La abierta tensión entre el presidente de Ecuador, Rafael Correa, y la prensa se intensificó en los últimos días en medio de acusaciones sobre corrupción y conspiración en los medios y denuncias de censura del gobierno a la libertad de expresión, reportó la prensa local.
El sábado 5 de marzo, en su programa de radio semanal, el mandatario volvió a la carga en contra de los periodistas, que calificó de "manipuladores, mediocres, corruptos, conspiradores y sicarios de tinta y golpistas", informó Fundamedios. El nuevo exabrupto presidencial se produjo después de que el Consejo Nacional Electoral (CNE) le prohibiera hacer campaña en sus emisiones sabatinas, lo que Correa consideró como un triunfo de supuestas presiones de la prensa.
Ecuadorinmediato reseñó que en sólo una semana, el presidente anunció tres posibles nuevas demandas judiciales contra individuos --entre ellos un periodista—que han manifestado opiniones contrarias al gobierno. “Dos contra ciudadanos que se cruzaron con su comitiva y una contra el periodista Emilio Palacio”.
Las demandas serían por haber lanzado un ladrillo contra la caravana presidencial, lo que el presidente consideró como “un atentado gravísimo a la seguridad nacional”; otra por haberle llamado “facista”, que Correa interpretó como “desacato y daño moral”; y la tercera por un artículo de opinión en el periódido El Universo que disgustó al gobernante tras considerarlo injurioso.
Palacio, quien en 2009 ya enfrentó una demanda por injurias presentada por un alto funcionario estatal, presentó una demanda ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para que se derogue el desacato y la injuria del Código Penal ecuatoriano. “Tras esto está el ánimo de persecución en contra de cualquier periodista crítico y yo estoy en esa lista”, afirmó el periodista. “Quieren meterme a la cárcel. No veo otro motivo”, dijo citado por El Comercio.
En sus cuatro años de gobierno, Correa ha antagonizado con la prensa e impulsado reformas para limitar las inversiones de los medios. En ese sentido, el veterano y premiado periodista Diego Oquendo, de Radio Visión, dijo que en sus cuarenta años de profesión “jamás” había visto “tal tipo de presión, tal enfado con la prensa libre" y advirtió que cuando la sociedad se de cuenta de lo que está pasando puede ser “demasiado tarde”.
Nota del editor: Esta historia fue publicada originalmente en el blog Periodismo en las Américas del Centro Knight, el predecesor de LatAm Journalism Review.