Héctor Gordoa Márquez, uno de los cuatro periodistas secuestrados el 26 de julio en el estado de Durango, fue dejado en libertad por sus captores y llegó el jueves 29 de julio hasta las instalaciones de Televisa en Torreón, donde trabaja, reportaron La Jornada y El Diario.
Una periodista de Mato Grosso, en la región centro-oeste de Brasil, denunció que está siendo perseguida desde que comenzó a investigar un supuesto desvío fondos en la ciudad de Sinop, reportó la version digital de Folha de S. Paulo.
A los cuatro periodistas secuestrados en Durango el lunes —cuyo paradero es aún desconocido— se suma ahora el periodista Ulises González García. El director del semanario La Opinión, de la ciudad de Jerez (Zacatecas), fue sacado a la fuerza de su casa la madrugada del miércoles por un comando armado y se presume que el objetivo es pedir un rescate, reportó La Jornada.
El periodista Gabriel Bustamante, de la Radio Ayolas FM y corresponsal de los periódicos La Nación y Crónica en Ayolas, región del Paraguay en la frontera con Argentina, sobrevivió a tres intentos de asesinato la semana pasada, denunciaron el Sindicato de Periodistas de Paraguay y la organización de defensa de la libertad de prensa Reporteros Sin Fronteras (RSF), al tiempo que exigieron castigo para los responsables.
Dos reporteros y dos camarógrafos desaparecieron el lunes 26 de julio en Gómez Palacio (estado de Durango), donde se desató un escándalo por el uso de reos como sicarios, reportó La Jornada. Los secuestros, atribuidos al crimen organizado, buscarían influir en la cobertura de la prensa.
La Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP) de Colombia denunció la desaparición hace 20 días del cineasta y reportero gráfico independiente Rodolfo Flórez en el puerto de Buenaventura. Según EFE, llamadas anónimas a su familia han pedido “no buscarlo”.
Un reporte especial del Comité para la Protección de Periodistas (CPJ, por su nombre en inglés) acusa al gobierno de propiciar “un clima de ilegalidad” que ha llevado a la muerte de nueve comunicadores este año, siete de ellos en apenas dos meses.
Periodistas, autoridades y los jefes de la policía en Chihuahua, en el norte de México y uno de los estados más golpeados por la violencia del narcotráfico en los últimos años, iniciaron las discusiones para crear el primer “protocolo de seguridad para periodistas que cubren zonas de riesgo” en el país, informaron Devenir y Ahoramismo.
Con los periodistas en la mira del crimen organizado y la impunidad de los crímenes contra reporteros, declarar una guerra editorial contra la corrupción y el narcotráfico puede parecer suicida. Según relata Oscar Medina en Prodavinci, ésa es precisamente la opción del semanario mexicano Zeta, publicado en Tijuana.
Latinoamérica se convirtió en la zona más peligrosa del mundo para el ejercicio del periodismo, tras superar a Asia, Oriente Medio y el norte de África en la cifra de asesinatos de profesionales de la prensa en el primer semestre de 2010, según un informe del Instituto Internacional de Prensa (IPI, en inglés), reportaron la agencia de noticias Europa Press y Periodista Digital.
Ciudad Juárez es considerada una de las ciudades más violentas del mundo y la semana pasada vivió un hecho inédito en México: el ataque a agentes federales con un coche bomba. El camarógrafo Luis Hernández Núñez, de la cadena Telecinco, grabó el momento de la explosión y resultó herido, reportó El Universal.
La Jornada informa que tanto la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos contra la Libertad de Expresión como la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) investigarán la denuncia del fotoperiodista Irineo Mujica Arzate, quien acusa a personal de Instituto Nacional de Migración (INM) de golpearlo y robarle su equipo de trabajo.