Ante la crisis económica que ha generado la pandemia de COVID-19 y la ola de desinformación que se expande como el virus por todo el mundo, el periodismo es más que nunca considerado como un servicio esencial.
La crisis del modelo tradicional de negocio del periodismo se ha intensificado con esta pandemia del coronavirus. En Brasil, los periódicos están despidiendo a los trabajadores, recortando las horas laborales y sus salarios bajo el argumento de que ya están sintiendo los efectos económicos de la crisis. Según la Federación Nacional de los Periodistas (Fenaj, por su acrónimo en portugués), los trabajadores han tenido recortes de hasta el 70 por ciento en sus remuneraciones.
Reducción o suspensión de ediciones impresas, recortes salariales y despidos masivos. La pandemia del coronavirus ha afectado la salud financiera de las compañías de medios en América Latina en un momento en que el trabajo periodístico es esencial para la sociedad.
El Presidente de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la Organización de los Estados Americanos (CIDH-OEA), Joel Hernández García, describió el momento actual de la libertad de expresión en Brasil como "inusual".
En el Día Internacional de la Mujer, 8 de marzo, miles de mujeres incluidas periodistas mujeres salieron a las calles de las principales ciudades de México, Brasil, Argentina y Chile.
La red de noticias CNN licenció su marca para operar en Brasil a partir del segundo semestre de 2019. El canal CNN Brasil será administrado por un nuevo grupo de medios, según se anunció vía Twitter.
Salarios muy bajos, inestabilidad laboral y un alto riesgo son las condiciones laborales que enfrenta la prensa en México. “Está devaluada la profesión porque la gente sabe que es peligroso ser periodista y que además, pagan mal”, dijo Ariel Muñoz, rector de la Universidad de Morelia, en una entrevista telefónica con el Centro Knight para el Periodismo en las Américas.