Un grupo de 55 periodistas, investigadores, blogueros, activistas, profesores entre otras personas en Cuba exigieron el fin de la represión contra periodistas independientes y garantías para la libertad de prensa.
Ellos piden “el cese de la represión contra quienes ejercen las libertades de prensa y expresión en Cuba; la eliminación de los recursos legales que restringen y criminalizan el ejercicio de tales libertades; el establecimiento de garantías jurídicas para ejercerlas, que deberán incluir leyes de transparencia y protección de fuentes; y la liberación inmediata de [el periodista] Roberto de Jesús Quiñones Haces”.
Más de 800 personas han firmado una petición con estas demandas que se publicó en Avaaz.org.
Si bien una variedad de proyectos periodísticos independientes ha crecido en la isla en los últimos años, también “ha aumentado la represión física, jurídica y psicológica contra quienes participan en tales proyectos”, se lee en la petición.
Algunas de las acciones incluyen detenciones arbitrarias y encarcelamiento, allanamientos, interrogatorios, prohibiciones de salir del país, campañas de difamación, ataques cibernéticos, entre otros, según la petición.
Uno de esos casos es el encarcelamiento del periodista Quiñones Haces, de 61 años, quien fue enviado a prisión el 11 de septiembre por resistencia y desobediencia después de ser detenido durante cinco días, tiempo durante el cual dijo que fue agredido físicamente. Los firmantes pidieron su liberación. Su caso, dijeron, “exhorta a mantenernos alertas”.
Los periodistas también enfatizaron la necesidad de una prensa que sea independiente del Estado.
El artículo 53 de la Constitución cubana dice que “la prensa, la radio, la televisión, el cine y otros medios de difusión masiva son de propiedad estatal o social y no pueden ser objeto, en ningún caso, de propiedad privada”.
“La decisión de ejercer el periodismo de manera independiente no la entendemos solo como un derecho humano sino también como un deber profesional”, dice la petición. “No creemos que podamos producir un periodismo riguroso, comprometido con la sociedad cubana y la búsqueda de la verdad, dentro de los márgenes de un modelo de prensa estatal partidista”.
Advirtieron de la posibilidad de otra Primavera Negra, como la de 2003, durante la cual periodistas independientes fueron arrestados. “Los instrumentos legales que se emplearon para juzgarles continúan vigentes”, dijeron los firmantes.
Expresaron alarma particularmente por la Ley 80 – la Ley de reafirmación de la dignidad y soberanía cubanas, y la Ley 88 – la Ley de protección de la independencia y la economía de Cuba.
Quienes firmaron la petición pidieron que se reconozca un vínculo entre la represión existente y la sociedad.
“Mientras no entendamos que la represión de periodistas, blogueros y comunicadores tiene que ver con la sociedad, porque hay historias y enfoques de las historias que el poder no quiere que conozcamos, no lograremos implementar los cambios que el periodismo necesita; sobre todo, no lograremos tomar decisiones debidamente informadas para participar de la vida política y volvernos esa república democrática, justa y digna que merecemos ser”.