El exalcalde Vilmar Acosta llegó a Asunción – la capital paraguaya – este martes 17 de noviembre luego de que Brasil aprobara su extradición y ahora tendrá que responder por el crimen del periodista Pablo Medina, según informó la agencia Reuters. En el ataque dirigido al reportero también murió su asistente Antonia Almada.
Acosta, ex alcalde de la ciudad de Ypejhú, fue sindicado como autor intelectual del asesinato de Medina, corresponsal regional del diario de mayor circulación del país ABC Color, ocurrido el 16 de octubre de 2014. De acuerdo con ABC Color, Acosta pasará esta noche en el edificio de la Fuerza Operativa de la Policía Especializada (FOPE). Mañana a las 9 a.m. deberá declarar ante la Fiscalía y luego quedará a disposición del juzgado, agregó el periódico.
Las autoridades brasileñas capturaron a Acosta, conocido con el alias de ‘Neneco’, el pasado 4 de marzo en la ciudad de Naviraía, en Mato Grosso de Sul. Las autoridades paraguayas, por su parte, entregaron la solicitud formal de extradición el 30 de marzo.
No obstante, el proceso estuvo detenido debido a que Acosta aseguraba ser ciudadano brasileño. De acuerdo con las leyes de Brasil, sus connacionales no pueden ser extraditados. Sin embargo, en la petición oficial enviada por Paraguay, las autoridades del país anexaron documentos que demostrarían la ciudadanía paraguaya de ‘Neneco’.
El pasado 11 de noviembre Brasil anunció la la extradición de Acosta, la cual se materializó este 17 de noviembre.
El presidente de Paraguay, Horacio Cartes, agradeció “la buena predisposición” del gobierno de Brasil, así como a los fiscales y policías que trabajaron en el caso, según informó el portal de la Presidencia de la República. Asimismo, el mandatario “remarcó que queda en manos de la justicia esclarecer el crimen del periodista Pablo Medina y de la joven Antonia Almada ‘con la esperanza de un Paraguay donde la impunidad sea cosa del pasado’”, según el portal.
Medina y Almada fueron acribillados en un camino rural cuando regresaban de la comunidad indígena Ko’ê Porã a las afueras de la ciudad de Curuguaty, departamento de Canindeyú.
Desde el mismo día del asesinato, Acosta Marques fue vinculado a la investigación del crimen debido a las muchas publicaciones del periodista en las que vinculaba al funcionario con el tráfico de drogas e incluso con algunos homicidios, según el diario ABC Color. Dos días después, la Policía y la Fiscalía catearon su casa, la de sus padres y la sede municipal; pero para ese entonces Acosta ya se encontraba prófugo, agregó el diario.
El 29 de octubre, Policía y la Fiscalía presentaron un informe en el que sindicaron a Acosta Marques, alias ‘Neneco’, como el autor intelectual del asesinato. También vincularon a un hermano y a un primo de Acosta como los autores materiales del mismo.
El asesinato de Medina se convirtió en el tercero de Paraguay durante 2014. En total, ese año, el país sumó cuatro homicidios de periodistas. El Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ por sus siglas en inglés) ubicó al país entre los 20 países más mortíferos para periodistas ese año.
Hace un mes en el marco de la conmemoración del primer aniversario de estos crímenes, periodistas nacionales y de otras partes del mundo se unieron para exigir el fin de la impunidad de los asesinatos de los periodistas en Paraguay, especialmente el de Medina. Los hashtags #UnAñoSinPablo y #JusticiaParaPablo se tomaron las redes sociales.
Nota del editor: Esta historia fue publicada originalmente en el blog Periodismo en las Américas del Centro Knight, el predecesor de LatAm Journalism Review.