mundo hoy en día puede apreciar fácilmente que los periodistas son esenciales para monitorear la variedad de respuestas a la pandemia.”
Usando una lente global para informar sobre vacunas
En la actualidad, los periodistas están tratando de abordar la información sobre un esfuerzo de inmunización mundial que es extremadamente complejo. Las vacunas en sí son diferentes en todo el mundo y la capacidad de acceder a ellas depende de la región.
Si bien los periodistas científicos que estuvieron en el primer panel reconocieron que puede ser difícil para los reporteros manejar la cobertura de COVID-19 incluso a nivel local, enfatizaron en la necesidad de pensar en la pandemia también a nivel global, incluido el acceso desigual a las vacunas.
Por ejemplo, en América Latina el despliegue de la vacuna ha sido casi inexistente hasta ahora, según el periodista científico argentino Federico Kukso. Debido a esto, los periodistas latinoamericanos a menudo se enfocan en el despliegue a través de una lente sociopolítica.
“Estamos viendo cómo otros países están vacunando en el ínterin, principalmente porque, como saben, en América Latina, no tenemos muchas vacunas”, dijo Kukso, quien es miembro de la junta de la Federación Mundial de Periodistas Científicos. “La región ha sido descuidada, o ignorada, por las empresas farmacéuticas, a pesar de que países como Argentina, Perú, Chile, fueron los lugares donde se han realizado muchos de los ensayos clínicos de estas vacunas”.
El periodista francés Yves Sciama se hizo eco de la necesidad de centrarse en los problemas geopolíticos y dijo que el lanzamiento de la vacuna ha dado a los periodistas la oportunidad de expandirse más allá de los informes estrictamente técnicos y centrarse en la historia más grande.
“El tema de las vacunas es realmente una muy buena herramienta para que los periodistas lleguen al corazón de cómo funcionan nuestras sociedades y sobre nuestros valores”, dijo Sciama. “¿Quién recibe la vacuna con prioridad? Eso dice mucho sobre nuestras sociedades”.
Otro tema destacado por los científicos fue la ola de desinformación que se ha convertido en su propio tipo de enfermedad.
“En las últimas semanas y meses hemos escuchado historias absurdas sobre vacunas con microchips que espían a las personas o vacunas que convierten a las personas en cocodrilos, por ejemplo. Es extraño, pero sucedió aquí en Brasil”, ”, dijo André Biernath, reportero científico de BBC Brasil y presidente de la Red Brasileña de Periodistas Científicos.
Los periodistas científicos deben desacreditar ese tipo de información, pero también deben respetar y responder a las dudas de la gente, agregó.
Biernath señaló que en Brasil, este tipo de desinformación proviene del gobierno, mientras que Kukso dijo que es un problema con los grandes medios de comunicación, especialmente los que se oponen al gobierno.
“Ellos prestan mucha atención a los efectos adversos de las vacunas”, dijo Kukso. “Los medios saben que el miedo atrae clics y, en estos tiempos de crisis de la prensa, esto es muy importante”.
Cómo reportar sobre vacunas
Al informar sobre el lanzamiento de la vacuna desde un punto de vista global, es importante que los periodistas prioricen la cobertura que sea práctica para las personas de todo el mundo, especialmente para aquellos que aún no tienen acceso a las vacunas, según las expertas del segundo panel. El periodismo que simplemente regurgita las tasas de eficacia puede estar perdiendo el sentido, dijeron las expertas. La información puede ser abrumadora e incluso engañosa sin el contexto adecuado.
Ana María Henao-Restrepo, quien trabaja con la OMS en la preparación y respuesta a emergencias de salud, dijo que es importante que los periodistas no exageren el papel de las vacunas. Es tentador, dice, que los periodistas aprovechen la exageración en torno a las vacunas y las tasas de eficacia, pero perjudica a sus audiencias globales.
“Está bastante de moda y muy sexy hablar sobre vacunas y arrojar cifras sobre la eficacia de la vacuna, pero para la persona común que está escuchando, esta persona puede recibir el mensaje equivocado de que no puede hacer nada hasta que la vacuna llegue su brazo”, dijo Henao-Restrepo. “Pero hoy pueden hacer mucho”.
Si bien es importante explicar la ciencia detrás de las vacunas para combatir la desinformación e información falsa contra la vacunación, los periodistas deben continuar informando sobre los métodos de prevención que han demostrado reducir la transmisión, dijeron las científicas.
Temas como el uso de mascarillas, el distanciamiento social y el lavado de manos son tan importantes hoy como lo eran hace un año, dijeron. Informar sobre estos temas brinda a las personas de todo el mundo más capacidad de acción en su respuesta a la pandemia, independientemente de si sus países ya están distribuyendo vacunas o no.
“Se trata del control global de esta pandemia y no de si una vacuna funciona un poco mejor en una determinada población que otra”, dijo la coronaviróloga Angela Rasmussen.
Desafíos logísticos con la distribución de vacunas
Sin embargo, otra parte de la responsabilidad de los periodistas al informar sobre las vacunas será cubrir los desafíos de distribución. El problema es doble. Hay problemas logísticos con la administración de vacunas y también hay problemas con la forma en que se perciben las vacunas. A través de reportajes confiables y transparentes, los periodistas pueden comenzar a arrojar luz sobre estos temas, según los panelistas investigadores y expertos en el tercer segmento del webinar.
Uno de los principales problemas logísticos de la distribución de vacunas es la necesidad de mantener una cadena de frío o un conjunto de temperaturas necesarias para garantizar la potencia de una vacuna. Sin estas temperaturas heladas, una vacuna puede estropearse. Las temperaturas pueden ser difíciles de mantener, especialmente en áreas rurales y de bajos ingresos. La cadena de frío junto con la distribución desigual de la vacuna ha provocado desigualdades en el acceso entre países.
Katherine O’Brien, quien trabaja en la Organización Mundial de la Salud, agregó que algunos países se comprometieron a recibir una cantidad de vacunas mayor que la cantidad de personas en su país. Dijo que la OMS está animando a estos países a redistribuir las vacunas adicionales.
“Ese es un problema que estamos viendo, ¿está el mundo realmente siguiendo el camino y no solamente hablando sobre la asignación equitativa y justa?”, preguntó O’Brien. “La razón por la que es tan importante es que no saldremos de esta pandemia de un país a la vez”.
Los hechos basados en la epidemiología, la ciencia y la economía han apuntado a la necesidad de una respuesta global, dijo.
Fuera de los puntos logísticos, también existe un problema con la forma en que las personas perciben las vacunas. En Estados Unidos, por ejemplo, alrededor del 33 por ciento de las personas encuestadas por la Fundación de la Familia Kaiser dijeron que no se vacunarían a menos que el trabajo o la escuela lo requirieran. Mientras tanto, alrededor del 40 por ciento de las personas encuestadas por la Escuela de Salud Pública de CUNY informaron que dudaban de las vacunas contra el COVID-19.
Los panelistas dijeron que la gente dudaba sobre la vacuna en gran parte porque estaban preocupados por los posibles efectos secundarios. Los periodistas, dijeron los panelistas, podrían ayudar a llenar estos vacíos de información.
“Los periodistas y los medios de comunicación son probablemente el vector más importante… para hacer llegar información a las personas para que tomen la decisión adecuada”, dijo Scott Ratzan, quien enseña salud comunitaria y ciencias sociales en CUNY. “Depende de todos nosotros tener una comunicación creativa e innovadora que no sea sólo el mensaje, sino también la dosis. Necesitamos enviar el mensaje una y otra vez que se basa en la ciencia y los hechos”.
Encuentre una lista multilingüe de recursos para periodistas que cubren las vacunas COVID-19 aquí.
*Este artículo fue escrito originalmente en inglés y fue traducido por Silvia Higuera.