Por Ingrid Bachmann
Javier Canales y Alejandro Hernández, dos de los cuatro periodistas secuestrados por narcotraficantes en el estado de Durango, fueron rescatados el sábado en un operativo policial, reportó La Crónica de Hoy. El camarógrafo Héctor Gordoa fue dejado en libertad el jueves y el fin de semana se reveló que el reportero Óscar Solís había sido liberado el martes.
Las autoridades mexicanas atribuyeron el secuestro al cartel de Sinaloa, liderado por Joaquín “El Chapo” Guzmán, en una ofensiva que buscaba obligar a los medios a difundir sus mensajes e impactar a la comunidad, explican El País y BBC Mundo.
El secuestro generó condenas nacionales e internacionales y también una convocatoria a una manifestación de periodistas el próximo sábado 7 de agosto en Ciudad de México.
Sin precedentes en el país, la violencia ligada al narcotráfico hace tiempo viene dejando su huella en la prensa mexicana, especialmente en términos de asesinatos y la consecuente autocensura. Sin embargo, estos nuevos intentos por dictar el contenido de los medios ha generado inquietud entre los comunicadores, al centro de una verdadera guerra informativa.
Carlos Lauría, director para América Latina del Comité para la Protección de Periodistas dijo al Washington Post que los narcotraficantes “le dicen a los periodistas qué pueden publicar y qué no” y que los propios carteles “son los proveedores de informacion”.
Junto con exigir que las autoridades garanticen la seguridad, varios medios también han hecho un llamado a que el gremio enfrente unido el problema. En una carta que busca impulsar la reflexión y el debate, advierten que pese a la liberación de los periodistas secuestrados, la amenaza a la prensa no ha disminuido.
Asimismo, varios organismos internacionales han urgido al Estado y los propios medios a que desarrollen protocolos de seguridad y prevención. “No hay una política en México para enfrentar de manera eficiente el riesgo en el que están los periodistas, ni sancionar e identificar a los responsables” de los ataques a la prensa, dijo a El Universal el presidente para las Américas de Human Rights Watch (HRW), José Miguel Vivanco.
Nota del editor: Esta historia fue publicada originalmente en el blog Periodismo en las Américas del Centro Knight, el predecesor de LatAm Journalism Review.