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Agresiones anuales contra periodistas argentinos aumentan un 48% desde 2008, según informe de FOPEA

Por Samantha Badgen

Casi 200 casos de agresiones y violaciones de derechos contra periodistas argentinos ocurrieron durante el 2013, un aumento de 12.79 por ciento desde 2012, y un 48 por ciento más que en 2008, según el más reciente informe anual del Foro de Periodismo Argentino (FOPEA) publicado esta semana.

“Una vez más, y por segundo año consecutivo, hemos roto los récords negativos en cantidad de casos de agresiones y violaciones registrados en nuestro monitoreo”, dice Fabio Ladetto, presidente FOPEA, en el prólogo del Informe Monitoreo de la Libertad de Expresión 2013. “Los números son simbólicos en sí mismos: casi 200 agresiones, intimidaciones o ataques confirmados hacen de 2013 un año nefasto”.

El siguiente gráfico, producido por FOPEA, ilustra el ascenso anual en el número de casos registrados por la agencia desde el 2008, cuando empezaron a contar la cantidad de agresiones cada año:

Los 194 casos registrados en 2013 afectaron a 239 personas e incluyeron a 31 empresas de medios. Dieciocho casos afectaron a la prensa en general.

Los distritos donde hubo más ataques fueron la ciudad de Buenos Aires y provincia de Buenos Aires, seguidos por Salta, Córdoba y Santa Fe, después por Entre Ríos, Misiones y Jujuy, donde se duplicaron las agresiones; con más ataques producidos en marzo, seguido por abril y noviembre.

El siguiente mapa, producido por FOPEA, muestra la concentración de agresiones en todo el país, con la mayor cantidad de agresiones ocurridas en Buenos Aires:

Las calles también han demostrado un doble peligro para periodistas: el comportamiento agresivo por parte de las fuerzas de seguridad y la estigmatización de la prensa por parte de algunos manifestantes.

En lo que fue del año, las fuerzas de seguridad fueron uno de los actores más agresivos, con 19 agresiones de algún tipo por parte de policías, dos de Gendarmería y una denuncia contra el ejército por espionaje. Los profesionales más agredidos por las fuerzas de seguridad siendo los que trabajan sobre el territorio, como camarógrafos, fotógrafos, cronistas y periodistas de agencias informativas.

La actitud del gobierno nacional hacia la prensa también ha tenido momentos críticos, como el uso discriminatorio de recursos estatales, el bloqueo a medios no oficialistas en conferencias de prensa, y el agravio por parte de funcionarios públicos, además de las denuncias de espionaje a los servicios de inteligencia.

FOPEA también destacó en el informe el crecimiento de los casos vinculados al narcotráfico. En un análisis sobre las amenazas del narcotráfico, Miguel Julio Rodríguez Villafañe, consultor especial honorario de FOPEA, dijo que los “condicionamientos indebidos e inaceptables al periodismo” por parte del narcotráfico han tenido un brote inaceptable en Argentina.

Señalando como ejemplos los casos del diario El Sol, donde periodistas que investigaban las actividades de una banda de narcotraficantes fueron amenazados de muerte, y del diario Síntesis, donde el domicilio del director César Ríos fue atacado con una bomba molotov, Rodríguez Villafañe alertó que el Estado “debe ser el primero en tener una actitud de protección de los periodistas y de los medios de difusión ante situaciones como las referidas en las que la vida, integridad personal y bienes corran peligro”.

“Es importante que el Estado tenga una actuación eficaz y preventiva en la problemática… las autoridades están en deber de garantizar la protección de comunicadores para que puedan ejercer plenamente su derecho a la libertad de expresión”, marcó.

El informe está disponible online aquí, o por PDF aquí. También cuenta con un mapa interactivo que cubre todo el país, con detalles de casos individuales por distrito, y con gráficos que resumen los datos más relevantes, como tipo de ataques y agresores, y los distritos donde hubo más ataques a la prensa.

Nota del editor: Esta historia fue publicada originalmente en el blog Periodismo en las Américas del Centro Knight, el predecesor de LatAm Journalism Review.

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