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La mayoría del público quiere menos sensacionalismo y más información contra la violencia de género en la cobertura de feminicidios en Argentina, según estudio

La movilización feminista #NiUnaMenos, que nació en Argentina en 2015 y se ha extendido por toda América Latina, ha puesto en relieve la emergencia de los feminicidios en el debate público, en las políticas públicas y también en la prensa. Mientras la cobertura periodística de los asesinatos de mujeres se centra en los detalles de los crímenes y los presenta como “casos aislados”, la mayoría de la ciudadanía argentina quiere más foco en la prevención de la violencia de género y más empatía con las víctimas, según un estudio recientemente difundido por una iniciativa de Naciones Unidas.

El estudio “Femicidios en los medios y en la opinión pública” se dio a conocer el pasado 11 de marzo, día en que Argentina celebra el Día Nacional de la Lucha contra la Violencia de Género en los Medios de Comunicación. El estudio fue realizado por la Iniciativa Spotlight, una alianza global de la Unión Europea y la Organización de las Naciones Unidas (ONU) dedicada a eliminar la violencia contra las mujeres y las niñas, que en Argentina se centra en la erradicación de los feminicidios.

En los datos más recientes puestos a disposición por el Registro Nacional de Feminicidios de la Justicia de Argentina, en el año 2021 el país registró 251 feminicidios, que son los asesinatos de mujeres y niñas motivados por la discriminación de género y a menudo precedidos por violencia doméstica o violencia sexual.

Para evaluar cómo los medios argentinos han cubierto este tipo de crímenes, el estudio analizó 1.352 notas periodísticas publicadas entre el 1 de mayo de 2020 y el 31 de mayo de 2021 sobre casos de violencia de género y feminicidios. Entre los 16 medios analizados se encuentran la agencia estatal de noticias Télam, los diarios impresos y/o digitales de cobertura nacional Clarín, La Nación, Página/12 e Infobae, así como programas de TV y radio y diarios regionales.

Según el análisis, las notas tienen como prioridad un enfoque sensacionalista, “que busca el impacto sobre las emociones”. A pesar de la presencia de los términos “feminicidio” y otros relacionados con el tema de la violencia de género, los hechos no son tratados periodísticamente “desde un enfoque de género”, señala el estudio.

Los feminicidios se presentan como “casos aislados” en el 51 por ciento de las noticias analizadas, lo que significa que “se dedica mayor espacio a la narración de los hechos particulares de cada caso, considerados en su especificidad”. En el 33 por ciento de las noticias, “se apela a la sensibilidad del público mediante detalles o rasgos sensacionalistas con el objetivo de captar la atención, mientras que se dedica poco espacio a la posible existencia de alertas tempranas que podrían haber prevenido los delitos”, señala el informe.

Sólo el 20 por ciento de las noticias incluyen información estadística sobre feminicidios, que sería una forma de contextualizar este tipo de violencia. Sin embargo, según el estudio, “cuando esto ocurre, los medios se limitan en general a establecer referencias sobre la cantidad de femicidios ocurridos en un período de tiempo”, como el número de casos ocurridos en el último mes o año.

Aunque la mayoría de las noticias (21 por ciento) están ilustradas con imágenes de manifestaciones feministas y protestas contra la violencia de género, “es elevada la cantidad de notas y coberturas periodísticas que presentan la foto de la víctima (19 por ciento), la foto del femicida (18 por ciento) y, en numerosos casos, la imagen de ambos juntos (17 por ciento) cuando formaban una pareja”, según el estudio.

En el 91 por ciento de los casos, las noticias no desarrollan un perfil de la víctima de feminicidio. En su lugar, presentan datos personales como nombre, apellidos y edad y se refieren a ella según el rol que ocupaba en su familia, siendo “esposa” y “mujer joven” los términos más utilizados para caracterizarlas.

Las noticias repiten “de manera constante la alusión a que el femicida era la pareja de la víctima”, señala el estudio. “Ello implica que el tratamiento dado a la noticia puede condicionar la lectura de los hechos si se presenta a la violencia de género como un fenómeno natural y propio de las relaciones de pareja, ubicando a los casos de violencia de género en el ámbito de lo privado”, señala el documento.

El estudio también señala que son recurrentes en las noticias las valoraciones negativas sobre la ausencia o mala actuación de las instituciones estatales que supuestamente deberían intervenir para prevenir o esclarecer los casos de violencia, con cuestionamientos a la actuación de la Justicia, la Policía y el Estado en general. El análisis concluye que “por lo general, el femicida es presentado como menos responsable que las instituciones públicas en el desenlace fatal de los hechos de violencia de género”.

Sólo el 11 por ciento de las noticias analizadas presentó información sobre los servicios de asistencia a víctimas de violencia de género, que en Argentina se brinda a través de la Línea 144. Este número telefónico tiene alcance nacional, está disponible las 24 horas y ofrece atención, contención y asesoramiento en casos de violencia de género. La ley 27.039, promulgada en 2014, establece que “toda información que se emita a través de los servicios de comunicación audiovisual acerca de episodios de violencia de género incluirá una mención expresa a la línea telefónica gratuita ‘144’”. Sin embargo, esta ley no siempre se respeta y no se aplica a los medios gráficos u online.

Opinión pública

El estudio también realizó una encuesta de opinión pública para establecer cuál es la impresión que tiene la población argentina sobre los casos de feminicidio y violencia de género a partir de la cobertura periodística de estos delitos. La encuesta se realizó por correo electrónico, a nivel nacional y con una muestra de 597 personas en septiembre de 2021, explica el informe.

Cuando se les preguntó si habían leído, visto o escuchado alguna información sobre feminicidio/violencia de género en ese año, 95 por ciento dijo que se había enterado de casos de violencia contra mujeres o personas LGBT+ que no terminaron en muerte, y 91 por ciento dijo conocer casos de feminicidio.

La encuesta también preguntaba qué aspectos de estos casos recordaba la gente. Violencia física, violencia sexual y feminicidio fueron los términos más mencionados. “Este dato implica que, de la totalidad de la información ofrecida en general por las notas periodísticas, la violencia, en especial, la física y la sexual, constituyen el tema que provoca mayor impacto”, dice el estudio.

La reacción psicológica predominante en relación con las noticias sobre violencia de género fue la “indignación”, señalada por el 70 por  ciento de los entrevistados, índice que no varió por nivel socioeconómico o lugar de residencia. Sin embargo, al dividir a los encuestados por género, el 79 por ciento de las mujeres dijo sentirse indignada por los casos, mientras que entre los hombres esta cifra fue del 72 por ciento.

Para el 80 por ciento de los entrevistados, la violencia de género es un problema que debe preocupar a toda la sociedad, mientras que al 77 por ciento le gustaría que las noticias sobre estos casos fueran tratadas por los medios de comunicación como una forma de implicar a toda la comunidad en el problema para que pueda participar en su resolución.

La mayoría de los encuestados también quiere que los medios ofrezcan información sobre cómo y dónde denunciar la violencia de género (81 por ciento de los encuestados), que informen sobre dónde pueden buscar ayuda las víctimas de la violencia (78 por ciento) y que expongan la realidad de la violencia contra las mujeres (77 por ciento). Ya el 73 por ciento considera que los medios de comunicación deberían sensibilizar a todas las personas que pueden ayudar a prevenir un feminicidio.

A la pregunta de qué le falta a las noticias sobre feminicidios, 66 por ciento dijo que los medios deberían “bajar el tono” sensacionalista y 65 por ciento, que los medios deberían enfocarse en difundir cuáles son las alertas tempranas que podrían reconocerse como parte de una escalada de violencia antes de llegar a un feminicidio.

“En síntesis, la opinión pública solicita a los medios, en primer lugar, eliminar el tono sensacionalista predominante y, en segundo término, prevenir y ayudar, y en última instancia, empatizar y proteger a la víctima”, señala el estudio.

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