"La Policía Legislativa del Congreso [de Brasil] pasó con un perro por la Sala Verde de la Cámara de Diputados registrando mochilas y bolsos de periodistas 45 minutos antes de la hora prevista para el inicio de la ceremonia de investidura de Luiz Inácio Lula da Silva.
Para acceder al Congreso, los profesionales de la prensa pasaron por dos detectores de metales. Lo mismo ocurre para ir a los baños, a los que sólo se podía acceder hasta las 14.00 horas, una hora antes de la ceremonia.
Las medidas de seguridad adicionales se adoptaron debido a las recientes y recurrentes amenazas de bomba en Brasilia. Se aconsejó al presidente que llevara puesto un chaleco antibalas".
