Por Daniel Guerra
A pesar de las dificultades para obtener registros públicos e información de los gobiernos de Estados Unidos y México, los reporteros de la unidad de investigaciones de Univision lograron revelar varios detalles sobre la Operación Rápido y Furioso, el controvertido escándalo de tráfico de armas.
Por sus esfuerzos al reportar sobre las repercusiones de tal operación, la organización IRE (Investigative Reporters and Editors) otorgó a Univision el premio de documental de investigación “Rápido y Furioso: Armando al Enemigo.
Gerardo Reyes y Tomás Ocaña recibieron el premio en representación de la televisora de habla hispana de Estados Unidos y hablaron con el Centro Knight para el Periodismo en las Américas acerca de su trabajo para realizar el reportaje.
Reyes, director de la unidad de investigaciones, dijo que su equipo tomó un enfoque diferente al realizar esta investigación. El programa de una hora, que tomó más de un año para producirlo, también recibió un premio Peabody de 2013.
“Los días en los que las unidades investigativas eran grupos cerrados, que no tenían contacto con los reporteros diarios, eso ya es el pasado”, dijo Reyes. “Ahora hay que trabajar todos los días con la sala de redacción y dejar ser grupos elite y privilegiados,” agregó Reyes.
La sala de redacción dio cobertura al escándalo mientras que la unidad de investigación comenzó a trabajar en el documental. Las dos unidades colaboraron entre ellas, lo que las ayudó a ganar la confianza de fuentes y obtener información clave—incluso la lista de las armas que estaban siendo rastreadas.
La Operación Rápido y Furioso fue una operación que permitió la compra de 2,500 armas para dejarlas pasar a México a través de la frontera compartida entre ambos países. La operación a cargo del Buró de Alcohol, Tabaco, Armas y Explosivos (ATF por sus siglas en inglés) funcionó entre 2009 y 2011 con el fin de recopilar información de las actividades del crimen organizado.
Las autoridades en México no fueron informadas por sus contrapartes estadounidenses acerca de la operación y, eventualmente las armas terminaron en manos de miembros del crimen organizado.
Del lado mexicano de la frontera, las armas de dicha operación fueron usadas en varios asesinatos, el más notable de ellos ocurrió el 31 de enero de 2010 y fue el tiroteo en una fiesta casera en Ciudad Juárez y que dejó un saldo de 16 jóvenes muertos.
Dos de esas armas también fueron usadas en el asesinato del agente de la Patrulla Fronteriza Brian Terry el 10 de diciembre de 2010 en el estado de Arizona. Las armas provenían de una tienda localizada a las afueras de la ciudad de Phoenix.
El gobierno de Estados Unidos recibió intensas críticas por conducir la operación. Las investigaciones legislativas estaban al tanto de la operación a pesar de que inicialmente lo negaron. Altos funcionarios de ATF renunciaron después de que se revelaron los detalles de la operación.
Al investigar esta noticia, Ocaña destacó las dificultades en ambos países para obtener información y se dijo sorprendido de que las autoridades mexicanas no cooperaran más con él. Al revelar los detalles de la operación, los políticos y medios en Méxcio se mostraron furiosos por lo que la entonces fiscal general del país Marisela Morales llamó “un ataque contra la seguridad de los mexicanos,” de acuerdo con reportes del diario Los Angeles Times.
“Una de nuestras frustraciones era que nadie, pese a nuestra insistencia, nadie del gobierno quiso hablar con nosotros, nadie quiso dar explicaciones sobre qué habían hecho para pedir a los Estados Unidos explicaciones sobre la operación”, dijo Ocaña en la entrevista.
En su decisión, los jueces de IRE destacaron el hecho de que los reporteros de Univision usaron "una lista con 60,000 datos [que] combina documentos del gobierno de Estados Unidos para encontrar 57 armas perdidas que no fueron reportadas bajo el programa Rápido y Furioso y para mostrar el costo humano que tuvo”.
Nota del editor: Esta historia fue publicada originalmente en el blog Periodismo en las Américas del Centro Knight, el predecesor de LatAm Journalism Review.