Cuando era estudiante de periodismo, Laren Aniceto tenía problemas en su matrimonio y acudió a terapia de pareja para intentar resolverlos. Sin embargo, enseguida notó algo extraño en el trato de Mara Faget, quien se presentaba como una prestigiosa psicoanalista y psiquiatra.
“En la primera sesión, me llamó ‘preciosa’. Ni siquiera me conocía, y se dio la vuelta y dijo ‘oh, preciosa’”, dijo Aniceto a LatAm Journalism Review (LJR). “Cuando me fui, todavía no sabía nada de ella, pero le dije: ‘No me gustó cómo me habló, eso no está bien’”.
La incomodidad fue en aumento. En las sesiones siguientes, el terapeuta manipuló y tergiversó sus palabras, dijo Aniceto. Al poco tiempo, Faget empezó a verla para consultas psiquiátricas individuales, además de la terapia de pareja. La situación causó confusión a la estudiante, aunque no supo explicar por qué, dijo.
Siguiendo su instinto, Aniceto empezó entonces a investigar a su terapeuta, recopilando documentos y, finalmente, entrevistando a antiguos pacientes. Descubrió una serie de graves acusaciones contra ella, como manipulación psicológica, ejercicio ilegal de la medicina y fraude.
De momento, hay dos resultados periodísticos. Aniceto, de 35 años, presentó un reportaje de largo aliento, el cual no está todavía disponible al público, como Trabajo Final de Curso (TCC, por sus siglas en portugués), requisito para graduarse, en las Faculdades Integradas Hélio Alonso, en Río de Janeiro, el año pasado.
También llevó sus hallazgos a "Fantástico", uno de los programas semanales informativos de revista más populares de Brasil. El 25 de mayo, el programa emitió un reportaje sobre las acusaciones contra Faget, con una entrevista a Aniceto y a otra presunta víctima. El reportaje tuvo repercusión en varios de los principales medios de comunicación de Brasil. Los abogados de Faget niegan las acusaciones.
El caso demuestra cómo una reportera novata, dotada de curiosidad y dedicación, puede revelar abusos en los lugares más insospechados. Sin experiencia previa en trabajos de investigación, pero rigurosa en el seguimiento de pistas, Aniceto, ahora graduada, ha elaborado una sólida investigación que aún podría tener mucho por revelar.
"Esta historia debía hacerse pública. Era necesario exhibirla y, más que eso, dar valor a los que callaron", dijo Aniceto. "Busco justicia. Pero también, evitar que otras personas pasen por esto".
La estudiante de periodismo Laren Aniceto reveló acusaciones de abusos y fraude al investigar a su propia terapeuta. (Foto: Cortesía)
Aniceto y su entonces marido acudieron a Mara Faget en agosto de 2023 por recomendación de un psiquiatra. Faget parecía tener un currículum respetable, pues había sido directora del Instituto Philippe Pinel, un reconocido hospital psiquiátrico público de Río de Janeiro.
De acuerdo con los registros de Aniceto, la pareja tomó 10 sesiones de terapia de pareja entre finales de agosto y principios de diciembre de 2023, mientras que Aniceto tomó ocho sesiones psiquiátricas individuales a partir de octubre. La periodista dijo que continuó asistiendo a las sesiones a pesar de la incomodidad.
“Puede sonar extraño que siguiera con ella a pesar de sentirme incómoda, pero al principio todo era muy confuso”, dijo. “Yo misma no estaba segura de si lo que sentía era real. Ella me convencía de que necesitaba ayuda y se ponía en el papel de quien podía ofrecérmela”.
Hoy, Aniceto cree que llevar a cabo dos tipos de asesoramiento en paralelo no fue casualidad.
“Creo que era una forma de estudiarnos de forma separada”, dijo. “Yo soltaba información, y todo lo que ella tenía en sus manos lo utilizaba en la terapia de pareja para inducir la dirección que quería”.
Al principio, dijo Aniceto, no imaginó que la intención de la doctora fuera maliciosa, pensando que sólo era una mala psicoanalista o una de dudosa ética.
Investigando en Google, sin embargo, descubrió que en octubre de 2021, la licencia de Faget como médico había sido cancelada por el Consejo Médico Regional de Río de Janeiro, por violar el artículo 40 del Código de Ética Médica, que dice: “Está prohibido que un médico se aproveche de situaciones derivadas de la relación médico-paciente para obtener ventajas físicas, emocionales, financieras o de cualquier otro tipo”.
Aniceto pronto encontró una causa penal vinculada a la revocación, así como tres demandas civiles. Había acusaciones de fraude, enriquecimiento injustificado y perjuicio económico. Inmediatamente sospechó que los acusadores eran antiguos pacientes.
De acuerdo con una denuncia, una mujer de 60 años dijo que había pedido préstamos por un total de 89 mil reales (unos 16 mil dólares) a petición de Faget. Esta denuncia llevó a la Unidad de Protección de Personas de la Tercera Edad a iniciar una acción disciplinaria. A medida que Aniceto recababa más testimonios, un patrón preocupante empezó a surgir.
Una causa penal y tres demandas civiles, respaldadas por entrevistas realizadas por Aniceto, acusan a Faget de pedir prestadas grandes sumas a los pacientes sin devolverlas. Al parecer, justificaba estas solicitudes alegando gastos médicos para un ex marido postrado en cama o una madre hospitalizada. En algunos casos, las cantidades ascendían a 500 mil reales (unos 90 mil dólares).
Faget, dijo Aniceto, manipulaba emocionalmente a los pacientes para obtener los fondos, explotando su posición de confianza. En muchos casos, las víctimas contraían deudas bancarias.
"Los llamé uno por uno, y la historia de Mara era siempre la misma. Un familiar enfermo, como un ex marido que no existe, o, en años más recientes, una madre en el hospital", dijo. “Siempre decía que necesitaba dinero para cubrir los gastos de hospitalización porque no tenía seguro médico”.
Al principio, dijo Aniceto, la investigación empezó por interés propio, para demostrar a su ex marido que su terapeuta ejercía mala praxis.
Al cabo de unos tres meses, sin embargo, entró en juego el interés académico. Era abril de 2024, y en menos de tres meses tenía que entregar su Trabajo de Fin de Grado para titularse. Su facultad exhorta a los estudiantes a realizar proyectos de periodismo prácticos como trabajos de titulación.
"Me di cuenta de que no podía hacer dos investigaciones a la vez. Así que decidí: este va a ser mi proyecto de titulación", dijo.
Aniceto dijo haber entrevistado, en total, a 38 personas, entre ellas antiguos pacientes, familiares de supuestas víctimas, antiguos compañeros de trabajo de Faget, médicos implicados en la cancelación de su licencia médica, otros psicoanalistas y abogados. Compiló capturas de pantalla de conversaciones de texto, recetas y contenido de redes sociales como evidencia.
Entre las acusaciones más graves figuran la manipulación psicológica intensa, la prescripción indebida de medicamentos y la inducción a la dependencia emocional. Hay documentos que demuestran un diagnóstico erróneo de Alzheimer y la prescripción de antipsicóticos a pacientes sin indicación clínica, así como implicación afectiva y sexual con pacientes y sus familiares.
Incluso después de que el Consejo Médico Regional cancelara su licencia médica, Faget siguió trabajando como psicoanalista, que en Brasil es una actividad no regulada. Aunque ya no estaba autorizada para ello, siguió recetando medicamentos, dijo Aniceto, lo que constituye ejercicio ilegal de la medicina.
De acuerdo con el profesor Luciano Zarur, supervisor del trabajo de grado de Aniceto, la profundidad y el rigor del reportaje son inusuales entre los estudiantes.
“En general, los estudiantes se ven presionados al final de la carrera, muchos ya están trabajando, y acaban eligiendo temas más sencillos”, dijo Zarur a LJR. “Laren eligió un tema árido, con el que tuvo relación directa, y realizó la investigación dentro de las normas del rigor profesional, en un texto con características de new journalism. Una investigación de este calibre es absolutamente rara a nivel de licenciatura".
De acuerdo con la investigación de Aniceto, después de que se cancelara la licencia médica de Faget en 2021, ésta pasó a trabajar en funciones administrativas en el Departamento de Salud de Río de Janeiro, donde seguía teniendo contacto con pacientes de salud mental, además de formar a personas.
La información disponible más reciente sobre sus actividades indica que, al menos hasta 2023, trabajó en la Red de Atención Psicosocial (RAPS), un servicio que tiene como objetivo acoger y cuidar a las personas que sufren enfermedades mentales, en el municipio de Araruama. También siguió trabajando como psicoanalista hasta este año.
Contactado por LJR, el abogado de Mara Faget, Renan T. O. Silva, negó que ésta hubiera ejercido la medicina ilegalmente tras la revocación de su licencia. De acuerdo con el abogado, Faget trabaja como psicoanalista desde hace décadas, incluso antes de perder su licencia, y ha dejado de presentarse como psiquiatra. Faget tiene intención de emprender acciones legales para intentar recuperar su licencia médica, añadió.
Silva rebatió las acusaciones de abuso de la relación terapéutica, incluido el uso de información de terapia individual en sesiones de pareja. Dijo que no hay pruebas documentales ni sentencias judiciales que confirmen tales prácticas.
En cuanto a la acusación de prescripción indebida de medicamentos, la defensa de Faget afirmó que “no existen pruebas creíbles” que sustenten dicho señalamiento. Y sobre las acusaciones de fraude, enriquecimiento injustificado y perjuicio económico, el abogado afirmó que éstas proceden de una supuesta campaña de desprestigio.
"Es el fruto de una venganza. Lo que se presentó en el reportaje [de “Fantástico”] no corresponde con la realidad del proceso. Hay grandes falsedades. Todo está siendo documentado en el expediente del caso", dijo Silva por escrito.
El reportaje de “Fantástico” sobre el caso de Faget se transmitió el 25 de mayo. Además de Aniceto, el programa también entrevistó a una ex paciente tratada por Faget en 2014 que no quiso ser identificada.
De acuerdo con la ex paciente, Faget aprovechaba las sesiones de terapia para denunciar supuestos problemas personales y luego le pedía ayuda en forma de dinero. La supuesta víctima dijo que pidió 92 mil reales (cerca de 16 mil 500 dólares) en préstamos bancarios, lo que la llevó a declararse insolvente y tener que irse a vivir con una prima.
La reportera de “Fantástico” Nathalia Butti dijo a LJR que el equipo quedó impresionado por la calidad y el volumen de las pruebas reunidas por Aniceto.
“Ella hizo un trabajo de investigación exquisito”, dijo Butti.
De acuerdo con la reportera, el caso llamó la atención por la gravedad de la manipulación psicológica ejercida por una profesional de la salud mental.
“Es un vínculo muy único, se puede comparar al de un líder religioso”, dijo.
Varias demandas relacionadas con el caso se encuentran ahora en tribunales civiles. Aniceto también está en conversaciones con una revista para publicar una versión de su investigación de proyecto final. Su trabajo abarca mucho más de lo que “Fantástico” pudo emitir.
El matrimonio de Aniceto no sobrevivió. Terminó al mismo tiempo que la terapia, dijo. Recién graduada y todavía en busca de su primer trabajo en el periodismo, Aniceto ha comenzado su carrera con una investigación memorable.
“Sigo en el caso porque mucha gente sigue con miedo, con vergüenza y sintiéndose culpable”, dijo. “Entiendo el tipo de efecto psicológico que ella causa, y sé que sólo una narrativa poderosa y veraz puede romper ese círculo”.