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Autoridades investigan los motivos de los asesinatos de dos periodistas en el suroeste de Colombia

Los departamentos de Cauca y Valle del Cauca recientemente perdieron en menos de 24 horas a dos de sus periodistas a principios de este mes. Aunque ninguno habría reportado con anterioridad alguna amenaza en su contra, sus muertes se dan dentro de la coyuntura de violencia contra la prensa que afronta Colombia en los últimos años.

En el municipio de Suárez, Cauca, el locutor de radio Valentín Tezada Rúa (34) fue muerto a tiros al salir de su casa tras recibir una llamada telefónica. Mientras que en Tuluá, Valle del Cauca, el periodista Jairo Alberto Calderón Plaza (29) recibió un disparo en la cabeza cuando conducía su motocicleta. Ambos crímenes sucedieron el 1 de agosto en el suroccidente de Colombia, informó El Tiempo.

Tezada Rúa trabajaba desde hace 15 años en la radio comunitaria Salvajina Estéreo, informó la Fundación para la Libertad de Prensa de Colombia (FLIP) vía Twitter. El comandante de la Policía de Cauca, el coronel Fabio Rojas, declaró que Tezada no había reportado ninguna amenaza en su contra, que sus familiares están sorprendidos con su muerte, según publicó el sitio LaFM.

Según ese sitio noticioso, Harold Ambuila, director de la emisora para la cual Tezada trabajaba, dijo que ellocutor no realizaba trabajos periodísticos que pudieran haber puesto su vida en peligro.

Respecto a Calderón Plaza, periodista y director del portal Contacto en la localidad de Tuluá, en el Valle del Cauca – e hijo del exalcalde y exsecretario de Obras Públicas de esa localidad– fue abordado por un sicario en plena calle, según El Tiempo.

El comandante de la Policía de Tuluá, Julio Fernando Mora, informó que minutos antes de su muerte, Calderón Plaza había conversado con una persona a quien estaban tratando de identificar, publicó el sitio LaFM.

En el Valle del Cauca, donde está el pequeño municipio de Tuluá, se registró la tasa de homicidios más alta del país en 2017, según El País de Colombia.

Si bien no existen hasta el momento indicios claros que permitan a las autoridades dar con el móvil de ambos asesinatos, de acuerdo con Sebastián Salamanca de la FLIP, tanto Tezada como Calderón ejercían como periodistas una labor que les daba un nivel de visibilidad pública en sus ciudades.

“Territorios como Tuluá y (el municipio de) Suárez son muy complejos; existe minería ilegal, existen actores armados, existe una falta de institucionalidad”, dijo Salamanca, abogado y coordinador del área de atención y defensa a periodistas de la FLIP. “En esos contextos, cualquier comentario o cualquier rumor que se genere en torno a una persona que tiene esos niveles de visibilidad pública como un periodista, un locutor, le puede generar un riesgo”, explicó.

En tanto, la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) denunció la muerte de Tezada como un “retroceso” en la protección hacia los periodistas en Colombia. De acuerdo con la organización, Tezada informaba sobre temas comunitarios y necesidades de la población de su localidad.

“Exigimos una investigación rápida y transparente porque sabemos que en varias partes de Colombia existe un ambiente de inseguridad para la labor de los periodistas que sí han denunciado amenazas en su contra”, señaló Roberto Rock, presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la SIP y director del portal periodístico La Silla Rota, de México.

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