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Colegas exigen a autoridades investigar muerte de dos periodistas en Guatemala y El Salvador

En el lapso de una semana, dos respetados periodistas de América Central murieron en circunstancias extrañas. Asociaciones de periodistas en Guatemala y El Salvador están pidiendo a las autoridades esclarecer las muertes del director de televisión Víctor Hugo Valdez y del productor de televisión Pedro Antonio Portillo, respectivamente.

Valdez fue asesinado en el departamento de Chiquimula al sureste de Guatemala en la mañana del 7 de junio. De acuerdo con Chiquimula Noticias, Valdez estaba caminando con su nieto cuando uno de los dos hombres que pasaban en una motocicleta le disparó.

Además de ser médico, Valdez fue el fundador y director del programa de televisión ‘Chiquimula de la visión’ que, según Chiquimula Noticias, cumpliría 29 años de estar al aire este año. En el programa, el periodista de 65 años hablaba sobre cultura y entrevistaba a personas importantes de la comunidad.

Según el Centro de Reportes Informativos sobre Guatemala (Cerigua), Valdez es el cuarto periodista asesinado en el país en 2016.

“El contexto de violencia en que periodistas y comunicadores ejercen su profesión en todo el país reitera la necesidad urgente de que el gobierno implemente un programa centrado  en la prevención de este tipo de delitos”, dijo la organización. Cerigua también pidió investigaciones y la atención judicial a los casos de ataques contra periodistas.

El Instituto de Prensa Internacional también condenó las muertes y pidió una investigación, mientras que la Asociación de Periodistas de Guatemala hizo llamados para que se establezcan medidas de protección y prevención efectivas para los periodistas.

Por su parte, la organización Reporteros Sin Fronteras (RSF) resaltó que la muerte de Valdez se suma a la de otros tres periodistas de radio durante este año; asesinatos que, según RSF, no han sido esclarecidos ni sus responsables identificados.

“La justicia de Guatemala debe identificar y juzgar a los responsables de estos asesinatos y frenar esta oleada de violencia”, dijo Emmanuel Colombié, responsable del Despacho América Latina de RSF, según un comunicado​. “La creación de un mecanismo nacional de protección a periodistas, que se debate desde noviembre [de] 2013, debe ser ratificada urgentemente. Los periodistas guatemaltecos no pueden trabajar más en este ambiente de miedo y autocensura, que hace callar a numerosos medios de comunicación”.

En este sentido, RSF enfatizó que la “violencia armada” no es la única forma de intimidación contra los periodistas. Así por ejemplo, desde enero de 2015 se han registrado 256 casos de amenazas, agresiones e intimidaciones en el país, según RSF que citó cifras anunciadas por la Fiscalía de Delitos Contra Periodistas el 1 de mayo de 2016.

En el país vecino de El Salvador, el cuerpo del productor de televisión y profesor universitario Pedro Antonio Portillo fue encontrado el 8 de junio después de haber estado desaparecido durante cinco días.

De acuerdo con la Asociación de Periodistas de El Salvador (APES), Portillo fue “privado de libertad” el 3 de junio mientras se encontraba en cajero automático y fue encontrado muerto en una playa cinco días después. El comunicado no especificó quién “privó de la libertad” a Portillo.

APES también citó miembros de la familia que dijeron que presentaron una queja ante el departamento de personas desaparecidas que les dijo que el periodista “ya aparecería”.

Portillo era un productor para el Canal 33, profesor de la Universidad Tecnológica de El Salvador y dueño de una agencia multimedia, de acuerdo con ElSalvador.com.

La Prensa Gráfica informó que “era un productor reconocido y respetado en los medios de comunicación salvadoreños y desde hace años se dedicaba a impartir la docencia”.

Tanto APES y la Asociación Salvadoreña de Radiodifusores (ASDER) exigieron a las autoridades una “exhaustiva investigación”.

“Se trata del tercer comunicador asesinado en lo que va de 2016, en el marco de la ola de violencia e inseguridad que embarga a los salvadoreños”, dijo APES. “Cada vez es urgente la necesidad de contar con un mecanismo jurídico que garantice la protección de los periodistas”​.

APES y ASDER hacen referencia a la muerte de Portillo como un “asesinato”, pero las otras fuentes de noticias no lo clasifican como tal.

Guatemala y El Salvador son países caracterizados por los altos niveles de violencia social y muchos casos permanecen en la impunidad. Por esta razón, determinar los motivos detrás de los asesinatos de periodistas y si en efecto se tratan de homicidios relacionados con su trabajo puede ser una tarea especialmente difícil.

Nota del editor: Esta historia fue publicada originalmente en el blog Periodismo en las Américas del Centro Knight, el predecesor de LatAm Journalism Review.

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