Por primera vez, una periodista que fue detenida arbitrariamente y torturada a fines de 2005 tras revelar una presunta red de corrupción a nivel gubernamental recibió disculpas públicas del Gobierno mexicano por lo sucedido.
Otro avance en el caso del asesinato en 2014 del periodista paraguayo Pablo Medina y su asistente Antonia Almada se registró en los últimos días.