Próximo a cumplirse 11 años desde el asesinato del periodista ecuatoriano Fausto Guido Valdiviezo Moscoso, la impunidad sigue latente.
Su hermano cree que el crimen no estuvo relacionado con su trabajo como periodista, pero sí que su caso no ha sido resuelto precisamente por su profesión.
La organización ecuatoriana de libertad de expresión, Fundamedios, lo ha calificado como “emblemático” de la impunidad de los crímenes contra periodistas en Ecuador.
“El caso de Fausto Valdiviezo es un caso emblemático por las implicaciones y por justamente revelar esta falta de investigación y esta falta de compromiso de los operadores de justicia del país y del sistema judicial ecuatoriano de llegar a dar con los culpables de los asesinatos de periodistas”, dijo César Ricaurte, director ejecutivo de Fundamedios, a LatAm Journalism Review (LJR).
Su hermano Alfredo Valdiviezo, también periodista, convirtió como objetivo de vida investigar el crimen hasta esclarecerlo. Recientemente publicó el libro “Lo que Fausto no alcanzó a decir” en el que, afirma, no sólo logró resolver que el homicidio se debió a un problema personal, sino también por qué existía un supuesto interés del Estado en no investigarlo a fondo y solucionarlo.
A pesar de que Alfredo Valdiviezo asegura creer que los autores del crimen no estarían dentro del Estado, afirma que el interés de no resolver el caso se debe a la profesión de su hermano y a la sospecha de que alguien dentro del gobierno pudo estar involucrado.
“A mi hermano lo mataron en la época de [el entonces presidente Rafael] Correa y ellos encubrieron el asesinato. Hicieron todo lo imposible y lo posible para que no se sepa la verdad”, aseguró Alfredo Valdiviezo a LatAm Journalism Review (LJR).
El asesinato de Fausto Valdiviezo, ocurrido el 11 de abril de 2013 en Guayaquil, impactó al país. Con 29 años de experiencia en cobertura de temas comunitarios la gente lo buscaba para hacer sus denuncias.
Ecuador, además, no es un país que se caracterice por la violencia letal contra periodistas. Según registros del Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés), tres periodistas fueron asesinados en el país por posibles motivos relacionados con su trabajo entre 1992 y 2013. El asesinato de Fausto Valdiviezo no hace parte de esta lista.
Sin embargo, la razón por la que su caso atrajo tanta atención puede haber tenido que ver con la notoriedad que ganó años antes debido a su difícil relación con Correa.
Esta inició en 2008, cuando Correa incautó los bienes de la familia banquera Isaías, incluido el canal TC Televisión en el que trabajaba Fausto Valdiviezo.
Ante la imposición de un nuevo administrador, Carlos Coello, los trabajadores eligieron a Fausto Valdiviezo como el secretario general del Comité de Empresa de los Trabajadores de TC Televisión, una figura para proteger sus derechos en medio de ese proceso.
Según narra Alfredo Valdiviezo, quien también trabajaba en TC Televisión, los cambios se empezaron a sentir desde un primer momento.
“Se nos cortó la libre expresión. Se nos puso una entidad para controlar lo que decíamos, lo que pensábamos y lo que queríamos hacer. Así que Fausto fue una piedra en el zapato para ese gobierno”, dijo Alfredo Valdiviezo a LJR.
Fausto Valdiviezo era vocal sobre las cosas que él creía estaban afectando el canal. En 2010, por ejemplo, a través de su cuenta de Youtube habló sobre el presunto incremento excesivo de personal en TC Televisión, así como del aumento en el sueldo de los directivos y de sus viajes, publicó Plan V.
Fausto Valdiviezo tampoco estuvo de acuerdo con la venta del 30% de las acciones del canal a los empleados pues consideraba que estos estaban en desventaja.
El canal lo retiró de ser presentador y fue asignado como reportero, pero no podía salir en vivo. Sin embargo, sería la mención del entonces presidente Correa en una de sus famosas “sabatinas” – transmisiones a nivel nacional que hacía semanalmente Correa – la que marcaría la suerte de Fausto Valdiviezo, según su hermano.
En la sabatina del 10 de julio de 2010 Correa dijo sobre Fausto Valdiviezo: “Por ahí hay un enanito agitador de bigotito mala fe que está mal informando a la gente. Compañeros de TC no se dejen liderar por gente así. Tengan gente sana, gente buena, que no tenga amargura en el corazón, que busque realmente el bien de los trabajadores, el bien de TC y el bien del país. No que busque venganza porque ha sido puesta en su sitio. Y no totalmente, porque debió ser separado ese mal elemento de TC Televisión”.
A Fausto Valdiviezo le pidieron su renuncia. El periodista interpuso una demanda, que terminó en la oferta de liquidación por parte de la empresa y que el periodista aceptó. Para el 16 de agosto de ese mismo año ya no estaba en el canal.
Según Alfredo Valdiviezo, su hermano recibió una especie de expulsión de los medios, duró más de dos años sin trabajo, pero estaba volviendo poco a poco a través de sus redes sociales y otros medios digitales. Desde allí continuó con sus denuncias, y se preparaba para volver a los medios cuando lo asesinaron.
La noche del jueves 11 de abril de 2013, Fausto Valdiviezo iba en su automóvil luego de salir de la casa de su madre cuando hombres encapuchados le dispararon. El periodista fue llevado a un hospital donde murió.
Organizaciones como Reporteros Sin Fronteras y la Unesco se pronunciaron ante el asesinato y exigieron a las autoridades una investigación diligente que no dejara de lado la actividad periodística como posible móvil.
En la sabatina posterior al crimen Correa se refirió a la “tragedia” del asesinato y aseguró que “jamás se van a escatimar recursos para descubrir la verdad”. Cuatro días después del crimen, el entonces Ministro del Interior, José Serrano, descartó que el homicidio estuviera relacionado con el ejercicio periodístico, y se habló de un presunto vínculo con organizaciones de narcotráfico.
Con esta hipótesis, las autoridades anunciaron las primeras capturas en mayo de 2013. En algún momento hubo seis personas procesadas.
En abril de 2014, cinco de ellas fueron declaradas inocentes porque no había suficientes pruebas. El sexto procesado fue pedido en extradición desde Colombia, y posteriormente también fue declarado inocente.
Para el abogado de la familia Valdiviezo, Julio Cueva, las autoridades en su afán por mostrar resultados presentó estos implicados sin las suficientes pruebas que llevaron eventualmente a que salieran libres.
“Cuando se produce el asesinato de Fausto Valdivieso estabamos próximos a entrar en vigencia una ley de comunicación muy criticada porque se decía que era una ley mordaza. Entendemos que ante la cercanía de la vigencia de esta ley y el asesinato de un periodista que había sido muy crítico directamente con el gobierno de turno, entendemos que el Gobierno se apresura a hacer unas capturas que desde un inicio generaron cierta suspicacia”, dijo Cueva a LJR.
Según explicó Cueva, la Fiscalía se vio obligada a abrir una nueva investigación, en la que se acusó a una persona de ser el presunto autor material. Sin embargo, esa persona permanece en Estados Unidos debido a su doble nacionalidad.
El abogado de la familia Valdiviezo también ve sospechoso el cambio de fiscales justo antes de la presentación de cargos contra personas acusadas de estar implicadas en el crimen.
Portada del libro escrito por Alfredo Valdiviezo sobre el asesinato de su hermano, el periodista Fausto Valdiviezo, ocurrido en 2013 en Ecuador. (Captura de pantalla)“Ese es el estado de impunidad del caso de Fausto Valdivieso, con ayuda de la Fiscalía y ayuda de la Justicia”, dijo Cueva.
Durante estos años del crimen, la Fiscalía ha llamado a declarar a funcionarios del gobierno de Correa. Incluso, en 2019 la Fiscalía citó al mismo Correa, pero este nunca se presentó. Correa tiene actualmente una orden de captura vigente en Ecuador y está prófugo en Bélgica, país que le concedió el asilo.
“El caso, básicamente, permanece en ese limbo jurídico que el efecto inmediato es la impunidad”, explicó Ricaurte.
Ricaurte, quien aún no ha leído el libro sobre el crimen de Fausto Valdiviezo, tiene como una de sus críticas el hecho de que su trabajo periodístico no haya sido tenido en cuenta en su crimen.
“En general no hay una conciencia en los operadores de justicia, llámense agentes fiscales o jueces, etcétera, sobre las implicaciones que tiene el crimen contra un periodista y no se le da el tratamiento adecuado”, explicó Ricaurte.
A pesar de las nuevas hipótesis Alfredo Valdiviezo sobre un posible móvil personal, para Ricaurte la impunidad en el crimen de Valdiviezo es una muestra de la “falta de compromiso, de operatividad, eficiencia y eficacia del sistema judicial ecuatoriano”.
La información más reciente sobre el crimen de Fausto Valdiviezo en la página de la Fiscalía General del Estado data de 2019. En el comunicado de septiembre, la entidad asegura que “apelará la sentencia que ratifica la inocencia de procesado por asesinato de Fausto Valdiviezo”. Sin embargo, no hay información sobre qué ha pasado hasta ahora.
LJR solicitó una entrevista con la Fiscalía General del Estado para conocer el estado de la investigación del crimen de Fausto Valdiviezo. La Dirección de Comunicación y Promoción Institucional informó que la solicitud había sido enviada a la “unidad respectiva para su análisis y respuesta”, sin embargo, al cierre de este artículo LJR no había recibido otra respuesta.