Por Mariana Muñoz y Teresa Mioli
Un año después de que periodistas nicaragüenses hicieran un llamado a las autoridades exigiendo justicia y protección durante la cobertura de las protestas antigubernamentales, se conoció que varios comunicadores fueron amenazados durante las manifestaciones que tuvieron lugar en Managua la semana pasada.
Varios medios de comunicación informaron que los periodistas que quedaron atrapados en medio de las manifestaciones realizadas en la capital del país el pasado 8 de julio fueron hostigados y detenidos por agentes de la policía.
Los manifestantes, que exigen cambios en el sistema electoral como garantía de transparencia en los comicios generales del país previstos para noviembre de 2016, participaban en una de las protestas semanales cerca del Consejo Supremo Electoral (CSE), informó la agencia AFP. Los manifestantes mostraron su rechazo al gobierno sandinista, encabezado por el presidene Daniel Ortega, gritando consignas como “no más Frente [Sandinista], democracia sí, dictadura no”.
La policía intentó bloquear que los manifestantes llegaran a las oficinas electorales, pero estos trataron de forzar su camino más allá de la línea policial, según informó la agencia Associated Press (AP).
En medio del caos, los agentes hostigaron y detuvieron a Moisés Julián Castillo y a Larry Sevilla, según La Prensa. Los dos periodistas trabajan para Radio Corporación, que es propiedad de Fabio Gadea, ex candidato presidencial del partido de oposición Partido Liberal Independiente (PLI).
En conferencia de prensa, Castillo dijo que los oficiales lo golpearon con sus bastones (elemento cilíndrico utilizado por la policía) y lo arrastraron unos 50 metros hasta llevarlo a una patrulla policial.
Sevilla, que estaba transmitiendo para la estación en el momento del evento, se identificó como periodista ante los oficiales, sin embargo, fue detenido de manera violenta, según La Prensa.
Los dos periodistas denunciaron los ataques ante la Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH).
Al reportero gráfico Jorge Torres, del diario La Prensa, y a Esteban Félix, corresponsal para AP, les destrozaron sus equipos de trabajo. Luis Mora Duarte, reportero de VosTv, también fue agredido durante enfrentamiento, de acuerdo con La Prensa.
El 10 de julio, la policía dio su propia versión de los hechos a través de un comunicado en el que afirmaban que la confrontación física tuvo lugar debido a que los manifestantes se tornaron agresivos, según El Nuevo Diario. El comunicado no mencionó ninguna de las acciones en contra de los periodistas o sobre los equipos de fotografía.
Carlos Ponce, director de los programas para América Latina y el Caribe de Freedom House, dijo que “[l]a golpiza y la detención de manifestantes pacíficos en Managua y el hostigamiento a los periodistas que intentaban cubrir el incidente son claras violaciones de las libertades fundamentales de expresión y de reunión”.
Los recientes acontecimientos en Nicaragua reflejan una tendencia que enfrentan los periodistas de convertirse en blancos vulnerables de hostigamiento, arrestos, palizas, y en algunos casos, de morir, como consecuencia de cubrir las manifestaciones.
En julio de 2014, los periodistas nicaragüenses exigieron acciones por parte de la policía nacional sobre los recientes ataques a la prensa, algunos de los cuales se produjeron durante las protestas antigubernamentales.
Los periodistas acusaron a la policía de ser pasiva, en especial, “cuando sufren agresiones de partidarios del gobierno, quienes con frecuencia atacan violenta e indiscriminadamente tanto a los manifestantes de oposición como a los periodistas que cubren las protestas”, según Reporteros Sin Fronteras (RSF)
Cuando quedan atrapados en medio de bandos opuestos, los periodistas pueden convertirse en el blanco o en un daño colateral de los ataques por parte de cualquier bando.
Trabajadores de la prensa de otros países de América Latina han enfrentado peligro similar al informar durante las protestas.
En febrero de 2014, el camarógrafo brasileño Santiago Ilídio Andrade murió en Rio de Janeiro después de que un artefacto explosivo le golpeara la cabeza mientras cubría una manifestación en contra del aumento en la tarifa de autobús. Dos manifestantes fueron detenidos en relación con el homicidio.
El periodista peruano Rudy Huallpa Cayo perdió la visión en su ojo izquierdo después de que un oficial de policía le disparó frontalmente una bala de goma durante una protesta en Puno en abril de 2014.
Y en noviembre de 2014, varios periodistas fueron agredidos por la policía mientras cubrían las protestas generadas por la desaparición de los 43 normalistas en Ayotzinapa, México, según RSF.
A nivel mundial, “alrededor de 100 periodistas murieron mientras cubrían protestas en la calles y otros disturbios civiles entre 1992 hasta 2011”, según el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ por sus siglas en inglés). La organización publicó una guía en inglés específicamente sobre cómo los periodistas pueden protegerse a sí mismos mientras cubren manifestaciones y protestas.
Nota del editor: Esta historia fue publicada originalmente en el blog Periodismo en las Américas del Centro Knight, el predecesor de LatAm Journalism Review.