Por Ingrid Bachmann
El confuso episodio que comenzó como una protesta de policías y militares y terminó en lo que el presidente Rafael Correa calificó de intento de golpe de estado estuvo marcado por la confusa información que recibieron los medios ecuatorianos a través de un obligado enlace con la señal del Estado, reportó El Mundo.
Con una única tribuna —que entregaba la versión y las voces oficialistas en una cadena nacional “indefinida e ininterrumpida hasta segunda orden”— Twitter y otras redes sociales dieron paso para que medios, periodistas, blogueros y ciudadanos compartieran informaciones de lo que ocurría en todo el país. Según Maritza Sánchez, de Pulso Social, “Twitter y redes sociales fueron medio y fuente. En vivo, durante todo el día, se difundieron a través de ellas informaciones en diferente tonos que narraron situaciones violentas y de incertidumbre vividas en el pueblo ecuatoriano”.
Aunque el estado de excepción en el que está el país no incluye restricciones sobre la difusión de informaciones, el diario ABC Color argumenta que la cadena impuesta por el gobierno se traduce en que nada puede ser corroborado por fuentes independientes. “Hay muchísimos hechos sin sentido que no han sido aclarados”, dice el periódico.
Con todo, la prensa local ha destacado la relativa normalidad que se vive de nuevo en Ecuador, de acuerdo con El País.
En medio de las tensiones, Fundamedios informó que hubo al menos 22 incidentes de agresión a periodistas durante los eventos del jueves, añade El Diario. La Asociación Ecuatoriana de Editores de Periódicos (AEDEP) también lamentó el clima de violencia además de la cadena nacional, porque impide que la ciudadanía tenga “otras versiones de los hechos”.
Nota del editor: Esta historia fue publicada originalmente en el blog Periodismo en las Américas del Centro Knight, el predecesor de LatAm Journalism Review.