Por Ingrid Bachmann
Las tensiones entre los medios privados venezolanos y el presidente Hugo Chávez no son nada nuevo. Sin embargo, los cables diplomáticos filtrados por Wikileaks revelan que la confrontación es tan virulenta que a juicio del embajador estadounidense en Caracas, el mandatario está “cerca de conseguir su objetivo: domesticar o eliminar los restos de la prensa independiente” en el país, reportó El País.
La ofensiva de Chávez ha operado en varios frentes, incluidos procesos judiciales y presiones económicas, como el retiro de la publicidad estatal. Según plantean los cables, muchos medios opositores reconocen que han suavizado sus críticas para poder garantizar su sobrevivencia y no terminar como la cadena Globovisión –cuyo director, Alberto Ravell, fue despedido en respuesta a advertencias del gobierno– o el canal RCTV, que perdió tanto su señal abierta como su licencia para salir por el cable.
En un país donde leyes recientemente aprobadas permiten al Estado controlar los contenidos en internet y la explotación del espectro radioeléctrico, la amenaza de cierre para un medio no es un tema menor. En 2009 el gobierno cerró varias radios por no haber actualizado sus datos ante la Comisión Nacional de Telecomunicaciones.
Abiertamente opositor a Chávez y símbolo de los conflictos de los medios con el presidente, el canal RCTV está intentando volver al aire, informó la Associated Press. Según BBC Mundo, la televisora operaría bajo los términos de las leyes de medios vigentes en Venezuela, lo que incluye la transmisión de los mensajes y cadenas presidenciales.
La propia Agencia Venezolana de Noticias informa que el canal “plegó finalmente a las normativas” del país, junto con acusar al presidente de RCTV, Marcel Granier, de orquestar una campaña de desprestigio contra Chávez y Venezuela en el exterior.
Nota del editor: Esta historia fue publicada originalmente en el blog Periodismo en las Américas del Centro Knight, el predecesor de LatAm Journalism Review.