El asesinato del cantautor argentino Facundo Cabral tras un concierto en Guatemala el sábado 9 de julio puso al país centroamericano bajo la lupa internacional. Aunque las autoridades venían dando aviso de crecientes niveles de violencia, la situación de Guatemala permaneció opacada en comparación con la devastación que ha causado en México las disputas entre bandas del narcotráfico y la guerra antidrogas del gobierno, con sus más de 35,000 muertos. A pesar de que los homicidios de periodistas en Guatemala no son todavía comunes como en su vecino del norte, el aumento de la violencia está imponiendo barrera
El Comité para la Protección de Periodistas (CPJ, por su nombre en inglés) celebró el arresto de un grupo de cinco sospechosos de asesinar al periodista comunitario Edinaldo Filgueira, bloguero y dirigente del Partido de los Trabajadores en el estado de Rio Grande do Norte.
Tras una investigación de poco más de seis semanas, la policía venezolana concluyó que el asesinato del periodista Wilfred Ojeda fue a causa de una venganza por una deuda financiera y no tuvo relación con su actividad periodística, reportó ACN.
El periodista Mário Randolfo Marques Lopes, dueño del periódico digital Vassouras na Net, fue baleado la tarde del 6 de julio en su residencia en el municipio de Vassouras, al interior del estado de Río de Janeiro, reportó el sitio Diário do Vale.
En una operación conjunta, las policías federal y civil del estado brasileño de Rio Grande do Norte arrestaron el 2 y 3 de julio a cinco sospechosos por el homicidio de Ednaldo Filgueira, periodista comunitario, bloguero y presidente del directorio local del Partido de los Trabajadores, informó el sitio No Minuto.
El periodista mexicano Ángel Castillo Corona, columnista del diario digital Portal, fue asesinado junto a su hijo menor por individuos que lo asaltaron cuando viajaba en una carretera en las inmediaciones del municipio de Tianguistenco, en el Estado de México, la madrugada del domingo 3 de julio, reportó el propio medio. Castillo es el tercer periodista asesinado en México en un mes, mientras otro reportero fue secuestrado en el mismo período y el cuerpo de otro fue hallado en una fosa clandestina.
Tras la ola de asesinatos de periodistas en Honduras en 2010 que llevaron al presidente Porfirio Lobo a pedir ayuda al FBI de Estados Unidos para esclarecer los casos, el nuevo año ha sumado ya tres nuevas víctimas al conteo de los efectos de la violencia. Adán Benítez, veterano locutor y periodista que trabajó durante más de 16 años en emisoras de radio y televisión, fue asesinado a tiros cuando se dirigía a su casa en la ciudad portuaria de La Ceiba, en el Caribe hondureño, la noche del 4 de julio, reportó La Prensa Gráfica.
El escritor y periodista Jorge Arquímides Manchamé Palma fue asesinado en el municipio de Esquipulas, en el departamento de Chiquimula, al sureste de Guatemala, el domingo 3 de julio, informó Prensa Libre. Manchamé es el segundo periodista en ser asesinado en Guatemala en menos de dos meses.
El periodista independiente Luis Eduardo Gómez, quien era testigo de la Fiscalía en una investigación sobre los vínculos entre políticos y paramilitares, fue asesinado por dos desconocidos que le dispararon desde una motocicleta el jueves 30 de junio en Arboletes, Antioquia, en el noroeste de Colombia, informaron El Espectador y la Fundación Para la Libertad de Prensa (FLIP).
El gobierno del estado mexicano de Veracruz ofreció una recompensa de poco más de un cuarto de millón de dólares (3 millones de pesos mexicanos) por informaciones sobre el paradero del asesino de un periodista, reportó El Universal.
Desconocidos arrojaron una bomba incendiaria y quemaron una camioneta del programa de televisión Juez Justo TV, que conduce el ex coronel de policía Benedicto Jiménez, informó Panamericana Televisión. El atentado ocurrió en Lima, la capital de Perú, la madrugada del miércoles 29 de junio.
El Foro de Periodismo Argentino (FOPEA) denunció una serie de amenazas y ataques anónimos en contra de un periodista en el sur de Argentina, reportó Diario Uno. Mario Sánchez, reportero de radio y además miembro de la directiva del sindicato de prensa en Neuquén, en la Patagonia argentina, sufrió recientemente el robo e incendio de su casa y, pocos días después, recibió llamadas telefónicas intimidatorias, un mensaje con una amenaza de muerte y desconocidos arrojaron botellas con combustible en el patio de su vivienda, relató El Diario de la Rioja.