El periodista veracruzano Rodrigo Acuña se encuentra en estado crítico luego de ser baleado por desconocidos en la puerta de su casa la noche del 23 de noviembre, en México.
El concejal sospechoso de ordenar el asesinato del radialista Jairo de Souza, muerto en el estado brasileño de Pará el 21 de junio de este año, se entregó a la policía, de acuerdo con la Asociación Brasileña de Periodismo Investigativo (Abraji, por sus acrónimo en portugués).
En México, matar a un periodista es como “matar a nadie”. Así atestiguan los altos índices de violencia contra comunicadores y de impunidad en estos casos. De esta premisa partió el colectivo Reporteras en Guardia, que reúne a 140 periodistas – todas mujeres – en 24 de los 32 estados mexicanos (incluyendo la Ciudad de México) dedicadas a recordar a cada uno de los 176 compañeros asesinados o desaparecidos en el país desde el año 2000 hasta octubre de 2018.
Manuel Durán Ortega, periodista salvadoreño con base en Memphis, Tennessee, recibió una suspensión de deportación por un periodo de dos semanas mientras el Undécimo Circuito de la Corte de Apelaciones de los Estados Unidos evalúa su pedido de suspender de emergencia su deportación, reportó la organización Southern Poverty Law Center (SPLC).
La impunidad de los asesinatos a periodistas en Brasil es algo cada vez más frecuente en el interior del país, de acuerdo con un informe reciente de Artículo 19, "El ciclo del silencio: impunidad en los asesinatos de comunicadores".
Son 420 violaciones contra la libertad de prensa las que se han registrado desde que comenzaron las protestas en Nicaragua el pasado abril, de acuerdo con un nuevo reporte de la Fundación Violeta Barrios de Chamorro (FVBCH).
En América Latina y el Caribe, solo el 18% de los casos de periodistas asesinados, o 41 de los 226 casos condenados por la Unesco entre 2006 y 2017, han sido reportados como resueltos por los Estados miembro, según la Unesco.
Antes y durante las elecciones presidenciales en Brasil, que tuvieron lugar el 28 de octubre, los periodistas fueron blanco de amenazas físicas, verbales y digitales, además de agresiones.
Durante 2018, 30 periodistas han sido asesinados en los países del continente americano, 20 de ellos solo entre abril y octubre. Esta fue una de las conclusiones de la 74 Asamblea General de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), celebrada del 19 al 22 de octubre en Salta, Argentina.
México, Colombia y Brasil se encuentran entre los 14 principales países del mundo donde los asesinos de periodistas no son castigados en los tribunales.
El periodista mexicano Emilio Gutiérrez Soto solicitó nuevamente asilo para él y su hijo en una corte de inmigración de El Paso, Texas, 10 años después de que se entregara en un punto de control en la frontera entre Estados Unidos y México, y más de un año después de que su petición fuera negada.
Un ingeniero y locutor de radio en Acapulco, estado de Guerrero, fue asesinado la noche del 24 de octubre después de que personas armadas dispararan contra la camioneta – identificada con los logos del medio periodístico – que conducía cuando regresaba de realizar un trabajo.