La periodista colombiana Andrea Aldana llegó a España en 2021 gracias a un programa de ayuda de la organización Reporteros Sin Fronteras (RSF) para periodistas en peligro. Con esta son ya tres ocasiones en las que la periodista debe salir de su país por razón de amenazas, persecución y vigilancia por parte principalmente de personas vinculadas al poder, por causa de su labor periodística.
Aunque Aldana está a salvo en España y a su llegada recibió apoyo para subsistir durante algunos meses, su proceso de asilo se vio enfrascado en largos procesos burocráticos que mantuvieron su situación migratoria en vilo por cerca de dos años. Apenas hace tres meses recibió su permiso de trabajo para poder ejercer su carrera en ese país.
“Estoy muy agradecida con RSF porque RSF te saca del país e instantáneamente te salva la vida”, dijo la periodista a LatAm Journalism Review (LJR). “Pero son instituciones que no tienen realmente dinero. Yo las conozco, no les abunda el dinero, entonces no pueden hacerse cargo de todos los periodistas que ayudan a salir de sus países. Y cuando tú llegas acá y haces la solicitud de asilo, quedas en manos de los procesos burocráticos de migración. Y yo no tengo ninguna garantía acá”.
Aldana y su colega cubana Loraine Morales son las dos primeras beneficiarias del programa Elche, Espacio Seguro para la Libertad de Prensa, promovido por RSF España, el Ayuntamiento de la ciudad de Elche y la Universidad Miguel Hernández (UMH). El programa le brindará a Aldana un respiro frente a la situación personal y profesional que ha vivido los últimos dos años.
La iniciativa consiste en acoger a periodistas en riesgo durante cuatro meses y ofrecerles un espacio para continuar su labor periodística dentro del campus en Elche de la UMH. Además, las periodistas seleccionadas impartirán talleres sobre temas relacionados con su experiencia profesional para estudiantes de las carreras de Periodismo y Comunicación Audiovisual.
“El objetivo principal es facilitar, en una estancia académica, un apoyo a periodistas que están atravesando situaciones difíciles por amenaza, por riesgo, por persecución o por agresiones”, dijo a LJR Alfonso Bauluz, presidente de RSF España. “Dotar de nuevas herramientas profesionales y habilidades a los periodistas para que, además del trabajo como periodistas, puedan también ejercer como investigadores, académicos, profesores o conferenciantes. Un poco para ampliar el abanico de posibilidades profesionales, sobre todo para la cantidad mayor de periodistas que se ven obligados a abandonar sus países”.
Aldana y Morales fueron elegidas, entre otros motivos, por su experiencia profesional en aspectos del periodismo que la UMH busca fortalecer en sus planes de estudio, dijo Bauluz. La destacada experiencia de Aldana en la cobertura de conflictos armados, narcotráfico y derechos humanos, y la especialidad en temas de migración de Morales las hicieron sobresalir del resto de los aspirantes.
A diferencia del Programa de Acogida Temporal de Periodistas Perseguidos en América Latina que llevan a cabo RSF España y el Ayuntamiento de Madrid desde 2018, Elche, Espacio Seguro tendrá una duración de cuatro meses, del 1 de septiembre al 31 de diciembre de 2023. Ofrecerá además a ambas periodistas alojamiento en el campus de la UMH en Elche, una comida al día y un estipendio durante la duración del programa. RSF correrá con los gastos de traslado, mientras que el Ayuntamiento de Elche proporcionará personal de apoyo y cubrirá los gastos de administración de la iniciativa.
“Nosotros lo consideramos un proyecto piloto”, dijo Bauluz. “Estamos convencidos de que va a ser exitoso y sabemos, por la alta demanda que hay, por la desgraciada situación de que cada vez más periodistas se ven acosados u obligados a abandonar su país, que cada vez es más necesario ofrecer estas alternativas, al menos de carácter temporal, pero que también permiten complementar sus capacidades y la oferta de propuestas profesionales a las que pueden acudir”.
Entre las principales expectativas tanto de Aldana como de Morales en el programa está el de impartir talleres a los estudiantes sobre cómo se hace periodismo en América Latina en medio de ambientes hostiles. La periodista colombiana propuso llevar a cabo talleres sobre habilidades que incluyen cómo cubrir conflictos armados, cómo investigar la corrupción y las mafias, y cómo seguir el rastro al lavado de activos y a empresas fantasma.
Aldana huyó de su país justamente por investigaciones periodísticas sobre esos temas. En 2016 se ganó la enemistad de la Fiscalía de Medellín, en Colombia, cuando publicó una investigación que destapaba vínculos con el narcotráfico de su director, quien se vio forzado a renunciar a su cargo. En 2020, la periodista reveló una presunta red de tráfico de armas que involucraba a miembros del Ejército colombiano. Y ese mismo año, una de sus investigaciones destapó una serie de casos de abusos sexuales a niñas indígenas presuntamente perpetrados por militares.
“Espero enseñar esa experticia en periodismo investigativo, pero también en cómo se relaciona uno con fuentes en la guerra, cómo le llegas a un actor armado ilegal. O, en el caso de las mujeres, cómo hacer periodismo en contextos donde hay hombres armados, cuando de entrada te van a sexualizar”, dijo Aldana. “Esas no son realidades que pasen en España, pero en México, Brasil y Colombia sí. Y si en algún momento ellos [los estudiantes] pueden ser corresponsales o periodistas de guerra, necesitan tener conocimientos al respecto”.
Por su parte, Morales pretende compartir su formación en temas migratorios. La periodista, quien cuenta con un Máster en Estudios de Población y un Doctorado en Estudios de Migración, trabaja desde 2022 en el medio digital independiente elTOQUE, donde coordina la gestión de comunidades del proyecto “Migrar: Una decisión de vida y muerte”, un especial que compila las identidades e historias de los migrantes cubanos que no lograron llegar a Estados Unidos.
Morales planea llevar ese proyecto a las aulas de la UMH para ejemplificar cómo se puede abordar el tema migratorio desde el periodismo de datos al tiempo que se brinda un servicio social a la población.
“Mis propuestas hablan de cómo comunicar mejor temas demográficos, que por lo general son temas que se abordan con muchos sesgos dentro de los medios de comunicación”, dijo Morales a LJR. “A veces se suele mirar la migración desde la pura estadística, o se suele homogeneizar todo lo que son factores de atracción, expulsión de los flujos migratorios dentro de la región, cuando cada contexto es muy particular y tiene elementos muy particulares”.
Para Morales, quien vive en el exilio en Tijuana, México, y ha experimentado en carne propia el fenómeno de la migración, los medios de comunicación también suelen tratar el tema migratorio con muchos estigmas, por lo que en sus talleres universitarios tratará de sensibilizar a los estudiantes sobre el tema.
“A veces no nos damos cuenta de que vamos creando estereotipos dentro de las audiencias sobre la población migrante, que son poblaciones muy vulnerables, no solo dentro del territorio de origen, sino también durante la trayectoria y una vez que llegan al lugar de destino”, dijo. “Y el abordaje en términos estadísticos por lo general es muy desastroso”.
Para ambas seleccionadas es importante que los estudiantes aprendan a hacer un periodismo que cuestione y confronte al poder, y a manejar las consecuencias que esto pudiera llegar a tener. Mientras que Aldana ha sido víctima de persecución por investigaciones que ponen al descubierto vicios de personajes poderosos, Morales y su equipo de elTOQUE han estado en la mira del régimen cubano por el hecho de practicar el periodismo independiente, al grado que la mayor parte de la redacción opera desde fuera de la isla.
Morales dijo que aunque en sus estudios de periodismo en la Universidad Hermanos Saiz Montes de Oca, en Pinar del Río, Cuba, le enseñaron que el periodista debe cuestionar, en la práctica el autoritarismo y censura del Estado cubano hacen que eso sea imposible, y los periodistas en muchas ocasiones terminan haciendo más un trabajo de divulgación y reproducción que de periodismo.
Sin embargo, hay aspectos del ejercicio periodístico en Cuba que a Morales le gustaría compartir con los estudiantes españoles.
“De mis cuatro años de trabajo como periodista en Cuba, me llevaría el estar cerca de la gente, que se vieran representados o al menos que [sientan que a] alguien le importaba su problema. Creo que eso es lo más importante que no se puede perder, el humanismo dentro de la labor”, dijo. “Detrás de cada estadística o de cada cifra hay historias que se ven reflejadas, personas que se ven beneficiadas o afectadas con un fenómeno que va más allá de lo que la plana te presenta”.
Para Aldana, pese a que en España se vive una realidad distinta a la de América Latina, el país no está exento de abusos de poder que los aspirantes a periodistas deben aprender a cubrir y exponer.
“Mi lado en el periodismo siempre está donde está el desposeído, por tanto los poderes están aquí en España, en Colombia, en México, y un poder puede ser el Ejército, un presidente, un ministro o una empresa multinacional”, dijo. “Tengo claro que el periodismo que yo quiero hacer es periodismo judicial, periodismo investigativo contrapoder”.
El interés y la experiencia en la docencia de ambas seleccionadas fue también un factor importante para su selección para Elche, Espacio Seguro. Tanto Aldana como Morales han impartido algún tipo de enseñanza sobre periodismo y esa es una faceta de la carrera que les gustaría reforzar.
Aldana ha ofrecido talleres gratuitos en alianza con medios de comunicación como la revista Universo Centro, de Medellín, para la que también colabora. Asimismo ha sido invitada para impartir talleres en universidades de Antioquia y Bogotá.
“No podemos seguir pensando que el periodismo se hace en el escritorio, porque no es así. Yo aprendí a hacer reportería pegándome a los profesores y profesoras que todo el tiempo estaban haciendo periodismo en la calle”, contó Aldana. “Quiero de alguna forma retribuir todo el tiempo y todo el espacio que tuvieron estos periodistas tan ocupados y que fueron tan generosos para formarme a mí. Yo quiero hacer lo mismo con quién viene detrás”.
La periodista dijo que también busca que las estudiantes mujeres la vean como un referente de que es posible que las periodistas cubran conflictos armados, aunque este sea un tema cubierto mayoritariamente por hombres.
Por su parte, Morales impartió talleres en instituciones cubanas y enseñó realización audiovisual en la Universidad de California en Davis, en el marco del proyecto de narrativas digitales “Humanizando la Deportación”, sobre el impacto humano del control fronterizo y migratorio entre Estados Unidos y México. Sin embargo, su sueño, dijo, es convertirse en académica de tiempo completo para poder impartir clases y realizar investigaciones en alguna universidad.
“Mis mayores expectativas están en participar en el ámbito docente. Espero seguir aprendiendo de la experiencia de grandes profesionales como son los del claustro de profesores de la Universidad de Elche”, dijo. “[Deseo] Retroalimentarme de cómo son las experiencias docentes en otros países, como puede ser España. [...] También implica la responsabilidad de dar a conocer un contexto tan complejo como el cubano, que muchos lo tienen idealizado”.
Bauluz, quien a la par de su trabajo como periodista y en RSF también es profesor asociado en el departamento de Periodismo y Comunicación Global de la Universidad Complutense de Madrid, coincide en que la enseñanza del periodismo mejora cuando los profesores son profesionales en activo. Por ello, Elche, Espacio Seguro buscará seleccionar en ediciones futuras a periodistas con perfiles como los de Aldana y Morales para enriquecer la formación en la UMH.
“Los estudiantes lo aprecian y lo agradecen. Las clases teóricas están muy bien, son necesarias, pero la frescura que se aporta con los conocimientos de la realidad, de cómo funciona el periodismo en cada momento, creo que eso los estudiantes merecen conocerlo por los propios profesionales”, dijo.
Se espera que Elche, Espacio Seguro se repita cada año, de acuerdo con el periodista. Tanto él como las periodistas seleccionadas esperan que esta primera edición marche conforme a las expectativas, de modo que pueda abrir camino a que el programa sea repetido en otras instituciones de España.
Ante la creciente cantidad de periodistas de América Latina amenazados y perseguidos a causa de su trabajo por el crimen organizado o regímenes autoritarios, este tipo de programas son más necesarios que nunca, dijo Bauluz.
“Nos gustaría que hubiera más universidades de otras ciudades que se sumaran a este proyecto. Pero claro, para esto necesitamos socios locales en cada ciudad para que este programa pueda seguir adelante y diversificarse en distintos puntos de la geografía española”, dijo.