Learn the meaning of advanced AI terms such as data mining, predictive analytics, and semantic search. See examples of how journalists and news outlets around the world have applied these concepts to make the most of AI in their daily work.
To help reporters navigate the evolving technological landscape, the Knight Center is offering a FREE, four-week course: “Prompt Engineering 101 for Journalists.”
At least half a dozen Dominican journalists were targeted online after being accused of receiving support from the U.S. government, highlighting how U.S. political narratives resonate in Latin America.
Zamora, known for exposing government corruption, was put behind bars after four months in house arrest. Press freedom groups say it’s part of an effort to silence critical reporting. It’s ‘arbitrary and illegal,’ his son José says.
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La reciente orden ejecutiva del presidente Donald Trump de suspender la ayuda financiera de Estados Unidos a organizaciones extranjeras desató una batalla en el periodismo en República Dominicana.
Algunos comentaristas y medios digitales han acusado a periodistas de recibir miles de dólares de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés), mientras que locutores o presentadores de televisión han exigido la publicación de listas de beneficiarios.
Esta controversia refleja cómo las narrativas políticas en Estados Unidos tienen eco en América Latina, y pueden alimentar campañas de desinformación y descrédito. Incluso dirigentes de países latinoamericanos han acusado a los medios de comunicación y a los periodistas que aceptaron el apoyo financiero de organizaciones respaldadas por Estados Unidos de ser menos independientes.
La retórica de que USAID opera como una red de corrupción y propaganda "woke" ha sido promovida por funcionarios estadounidenses y ha encontrado terreno fértil en países como República Dominicana- aunque es algo que ha sido negado por los periodistas.
“Estas personas que ahora se dicen anti Usaid, anti Estados Unidos, son las personas más conservadoras de la sociedad dominicana”, dijo a LatAm Journalism Review (LJR) Adalberto Grullón Morillo, profesor de periodismo de la Universidad Católica Madre y Maestra en Santiago. “Y han encontrado con el nuevo gobierno de los Estados Unidos un gran espaldarazo”.
Los periodistas atacados en redes sociales han sido acusados de ser antinacionalistas, de defender una agenda LGBTI y apoyar la “invasión haitiana”. Ellos han negado públicamente haber recibido dinero de USAID.
“Todos coincidimos en que somos críticos y defendemos los derechos humanos, los derechos de la mujer o derechos de los migrantes”, dijo a LJR Altagracia Salazar, una de las periodistas atacadas.
Por Katherine Pennacchio
La reciente orden ejecutiva del presidente Donald Trump de suspender la ayuda financiera de Estados Unidos a organizaciones extranjeras desató una batalla en el periodismo en República Dominicana.
Algunos comentaristas y medios digitales han acusado a periodistas de recibir miles de dólares de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés), mientras que locutores o presentadores de televisión han exigido la publicación de listas de beneficiarios.
Esta controversia refleja cómo las narrativas políticas en Estados Unidos tienen eco en América Latina, y pueden alimentar campañas de desinformación y descrédito. Incluso dirigentes de países latinoamericanos han acusado a los medios de comunicación y a los periodistas que aceptaron el apoyo financiero de organizaciones respaldadas por Estados Unidos de ser menos independientes.
La retórica de que USAID opera como una red de corrupción y propaganda "woke" ha sido promovida por funcionarios estadounidenses y ha encontrado terreno fértil en países como República Dominicana- aunque es algo que ha sido negado por los periodistas.
“Estas personas que ahora se dicen anti Usaid, anti Estados Unidos, son las personas más conservadoras de la sociedad dominicana”, dijo a LatAm Journalism Review (LJR) Adalberto Grullón Morillo, profesor de periodismo de la Universidad Católica Madre y Maestra en Santiago. “Y han encontrado con el nuevo gobierno de los Estados Unidos un gran espaldarazo”.
Los periodistas atacados en redes sociales han sido acusados de ser antinacionalistas, de defender una agenda LGBTI y apoyar la “invasión haitiana”. Ellos han negado públicamente haber recibido dinero de USAID.
“Todos coincidimos en que somos críticos y defendemos los derechos humanos, los derechos de la mujer o derechos de los migrantes”, dijo a LJR Altagracia Salazar, una de las periodistas atacadas.
Por Katherine Pennacchio
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El periodista guatemalteco José Rubén Zamora Marroquín fue devuelto a la prisión Mariscal Zavala el lunes 10 de marzo, luego de que un tribunal de apelaciones revocara una medida que le otorgó arresto domiciliario desde octubre del año pasado.
Durante una audiencia el 10 de marzo, el juez suplente del Juzgado Segundo de Instancia Penal, Erick García, ordenó el regreso de Zamora Marroquín a la cárcel acatando una decisión de la Sala Tercera de Apelaciones del 4 de marzo. La Sala de Apelaciones anuló el proceso en contra de Zamora Marroquín y revocó la decisión del mismo juez García quien en 2024 había concedido la prisión domiciliaria.
“La orden de la Sala tercera de Apelaciones es ilegal y arbitraria. Abusando de un formalismo legal para violar el principio de inocencia”, dijo a LatAm Journalism Review (LJR) José Carlos Zamora, hijo del Zamora Marroquín. “La prisión preventiva es una medida excepcional. Todos tenemos derecho a defendernos en libertad”.
En la audiencia del 10 de marzo, el juez García señaló que mantenía su criterio que en el caso de Zamora Marroquín se había excedido el plazo de prisión preventiva al haber estado más de dos años en la cárcel sin una sentencia ni un juicio formal. También informó que tanto él como otros miembros de su juzgado están recibiendo “amenazas e intimidaciones por personas desconocidas”.
Abogados de Zamora Marroquín, de 68 años, interpusieron un recurso ante la Corte Suprema de Justicia, pero no ha sido resuelto.
Una declaración a LJR del Cyrus R. Vance Center for International Justice, que lleva la defensa internacional de Zamora Marroquín, señaló que la defensa del periodista presentó el recurso de amparo al considerar que los argumentos aceptados por la Sala de Apelaciones no procedían en este caso.
La Cámara de Amparo y Antejuicio de la Corte Suprema ya tenía programada una sesión para conocer de este amparo, pero fue suspendida repentinamente, según la declaración.
Por Silvia Higuera
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El periodista guatemalteco José Rubén Zamora Marroquín fue devuelto a la prisión Mariscal Zavala el lunes 10 de marzo, luego de que un tribunal de apelaciones revocara una medida que le otorgó arresto domiciliario desde octubre del año pasado.
Durante una audiencia el 10 de marzo, el juez suplente del Juzgado Segundo de Instancia Penal, Erick García, ordenó el regreso de Zamora Marroquín a la cárcel acatando una decisión de la Sala Tercera de Apelaciones del 4 de marzo. La Sala de Apelaciones anuló el proceso en contra de Zamora Marroquín y revocó la decisión del mismo juez García quien en 2024 había concedido la prisión domiciliaria.
“La orden de la Sala tercera de Apelaciones es ilegal y arbitraria. Abusando de un formalismo legal para violar el principio de inocencia”, dijo a LatAm Journalism Review (LJR) José Carlos Zamora, hijo del Zamora Marroquín. “La prisión preventiva es una medida excepcional. Todos tenemos derecho a defendernos en libertad”.
En la audiencia del 10 de marzo, el juez García señaló que mantenía su criterio que en el caso de Zamora Marroquín se había excedido el plazo de prisión preventiva al haber estado más de dos años en la cárcel sin una sentencia ni un juicio formal. También informó que tanto él como otros miembros de su juzgado están recibiendo “amenazas e intimidaciones por personas desconocidas”.
Abogados de Zamora Marroquín, de 68 años, interpusieron un recurso ante la Corte Suprema de Justicia, pero no ha sido resuelto.
Una declaración a LJR del Cyrus R. Vance Center for International Justice, que lleva la defensa internacional de Zamora Marroquín, señaló que la defensa del periodista presentó el recurso de amparo al considerar que los argumentos aceptados por la Sala de Apelaciones no procedían en este caso.
La Cámara de Amparo y Antejuicio de la Corte Suprema ya tenía programada una sesión para conocer de este amparo, pero fue suspendida repentinamente, según la declaración.
Por Silvia Higuera
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Quando o presidente Luiz Inácio Lula da Silva anunciou que a 30ª Conferência das Nações Unidas sobre Mudanças Climáticas, também conhecida como COP30, aconteceria em Belém, ele refletiu sobre a importância do local para o evento.
"Eu já participei de COPs no Egito, em Paris, em Copenhague, e tudo o que as pessoas falam é sobre a Amazônia. Então, perguntei: por que não sediá-la em um estado amazônico, para que possam conhecer de fato o que é a Amazônia?", disse Lula.
Repórteres locais na região já estão se preparando para garantir que a Amazônia e as comunidades que a habitam estejam no centro das atenções quando milhares de líderes mundiais, jornalistas e outros envolvidos na agenda climática chegarem à cidade em novembro.
Eles buscam trabalhar com uma perspectiva amazônica, que priorize as vozes da região e evite temas superficiais e rasos sobre personalidades estrangeiras ou aspectos turísticos do evento. No entanto, também enfrentam desafios logísticos, como os altos custos de aluguel e transporte para Belém.
Com sede em Belém, a plataforma de jornalismo Amazônia Vox está em uma posição única para enfrentar o desafio. O veículo priorizou fontes locais e profissionais de comunicação na Amazônia desde sua fundação em 2023. O site também trabalha com os princípios do jornalismo de soluções em suas reportagens sobre o clima.
“Por um lado, o jornalista climático já cobre e fala desse assunto há muito tempo, e aí a gente perde quando não tem esse conhecimento. Mas por outro lado, a gente ganha quando conhece muito bem o território e as pessoas que estão nele e são de organizações daqui,” disse Daniel Nardin, diretor executivo do Amazônia Vox, à LatAm Journalism Review (LJR). ”Nossa pretensão e nossa vontade é tentar juntar esses dois mundos, esses dois conhecimentos e aí a gente faz um trabalho diferenciado”.
Por Marta Szpacenkopf
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Quando o presidente Luiz Inácio Lula da Silva anunciou que a 30ª Conferência das Nações Unidas sobre Mudanças Climáticas, também conhecida como COP30, aconteceria em Belém, ele refletiu sobre a importância do local para o evento.
"Eu já participei de COPs no Egito, em Paris, em Copenhague, e tudo o que as pessoas falam é sobre a Amazônia. Então, perguntei: por que não sediá-la em um estado amazônico, para que possam conhecer de fato o que é a Amazônia?", disse Lula.
Repórteres locais na região já estão se preparando para garantir que a Amazônia e as comunidades que a habitam estejam no centro das atenções quando milhares de líderes mundiais, jornalistas e outros envolvidos na agenda climática chegarem à cidade em novembro.
Eles buscam trabalhar com uma perspectiva amazônica, que priorize as vozes da região e evite temas superficiais e rasos sobre personalidades estrangeiras ou aspectos turísticos do evento. No entanto, também enfrentam desafios logísticos, como os altos custos de aluguel e transporte para Belém.
Com sede em Belém, a plataforma de jornalismo Amazônia Vox está em uma posição única para enfrentar o desafio. O veículo priorizou fontes locais e profissionais de comunicação na Amazônia desde sua fundação em 2023. O site também trabalha com os princípios do jornalismo de soluções em suas reportagens sobre o clima.
“Por um lado, o jornalista climático já cobre e fala desse assunto há muito tempo, e aí a gente perde quando não tem esse conhecimento. Mas por outro lado, a gente ganha quando conhece muito bem o território e as pessoas que estão nele e são de organizações daqui,” disse Daniel Nardin, diretor executivo do Amazônia Vox, à LatAm Journalism Review (LJR). ”Nossa pretensão e nossa vontade é tentar juntar esses dois mundos, esses dois conhecimentos e aí a gente faz um trabalho diferenciado”.
Por Marta Szpacenkopf
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Entre dos sillas, dos periodistas y un escenario, una escena toma forma.
A oscuras, entre 400 a 500 personas toman sus respectivos asientos para conocer un proyecto de palma que desplazó a los indígenas Sikuani de su territorio ancestral por más de 16 años.
Pero esto no es como las producciones teatrales que normalmente se llevan al escenario. La base para esta escena es una investigación periodística hecha por Rutas del Conflicto, medio especializado en cubrir el el conflicto armado, y Mongabay, especializado en cobertura ambiental.
“Cada vez que salimos de un espacio teatral, la gente tiene unas miradas mucho más cercanas de lo que se tiene en el territorio”, dijo Óscar Parra, director de Rutas del Conflicto, a LatAm Journalism Review (LJR).
Esta escenografía consiste en dos sillas de madera, donde los periodistas cumplen su rol de enganchar a una audiencia por una hora y media en vez de pocos minutos– como suele suceder a través de los medios en línea. Páginas y letras se convierten en algo vivo y visual que construye una conexión con la audiencia, dijo Parra.
“La diferencia es la forma práctica de entender una investigación”, dijo a LJR Juan Carlos Contreras, fotoperiodista de Rutas del Conflicto. “Muchas veces un texto es dispendioso de leer, las personas no lo entienden o no leen completo. Aquí hay interacción con el público”.
En el transcurso del stand-up, como los periodistas llaman a esta producción teatral, se le muestra a la audiencia una serie de fotografías, testimonios de los indígenas y documentos. De este modo, ellos logran entender la realidad de los Sikuani, dijo Contreras.
Cuando un consumidor de noticias lee una historia en línea, su tiempo es muy corto comparado con lo que sucede en el teatro. Para periodistas investigativos es difícil encontrar maneras que aumenten el tiempo de exposición de ojos en el texto publicado, dijo Parra.
Por Sara Solano Aguirre
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Entre dos sillas, dos periodistas y un escenario, una escena toma forma.
A oscuras, entre 400 a 500 personas toman sus respectivos asientos para conocer un proyecto de palma que desplazó a los indígenas Sikuani de su territorio ancestral por más de 16 años.
Pero esto no es como las producciones teatrales que normalmente se llevan al escenario. La base para esta escena es una investigación periodística hecha por Rutas del Conflicto, medio especializado en cubrir el el conflicto armado, y Mongabay, especializado en cobertura ambiental.
“Cada vez que salimos de un espacio teatral, la gente tiene unas miradas mucho más cercanas de lo que se tiene en el territorio”, dijo Óscar Parra, director de Rutas del Conflicto, a LatAm Journalism Review (LJR).
Esta escenografía consiste en dos sillas de madera, donde los periodistas cumplen su rol de enganchar a una audiencia por una hora y media en vez de pocos minutos– como suele suceder a través de los medios en línea. Páginas y letras se convierten en algo vivo y visual que construye una conexión con la audiencia, dijo Parra.
“La diferencia es la forma práctica de entender una investigación”, dijo a LJR Juan Carlos Contreras, fotoperiodista de Rutas del Conflicto. “Muchas veces un texto es dispendioso de leer, las personas no lo entienden o no leen completo. Aquí hay interacción con el público”.
En el transcurso del stand-up, como los periodistas llaman a esta producción teatral, se le muestra a la audiencia una serie de fotografías, testimonios de los indígenas y documentos. De este modo, ellos logran entender la realidad de los Sikuani, dijo Contreras.
Cuando un consumidor de noticias lee una historia en línea, su tiempo es muy corto comparado con lo que sucede en el teatro. Para periodistas investigativos es difícil encontrar maneras que aumenten el tiempo de exposición de ojos en el texto publicado, dijo Parra.
Por Sara Solano Aguirre
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Dos leyes de reciente entrada en vigor y la suspensión del financiamiento de agencias de Estados Unidos podrían dar la estocada final al periodismo independiente de Venezuela. Las nuevas legislaciones son parte de un largo historial de medidas restrictivas y de criminalización impuestas por el régimen del presidente Nicolás Maduro para silenciar voces críticas, de acuerdo con periodistas y expertos de ese país.
Aunque estas leyes no van dirigidas específicamente a la prensa, su impacto colateral restringiría el ejercicio del periodismo y la libertad de expresión, de acuerdo con organizaciones defensoras de la libertad de prensa, las cuales han expresado su preocupación por la potencial violación de derechos fundamentales y la obstaculización del flujo de la información.
Lo anterior, sumado a la reciente orden ejecutiva del presidente Donald Trump de suspender la ayuda financiera de Estados Unidos a organizaciones extranjeras, y a la narrativa de criminalización del gobierno de Maduro a los medios que recibían ese tipo de financiamiento, deja a la prensa independientes con muy pocas opciones para seguir ejerciendo su labor.
Una de las nuevas legislaciones en cuestión es la Ley de Fiscalización, Regularización, Actuación y Financiamiento de las Organizaciones no Gubernamentales y Organizaciones Sociales Sin Fines de Lucro. Conocida popularmente como Ley Anti ONG o Ley Antisociedad, fue aprobada el 15 de agosto de 2024 y puesta en vigor tres meses después.
Dicha normativa tiene por objetivo regular y supervisar las actividades de las ONG que operan en Venezuela. En ese país, gran parte de los medios independientes están constituidos como organizaciones sin fines de lucro, de acuerdo con el Instituto Prensa y Sociedad de Venezuela (IPYS).
La ley exige que las ONG se registren ante las autoridades con estatutos alineados a las nuevas normativas. Como parte de este proceso, deben proporcionar información detallada sobre sus finanzas, incluyendo el origen nacional o extranjero de sus fuentes de financiamiento, el registro de donaciones recibidas e, incluso, la identidad de sus donantes.
Por César López Linares
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Dos leyes de reciente entrada en vigor y la suspensión del financiamiento de agencias de Estados Unidos podrían dar la estocada final al periodismo independiente de Venezuela. Las nuevas legislaciones son parte de un largo historial de medidas restrictivas y de criminalización impuestas por el régimen del presidente Nicolás Maduro para silenciar voces críticas, de acuerdo con periodistas y expertos de ese país.
Aunque estas leyes no van dirigidas específicamente a la prensa, su impacto colateral restringiría el ejercicio del periodismo y la libertad de expresión, de acuerdo con organizaciones defensoras de la libertad de prensa, las cuales han expresado su preocupación por la potencial violación de derechos fundamentales y la obstaculización del flujo de la información.
Lo anterior, sumado a la reciente orden ejecutiva del presidente Donald Trump de suspender la ayuda financiera de Estados Unidos a organizaciones extranjeras, y a la narrativa de criminalización del gobierno de Maduro a los medios que recibían ese tipo de financiamiento, deja a la prensa independientes con muy pocas opciones para seguir ejerciendo su labor.
Una de las nuevas legislaciones en cuestión es la Ley de Fiscalización, Regularización, Actuación y Financiamiento de las Organizaciones no Gubernamentales y Organizaciones Sociales Sin Fines de Lucro. Conocida popularmente como Ley Anti ONG o Ley Antisociedad, fue aprobada el 15 de agosto de 2024 y puesta en vigor tres meses después.
Dicha normativa tiene por objetivo regular y supervisar las actividades de las ONG que operan en Venezuela. En ese país, gran parte de los medios independientes están constituidos como organizaciones sin fines de lucro, de acuerdo con el Instituto Prensa y Sociedad de Venezuela (IPYS).
La ley exige que las ONG se registren ante las autoridades con estatutos alineados a las nuevas normativas. Como parte de este proceso, deben proporcionar información detallada sobre sus finanzas, incluyendo el origen nacional o extranjero de sus fuentes de financiamiento, el registro de donaciones recibidas e, incluso, la identidad de sus donantes.
Por César López Linares
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En reconocimiento de los desafíos que el periodismo latinoamericano enfrenta a raíz de los rápidos cambios tecnológicos, los gobiernos hostiles a la prensa y la inestabilidad económica, el 18º Coloquio Iberoamericano de Periodismo Digital, que se celebrará el 29 de marzo en la Universidad de Texas en Austin, incluirá sesiones sobre la práctica del periodismo en el exilio, la sostenibilidad de los medios de comunicación y la investigación sobre el estado del periodismo en toda la región.
El programa completo y la lista de oradores de este evento especial, que está abierto a todos los participantes registrados del 26º Simposio Internacional de Periodismo Online (ISOJ), ya están disponibles. ¡Regístrate hoy para asistir al Coloquio en persona o de manera virtual!
El Coloquio, que se realizará íntegramente en español al día siguiente de ISOJ, se centra en la libertad de prensa y la innovación periodística en toda Iberoamérica. El Coloquio de este año, organizado conjuntamente por el Centro Knight para el Periodismo en las Américas y el Instituto de Estudios Latinoamericanos Teresa Lozano Long de la Universidad de Texas en Austin, es posible gracias al apoyo de Google News Initiative y el Fondo Internacional para los Medios de Interés Público (IFPIM, por sus siglas en inglés).
El programa de este año cuenta con 25 oradores de nueve países de las Américas.
La periodista venezolana Luz Mely Reyes, cofundadora y directora del sitio de noticias independiente nativo digital Efecto Cocuyo, pronunciará el discurso magistral “Reinventarse en el exilio: El viaje de los periodistas venezolanos en Estados Unidos”.
Periodistas nicaragüenses exiliados hablarán sobre los desafíos de informar fuera de su país de origen en un panel moderado por Carlos Lauría, director ejecutivo de la Sociedad Interamericana de Prensa, quien también hará un anuncio especial.
Por Knight Center
En reconocimiento de los desafíos que el periodismo latinoamericano enfrenta a raíz de los rápidos cambios tecnológicos, los gobiernos hostiles a la prensa y la inestabilidad económica, el 18º Coloquio Iberoamericano de Periodismo Digital, que se celebrará el 29 de marzo en la Universidad de Texas en Austin, incluirá sesiones sobre la práctica del periodismo en el exilio, la sostenibilidad de los medios de comunicación y la investigación sobre el estado del periodismo en toda la región.
El programa completo y la lista de oradores de este evento especial, que está abierto a todos los participantes registrados del 26º Simposio Internacional de Periodismo Online (ISOJ), ya están disponibles. ¡Regístrate hoy para asistir al Coloquio en persona o de manera virtual!
El Coloquio, que se realizará íntegramente en español al día siguiente de ISOJ, se centra en la libertad de prensa y la innovación periodística en toda Iberoamérica. El Coloquio de este año, organizado conjuntamente por el Centro Knight para el Periodismo en las Américas y el Instituto de Estudios Latinoamericanos Teresa Lozano Long de la Universidad de Texas en Austin, es posible gracias al apoyo de Google News Initiative y el Fondo Internacional para los Medios de Interés Público (IFPIM, por sus siglas en inglés).
El programa de este año cuenta con 25 oradores de nueve países de las Américas.
La periodista venezolana Luz Mely Reyes, cofundadora y directora del sitio de noticias independiente nativo digital Efecto Cocuyo, pronunciará el discurso magistral “Reinventarse en el exilio: El viaje de los periodistas venezolanos en Estados Unidos”.
Periodistas nicaragüenses exiliados hablarán sobre los desafíos de informar fuera de su país de origen en un panel moderado por Carlos Lauría, director ejecutivo de la Sociedad Interamericana de Prensa, quien también hará un anuncio especial.
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Pocos fenómenos unen a medios en la región como el de desiertos de noticias. El crecimiento del movimiento por entenderlo y sobre todo por buscar soluciones ha funcionado como llamado común a la lucha entre organizaciones que abogan por la libre expresión.
Y es que hablar de desiertos de noticias locales es para Irene Benito, coordinadora de nuevos proyectos del Foro de Periodismo Argentino (Fopea), hablar del futuro del periodismo.
“Nos estamos quedando con muy pocas voces”, le dijo a LatAm Journalism Review (LJR) Benito, quien en 2021 lideró la investigación de desiertos de noticias locales en Argentina. Según las cifras del momento, 47,9% de las localidades del país eran desiertos informativos.
En Brasil, el Atlas de la Noticia identificó en 2023 que casi la mitad (48,7%) de los municipios del país no tienen ningún medio periodístico al servicio de su población. En Colombia, en 2019 la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP) reveló que 8,8 millones de colombianos viven en zonas de silencio.
La muerte del periodismo, liderada por regímenes autocráticos que potencian el sentimiento anti-medios, así como una nueva generación que no ve en la profesión un campo de desarrollo han propiciado cada vez más este escenario, dice Benito.
No es entonces raro que, con el impulso de la Fundación Gabo, organizaciones en Argentina, Chile, Colombia, México y Perú desarrollen estudios para determinar por primera vez o actualizar la situación de los desiertos de noticias locales en esos países. De manera paralela, el pasado 10 de febrero, la FLIP anunció la alianza con otras cuatro organizaciones de la región para promover el establecimiento de políticas públicas que hagan frente a este fenómeno.
LJR habló con Benito, quien coordina de nuevo esta edición del estudio en Argentina y cuya metodología es usada en los otros países, sobre los desiertos de noticias, sus efectos y posibles caminos para darle solución.
La entrevista ha sido editada y condensada con el objetivo de brevedad y claridad.
Por Silvia Higuera
Pocos fenómenos unen a medios en la región como el de desiertos de noticias. El crecimiento del movimiento por entenderlo y sobre todo por buscar soluciones ha funcionado como llamado común a la lucha entre organizaciones que abogan por la libre expresión.
Y es que hablar de desiertos de noticias locales es para Irene Benito, coordinadora de nuevos proyectos del Foro de Periodismo Argentino (Fopea), hablar del futuro del periodismo.
“Nos estamos quedando con muy pocas voces”, le dijo a LatAm Journalism Review (LJR) Benito, quien en 2021 lideró la investigación de desiertos de noticias locales en Argentina. Según las cifras del momento, 47,9% de las localidades del país eran desiertos informativos.
En Brasil, el Atlas de la Noticia identificó en 2023 que casi la mitad (48,7%) de los municipios del país no tienen ningún medio periodístico al servicio de su población. En Colombia, en 2019 la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP) reveló que 8,8 millones de colombianos viven en zonas de silencio.
La muerte del periodismo, liderada por regímenes autocráticos que potencian el sentimiento anti-medios, así como una nueva generación que no ve en la profesión un campo de desarrollo han propiciado cada vez más este escenario, dice Benito.
No es entonces raro que, con el impulso de la Fundación Gabo, organizaciones en Argentina, Chile, Colombia, México y Perú desarrollen estudios para determinar por primera vez o actualizar la situación de los desiertos de noticias locales en esos países. De manera paralela, el pasado 10 de febrero, la FLIP anunció la alianza con otras cuatro organizaciones de la región para promover el establecimiento de políticas públicas que hagan frente a este fenómeno.
LJR habló con Benito, quien coordina de nuevo esta edición del estudio en Argentina y cuya metodología es usada en los otros países, sobre los desiertos de noticias, sus efectos y posibles caminos para darle solución.
La entrevista ha sido editada y condensada con el objetivo de brevedad y claridad.
Por Silvia Higuera
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“Necesito una traducción clara y precisa que sea adecuada para plataformas periodísticas como The New York Times, The Washington Post o The Guardian. El tono debe ser natural y coloquial, pero profesional, que garantice que el significado se adapte a un público de habla inglesa. Además, se debe seguir el Libro de Estilo de The Associated Press”.
Esto es lo que dice el prompt (instrucción) que usa el Centro de Periodismo Investigativo (CPI), una galardonada organización independiente de noticias de Puerto Rico, para traducir sus historias de español a inglés a través de la inteligencia artificial.
En diciembre de 2023, el CPI recibió una beca del American Journalism Project (AJP), organización con sede en Washington D.C. que apoya el trabajo de medios de noticias locales y sin fines de lucro, para ampliar el alcance de sus historias a públicos de habla inglesa. El resultado ha sido la integración de un asistente de IA en las traducciones del CPI que, según sus creadores, no compromete la calidad y los matices culturales de las historias.
Llegar a ese resultado requirió meses de ensayo y error.
Noel Algarín, editor en inglés del CPI, fue el encargado de liderar el proyecto que comenzó en el verano de 2024. El primer ejercicio que hizo fue tomar múltiples historias ya publicadas en español y traducirlas utilizando cinco herramientas distintas de inteligencia artificial: ChatGPT, DeepL, Microsoft Word, Google Translate, y Claude.
La herramienta de IA que mostró el mejor desempeño fue Chat GPT. “Las demás herramientas mostraron incoherencias significativas, como cambiar el género de las personas mencionadas en los relatos, omitir pasajes enteros del texto, ignorar los acentos o producir traducciones demasiado literales”, dijo Algarín a LatAm Journalism Review (LJR).
A partir de ahí, Algarín creó un flujo de trabajo para que las traducciones de ChatGPT estuviesen respaldadas por la revisión de editores. También fue probando diferentes prompts para dar instrucciones más detalladas de traducción a la herramienta.
Por Katherine Pennacchio
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“Necesito una traducción clara y precisa que sea adecuada para plataformas periodísticas como The New York Times, The Washington Post o The Guardian. El tono debe ser natural y coloquial, pero profesional, que garantice que el significado se adapte a un público de habla inglesa. Además, se debe seguir el Libro de Estilo de The Associated Press”.
Esto es lo que dice el prompt (instrucción) que usa el Centro de Periodismo Investigativo (CPI), una galardonada organización independiente de noticias de Puerto Rico, para traducir sus historias de español a inglés a través de la inteligencia artificial.
En diciembre de 2023, el CPI recibió una beca del American Journalism Project (AJP), organización con sede en Washington D.C. que apoya el trabajo de medios de noticias locales y sin fines de lucro, para ampliar el alcance de sus historias a públicos de habla inglesa. El resultado ha sido la integración de un asistente de IA en las traducciones del CPI que, según sus creadores, no compromete la calidad y los matices culturales de las historias.
Llegar a ese resultado requirió meses de ensayo y error.
Noel Algarín, editor en inglés del CPI, fue el encargado de liderar el proyecto que comenzó en el verano de 2024. El primer ejercicio que hizo fue tomar múltiples historias ya publicadas en español y traducirlas utilizando cinco herramientas distintas de inteligencia artificial: ChatGPT, DeepL, Microsoft Word, Google Translate, y Claude.
La herramienta de IA que mostró el mejor desempeño fue Chat GPT. “Las demás herramientas mostraron incoherencias significativas, como cambiar el género de las personas mencionadas en los relatos, omitir pasajes enteros del texto, ignorar los acentos o producir traducciones demasiado literales”, dijo Algarín a LatAm Journalism Review (LJR).
A partir de ahí, Algarín creó un flujo de trabajo para que las traducciones de ChatGPT estuviesen respaldadas por la revisión de editores. También fue probando diferentes prompts para dar instrucciones más detalladas de traducción a la herramienta.
Por Katherine Pennacchio
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