La detención de al menos dos periodistas comunitarios y el ataque a otros dos reporteros mientras cubrían el desalojo de una favela en Río de Janeiro, Brasil, ha generado críticas en contra de la Policía Militar de esta ciudad a la que acusan de violar la libertad de expresión.
En la mañana del 1 de octubre, René Silva, fundador y redactor jefe del periódico Voz das Comunidades (Voz de la Comunidad), y el fotógrafo Renato Moura llegaron hasta la comunidad Skol en la favela Alemão a cubrir el desalojo de los residentes por parte de la Policía Militar, publicó el diario O Globo.
Sin embargo, cuando Moura comenzó a grabar presuntas agresiones de la policía fue detenido por la policía al acusarlo de desobediencia, aseguró Silva según O Globo. Silva, quien también estaba transmitiendo en vivo a través de su celular, comenzó a grabar la detención de Moura lo que provocó que un policía le arrebatara su elemento de trabajo.
Luego fue esposado, mientras otro agente le rociaba gas pimienta en sus ojos, dijo Silva según el diario. Silva fue acusado de desacato e invasión de propiedad privada según The Guardian.
La denuncia de las detenciones fue hecha en vivo por otro periodista comunitario que se encontraba en el desalojo a través de la página de Facebook del Colectivo Papo Reto, informó Agência Brasil.
Aunque en horas de la tarde de ese día los dos comunicadores fueron liberados, las autoridades informaron que continuarán vinculados a la investigación por estos delitos y deberán comparecer ante la justicia, informó Extra.
Silva es uno de los periodista y activistas más reconocidos de la zona. Con apenas 11 años, comenzó con su diario Voz de la Comunidad, pero su popularidad aumentó cuando obtuvo una computadora con la cual reportaba en vivo a través de Twitter lo que sucedía en la favela; usualmente operaciones policiales.
La revista Forbes de Brasil lo eligió como parte de un grupo de jóvenes menores de 30 años a quienes señaló como “ejemplo de un equipo que está reinventando el país”, según la Agência Brasil.
Las detenciones se dan en un contexto de recientes denuncias por parte de los periodistas comunitarios de censura y amenazas a la libertad de expresión por parte de agentes del Estado, policía y traficantes de droga, agregó Agência Brasil y Portal Comunique-se.
Amnistía Internacional Brasil se pronunció sobre el caso y aseguró que se trató de “una clara intimidación y amenaza grave al derecho a la libertad de expresión”.
La organización resaltó que el trabajo de los periodistas de la Voz de la Comunidad, así como de otros colectivos, es importante para monitorear y denunciar violaciones de derechos humanos por lo que su seguridad debería ser una prioridad para las fuerzas del Estado.
La Asociación Brasileña de Periodismo Investigativo (Abraji por sus siglas en portugués) también rechazó estas detenciones a las que calificó como un atentado a la libertad de prensa que viola el derecho a la información, según un comunicado publicado el 2 de octubre.
“El equipo de un periodista nunca puede ser retenido bajo ninguna premisa. La vida de un profesional de la comunicación no puede ser colocada en riesgo. Son prácticas inaceptables en un Estado democrático”, escribió.
La organización también denunció los casos de otros dos periodistas quienes fueron objetivos de una acción policial durante la cobertura de este desalojo. Según reportó, Maurício Ferro de O Globo fue objeto de al menos tres disparos de parte de los policías quienes notaron que Ferro estaba grabando abusos de la policía a un residente del lugar. El periodista no fue herido porque logró huir.
Según O Globo, el Ministerio Público del estado de Rio de Janeiro solicitará la apertura de una investigación policial-militar para indagar la acción de la PM en contra del reportero.
Asimismo, Abraji registró el caso del reportero gráfico Carlos Coutinho quien fue alcanzado por dos balas de goma a pesar de haberse identificado como miembro del Colectivo Papo Reto.
“Abraji exige la identificación de los responsables de tales violaciones y la aplicación de un castigo apropiado. La impunidad sólo sirve para respaldar las ilegalidades como estas”, afirmó la organización.
Nota del editor: Esta historia fue publicada originalmente en el blog Periodismo en las Américas del Centro Knight, el predecesor de LatAm Journalism Review.