Por Athena Hawkins (*)
Periodistas y académicos quechuas condenaron la cobertura de los pueblos indígenas por parte de los principales medios de comunicación peruanos en medio de protestas políticas generalizadas que han resultado en más de 60 muertes desde el pasado diciembre. En un seminario web organizado por estudiantes quechua de doctorado de la Universidad de Texas en Austin, panelistas dijeron que los medios de comunicación de la región central de Perú omitieron mencionar la represión policial y militar en contra de los manifestantes quechuas y aymaras en su cobertura.
“Este evento busca dar a conocer voces distintas para analizar los impactos de esta crisis en pueblos Quechuas y Aymaras”, dijo la estudiante quechua Jermani Ojeda-Ludena, candidata a doctorado en UT Austin, quien comoderó el seminario web.
La otra moderadora y organizadora del seminario web fue Katherin Tairo-Quispe, quien también es estudiante quechua de doctorado en UT Austin. El evento fue organizado por Ojeda-Ludena y Tairo-Quispe el 20 de febrero y otros panelistas fueron Patricia Gutiérrez, periodista radiofónica quechua; Jonathan Castro, periodista político y editor de podcasts quechua; y Serafín Coronel-Molina, profesor y académico quechua.
Las protestas comenzaron el pasado diciembre, luego de un autogolpe fallido liderado por el presidente peruano Pedro Castillo, quien eventualmente fue acusado y arrestado. Desde la ascensión de la vicepresidenta Dina Boluarte para reemplazar a Castillo en la presidencia, manifestaciones políticas en varias regiones de Perú han pedido la renuncia de Baluarte, la disolución del congreso, elecciones anticipadas y una nueva constitución.
El quechua es una de las lenguas indígenas más habladas en América, con alrededor de 8 millones de hablantes en países como Perú, Ecuador, Colombia, Bolivia y Argentina, según el Penn Language Center.
Los panelistas dijeron que a pesar de la gran población de pueblos indígenas y quechuas en Perú, la mayoría de los medios de comunicación en el país no logran representar los temas que les preocupan, como la represión militar y policial y el acceso a los servicios básicos.
Tairo-Quispe lideró un momento de silencio en honor a las 60 personas, en su mayoría quechuas o aymaras, que perdieron la vida durante las protestas y hechos conexos.
Patricia Gutiérrez, periodista de Radio Onda Azul en la región de Puno, dijo que los manifestantes en la región son etiquetados como “terroristas” por protestar contra la administración actual, pero en realidad buscan protección y representación del gobierno.
“La estigmatización, cómo es que los han terruqueado a estos pueblos, a estas comunidades, a estos campesinos …. ¿Con qué intención? Con la intención de deslegitimar sus demandas, justificar a lo mejor las violaciones de los derechos humanos, con la intención de criminalizar y asustar a todo aquel que manifieste, a todo aquel que levante su voz de protesta”, dijo Gutiérrez.
Jonathan Castro, periodista político y editor de podcasts de LaEncerrona, se hizo eco de las declaraciones de Gutiérrez sobre la cobertura sesgada de los medios de comunicación peruanos contra los mismos manifestantes.
“[A los indígenas y provincianos que han venido a la capital] no se les ha dado voz para que con sus propias palabras puedan expresar cuáles son los motivos por los cuales están protestando [...] No existe esa representación”, dijo Castro. “Se le ha dado voz a autoridades elegidas, se le ha dado voz a los gobernadores de algunas de esas regiones”.
Castro proporcionó ejemplos de la omisión de abusos contra las poblaciones indígenas por parte de los medios de comunicación peruanos, señalando la contradicción entre un titular de un medio de comunicación popular y un informe oficial de una organización de derechos humanos.
Amnistía Internacional, una ONG mundial dedicada a cuestiones de derechos humanos, publicó un informe el 16 de febrero que detalla la mortífera opresión estatal contra los pueblos indígenas y campesinos en Perú. Una organización de noticias propiedad del gobierno peruano, Andina, contradijo el informe de Amnistía Internacional al publicar un artículo que enmarcó sus afirmaciones en torno a mensajes positivos, como la promesa de Dina Boluarte de “paquetes de apoyo” para las víctimas.
Tairo-Quispe dijo a LatAm Journalism Review (LJR) que los pueblos indígenas están decepcionados con la cobertura de los principales medios. El sentimiento de que los medios no representan los temas indígenas fue uno de los principales desencadenantes de las protestas, dijo.
“Toda la información [en las noticias] muestra los intereses del gobierno, solo están hablando de ‘el gobierno hizo esto, el gobierno hizo aquello’”, dijo Tairo-Quispe. “Pero no [sobre] las luchas indígenas, ni la represión policial, ni la brutalidad policial, ni esas 60 personas que fallecieron a causa de la crisis”.
Tairo-Quispe dijo que la gente debe enfocarse en medios alternativos o independientes, o medios que no estén controlados por las regiones centrales del país. Sin embargo, estos medios no reciben los mismos recursos financieros que los principales, porque el gobierno asigna fondos públicos a los medios centrales que favorecen sus políticas, dijo.
“Están monopolizando no solo la industria de los medios, sino también la agenda política y social del país”, dijo Tairo-Quispe.
Serafín Coronel-Molina, académico quechua y profesor de la Escuela de Educación de la Universidad de Indiana en Bloomington, dijo que la lucha contra el poder centralizado, las narrativas sesgadas de los medios y la opresión histórica requerirá una mayor organización por parte de los pueblos indígenas.
“En el congreso es el momento de renovación, de cambiar a los representantes [del gobierno], de cambiar a los representantes del Congreso, para que todas las naciones, todos los pueblos originarios, tengan representación”, dijo Coronel-Molina.
“Si digo esto, seguramente me van a decir, ‘Oh, él es terrorista’”, aseguró Coronel-Molina. “No tiene que ver. Soy demócrata. 100 por ciento”.
El seminario web, que se llevó a cabo en español con traducción al inglés, fue organizado por la Asociación de Estudiantes Nativos Americanos e Indígenas (NAIPA), una organización de estudiantes de posgrado en UT Austin que tiene como objetivo hacer más visibles a los pueblos indígenas y sus estudios. El evento también fue patrocinado por el Departamento de Estudios Nativos Americanos e Indígenas (NAIS) de UT Austin, y contó con el apoyo de Quechua Tinkuy, una organización académica y comunitaria enfocada en el pueblo y lengua quechua.
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* Athena Hawkins es estudiante de periodismo en la Universidad de Texas y escribió este artículo como parte de la clase Libertad de Prensa en América Latina. Athena es miembro del Moody Honors Program y directora interna del Consejo de Comunicación. Anteriormente fue reportera para The Daily Texan y ahora trabaja para el Programa Moody de Apoyo a la Escritura como instructora en periodismo.