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Profesionales latinoamericanos debaten posibilidades y desafíos para consolidar colaboración entre periodistas de la región

Durante la segunda semana de noviembre, periodistas de al menos 12 países de América Latina y el Caribe atravesaron el océano Atlántico y se reunieron en Johannesburgo, Sudáfrica, para compartir técnicas de investigación con colegas de todo el mundo y buscar estrategias para consolidar la colaboración entre periodistas de la región.

La 10ª edición de la Conferencia Global de Periodismo Investigativo (GIJC, por sus siglas en inglés) culminó el 19 de noviembre en la ciudad más grande surafricana en donde se reunieron más de 1.200 profesionales de medios de 130 países. De estos, al menos 30 eran latinoamericanos, según la Red de Periodismo Global Investigativo (GIJN, por sus siglas en inglés).

La devastación causada por la operación Lava Jato que a partir de Brasil reveló una red de corrupción político-empresarial que se extendió a por lo menos otros 12 países de la región, ha fomentado la colaboración entre periodistas latinoamericanos en los últimos tres años. Durante GIJC 2017, profesionales de la región se propusieron pensar cómo ampliar la cooperación entre periodistas más allá de este tema.

Para Carlos Eduardo Huertas, director de Connectas, una plataforma para la innovación periodística en América Latina, un gran tema en la región es el abuso de poder. “[Tenemos] abuso de poder de los regímenes políticamente elegidos, de los regímenes políticamente atornillados, y desde otros grupos de poder, que en la región son muchos: los poderes criminales, al margen de la ley, y están también los poderes corporativos”, dijo al Centro Knight.

De hecho, el abuso de poder pasa por los temas sugeridos también por Fabián Werner, cofundador y director del sitio uruguayo de periodismo investigativo y de datos Sudestada, y Vanina Berghella, directora del Fopea (Foro de Periodismo Argentino), quienes también conversaron con el Centro Knight sobre la colaboración entre periodistas en la región.

El narcotráfico, corrupción, crimen organizado y lavado de dinero, actos ilícitos que atraviesan fronteras latinoamericanas, fueron citados por los periodistas como potenciales tópicos de investigaciones colaborativas, así como la violencia de género, flujos y políticas migratorias y el tráfico de personas. Werner destaca, sin embargo, la financiación ilegal de campañas políticas entre los temas que merecen un enfoque regional.

“El caso de Odebrecht en Brasil es muy claro, eso atravesó prácticamente a todos los países de América Latina. Nosotros hicimos un trabajo en 2014 sobre el financiamiento de campañas políticas en Uruguay, y descubrimos que hay empresas de Brasil y Paraguay que no podrían donar, y sin embargo lo hacen”, dijo Werner. “Creo que ese es un fenómeno que es posible explorar en clave regional: ¿hasta qué punto empresas transnacionales, que tienen su origen en la región pero también muchas que tienen su origen fuera, están incidiendo en las políticas públicas a través del financiamiento de la política?”.

Esta cuestión también involucra a las corporaciones extractivas, que tienen intereses en varios países de la región, dijo el periodista uruguayo. Berghella destacó también esta temática, especialmente en relación a las mineras, a las madereras ya las empresas de extracción pesquera. “Nosotros en Latinoamérica tenemos recursos naturales de mucho interés y de mucho valor, y creo que ahí tenemos un nicho para ver qué es lo que está pasando con las empresas y los gobiernos, en que la sociedad todavía no está muy involucrada”, dijo la periodista argentina.

Para Werner, la colaboración regional forjada mayoritariamente entre medios pequeños, independientes y digitales ofrece más libertad para tratar temas que suelen quedar fuera de la agenda de los grandes medios. “Creo que los medios independientes tienen más flexibilidad y mayores posibilidades de salirse de la agenda y generar alianzas que permiten poner sobre la mesa otros temas, que quizás los medios tradicionales, porque tienen intereses de lucros, o conflictos de intereses o compromisos comerciales, publicitarios o políticos, no pueden seguir”, dijo el director de Sudestada.

La generosidad es crucial, pero no es suficiente

Huertas, de Connectas, resaltó que uno de los factores cruciales del periodismo colaborativo, que potencia la capacidad de producir historias que tienen impacto transnacional, es la generosidad.

Panamá Papers y Paradise Papers se produjeron porque dos periodistas recibieron una información y ellos, de manera generosa, la compartieron con una estructura que ha construido lazos de confianza con otros periodistas”, le dijo al Centro Knight. “Eso es disruptivo, la disrupción, que es una apuesta desde Connectas, es a partir de un cambio de metodologías. No necesariamente la disrupción viene porque utilizamos más juguetes tecnológicos, el asunto es con qué cabeza y con qué corazón estás utilizando esos juguetes”.

Para el periodista colombiano, Latinoamérica es un terreno fértil para la colaboración entre periodistas. “Debajo de cada piedra encontramos una buena historia. Tenemos gente valiosa, valiente, comprometida con el oficio, para hacer este tipo de historias”.

Mientras que no hacen falta temas comunes y buenas historias, los desafíos también son significativos y marcan a la región como un todo. Para Huertas, el primero de estos consiste en mejorar los estándares profesionales. “Hacer que las cosas sean posibles implica cambiar paradigmas profesionales que se han instalado en la región”, afirmó. “Necesitamos mejorar técnicas y estándares profesionales - si se dice que se va a tener algo en determinado tiempo, que se tenga en determinado tiempo. Eso es base de la construcción de confianza, que no es solamente en el tema personal, sino también en el tema profesional”.

Berghella también mencionó las prácticas profesionales más “ligeras” como una de las dificultades para consolidar colaboraciones en la región. “No todos planifican ni organizan tanto. Quizás en el mundo anglosajón sí tienen esa cuestión de planificación a mediano y largo plazo. Nosotros decimos sí, todo bien, tomamos un café, una cerveza, y ya. Yo tengo mi mente medio anglosajona y me gusta la cosa de la planificación”.

Otro desafío que debe ser superado en la cooperación periodística regional, incluso para garantizar la existencia de esta colaboración, es la financiación, como lo señalan Berghella y Werner. “Es difícil encontrar en la región una especie de filantropía local”, dijo el periodista uruguayo. “Entonces tenemos que salir a buscar financiadores en Estados Unidos o en Europa, o generar formas de financiamiento más independientes, como crowdfunding o clubes de membresía, o recurrir a mecanismos paralelos como cursos de periodismo, talleres de escritura periodística, o sea, cosas más vinculadas con la enseñanza del periodismo que con el ejercicio del periodismo mismo”.

“La buena voluntad la tenemos todos”, dijo Berghella. “Pero [sin financiación] después es difícil ponernos a trabajar porque cada uno tiene sus prioridades”. La directora del Fopea afirmó que ha incluido la posibilidad de cooperación regional en los proyectos presentados a financiadores internacionales, como la Unesco y Open Society, que cada vez más han exigido la mirada comparativa entre países.

“Hace poco tuvimos una reunión con un financiador, queríamos trabajar temas de acceso a información. Cuando nos sentamos con el donante nos dijo ‘pero no solo en Argentina’. Así, directamente”, contó al Centro Knight. “Entonces ‘OK’, dijimos, ‘creemos que por la lógica podemos trabajar con Brasil, con Uruguay y Chile, ¿le parece ok?’ Entonces me parece que ese es un claro ejemplo: el donante nos propone, o de alguna manera nos exige, y creo que es lógico y que está bien, que pensemos en una lógica regional, comparativa”. Esta perspectiva también permite que el financiamiento sea compartido entre más de un medio, explicó Berghella.

Para la periodista argentina, esa lógica colaborativa está en la esencia de las sociedades latinoamericanas. A pesar de las diferencias lingüísticas y culturales, desde la Guerra del Paraguay (1864-1870) la región no tiene grandes conflictos y sus pueblos han compartido un sentimiento creciente de cooperación e integración, que va bien con los recientes avances del periodismo colaborativo.

“Se ha demostrado en los últimos años que sin el periodismo colaborativo, transnacional, global, no nos hubiéramos enterado de grandes cosas, que han impactado y tenido un beneficio que quizás todavía no lo podemos medir”, dijo la directora de Fopea. “Creo que hay un principio de integración importante en nuestras sociedades latinoamericanas. Si eso lo trasladamos a la lógica periodística, vamos a tener éxito”.

Nota del editor: Esta historia fue publicada originalmente en el blog Periodismo en las Américas del Centro Knight, el predecesor de LatAm Journalism Review.

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