El Estado colombiano será juzgado por la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) en el caso del secuestro, tortura y violencia sexual del que fue víctima la periodista Jineth Bedoya Lima hace 19 años.
Un jurado popular condenó a un hombre a seis años de prisión por participar en el asesinato de un periodista brasileño en 1998. Poco después del juicio, la sentencia fue cuestionada por el Ministerio Público por considerarla muy baja.
El Fiscal General del estado de Quintana Roo, México, informó que un hombre estaba bajo la custodia de la fiscalía por “su probable participación” en el asesinato de un comunicador el 16 de mayo en la colonia Forjadores.
La candidata a la presidencia de Guatemala Sandra Torres retiró su solicitud de medidas cautelares, las cuales pidió al demandar penalmente por feminicidio a un grupo de editores del diario de periodismo independiente elPeriódico.
Un alto representante de la iglesia católica peruana que acusó por difamación a una periodista de investigación peruana, desistió de la querella judicial en su contra.
Organizaciones de libertad de prensa de América Latina y Estados Unidos salieron en defensa de Daniel Santoro y otros tres periodistas argentinos después de haber sido mencionados por un juez en una investigación sobre supuestas extorsiones y espionaje ilegales que habrían sido hechas por el falso abogado Marcelo D’Alessio.
La representante de Estados Unidos Debbie Dingell, del partido demócrata por el estado de Michigan, presentó un proyecto de ley privado (private bill) en el Congreso para otorgar al periodista mexicano Emilio Gutiérrez Soto luego una visa de inmigrante o el estado de residente permanente luego de que su caso de asilo fuera negado en febrero.
Funcionarios venezolanos liberaron al periodista alemán Billy Six el 15 de marzo, luego de pasar cuatro meses en detención.
Un juez de inmigración de Estados Unidos volvió a negar el pedido de asilo a un periodista mexicano que huyó de su país hace una década por temor por su vida.
Las preocupantes cifras de violencia contra la prensa en México – señalado por diversas organizaciones como uno de los países más peligrosos para ejercer el periodismo – se vuelven aún más dramáticas cuando se hace un paralelo con las de impunidad.