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“Promesas vacías”: el asesinato del periodista mexicano Moisés Sánchez Cerezo lleva casi 9 años sin mayores avances

Con motivo del Día Internacional para poner fin a la impunidad de los crímenes contra periodistas, LatAm Journalism Review destaca cuatro casos emblemáticos de la región que permanecen en gran medida impunes. 

Desde que fue reportado el secuestro del periodista mexicano José Moisés Sánchez Cerezo el 2 de enero de 2015, su familia recibió promesas: la promesa de que lo encontrarían pronto, y días después, la promesa de que lo encontrarían vivo. Cuando finalmente el 24 de enero fue encontrado sin vida, llegaron las promesas de que los culpables serían llevados a juicio.

“Promesas que no se cumplen, promesas vacías, discursos vacíos”, dijo su hijo Jorge Sánchez a LatAm Journalism Review (LJR).

Hombre con camisa blanca y vaqueros con una cámara fotográfica sentado alrededor de una mesa

El periodista mexicano Moisés Sánchez Cerezo durante una cobertura periodística. (Foto: Cortesía Jorge Sánchez)

El crimen de Moisés Sánchez es uno de los 23 asesinatos de periodistas cometidos en México en la última década y que permanece en “completa impunidad”, según el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ). México ocupa el séptimo lugar en el Índice Global de Impunidad 2023 que publica el CPJ y que incluye los asesinatos de periodistas cometidos en razón del trabajo de la víctima.

Jorge Sánchez, quien siguió los pasos de su padre en la dirección del periódico La Unión en el municipio de Medellín de Bravo, en el estado de Veracruz, aseguró que en estos casi nueve años se ha dedicado a “luchar y luchar” por conseguir justicia para el crimen de su padre, quien fue asesinado luego de reportar sobre grupos de autodefensas que resaltaron fallas de las autoridades locales y estatales.

De hecho, desde el primer momento en que se conoció su secuestro y posterior asesinato, hubo sospechas de que el entonces alcalde de Medellín del Bravo, Omar Cruz Reyes, y miembros de la Policía Municipal podrían estar involucrados de alguna manera.

Sin embargo, la justicia no ha llegado. Organizaciones de defensa de libertad de expresión como Artículo 19 han señalado que el caso de Moisés Sanchez ha sido uno en el que “el acceso a la justicia ha estado condicionado y en grave riesgo”, como escribió en un comunicado del pasado 24 de enero cuando se cumplieron ocho años de conocerse el asesinato del periodista.

Artículo 19 destacó que la investigación ha estado “viciada por violaciones a derechos humanos” que incluye la denuncia de tortura a quien confesó ser el autor material del asesinato. “A lo anterior se suma la falta de debida diligencia que se traduce en falta de líneas de investigación claras y en actos de investigación”, agregó la organización.

Según informó la organización, en 2018 la Visitaduría Ministerial de la entonces Procuraduría General de la República estableció que la “investigación no iba a ningún lado y se llenaba de actos sin sentido”.

“A 8 años de los hechos, familiares, colegas periodistas y amigos de Moisés siguen sin obtener verdad y justicia por los hechos acontecidos. Las autoridades de protección y de investigación han fallado en cumplir los estándares mínimos de derechos humanos y de acompañamiento de las víctimas, generando revictimización e incumpliendo con protocolos en la materia”, señaló Artículo 19.

Un crimen y una investigación con señalamientos de irregularidades

Para entender algunas de las irregularidades en la investigación del asesinato de Moisés Sánchez, su hijo cree que hay que conocer el contexto de la ciudad. Medellín de Bravo está ubicado en el estado de Veracruz a unos 30 minutos del Puerto de Veracruz. Por esta estratégica ubicación, el municipio empezó a ver un incremento en inseguridad que incluía secuestros, robos, extorsiones, entre otros crímenes, en los que presuntamente estaban involucrados miembros de la policía.

La comunidad, ante esta situación, decidió crear un comité de vigilancia, una especie de grupo de autodefensa que ya se habían creado en otras ciudades del país. En diciembre de 2014, Moisés Sánchez publicó un video en la página de Facebook del medio que daba cuenta de cómo estas personas armadas con palos, machetes y otros elementos rústicos hacían sus rondas nocturnas.

“Esta nota causó mucho revuelo”, aseguró Jorge Sánchez.

Al municipio llegaron no solamente periodistas de medios de otras ciudades sino también autoridades estatales y federales, miembros de la Marina y el Ejército quienes se comprometieron a mejorar la seguridad del municipio. Una de estas soluciones propuesta tenía que ver con la llegada de la fuerza civil, una especie de policía élite que acompañaría a la policía municipal.

Para Jorge Sánchez, el impacto que tuvo esta publicación pudo haber generado molestia en las autoridades del municipio como en las del estado.

“Que en Veracruz se estuviese formando un grupo de autodefensas, hablaba del fracaso del Estado tanto estatal como federal”, aseguró Jorge Sánchez.

Dos personas en primer plano que van en una manifestación. Una sostiene un letrero que dice Fiscalía de la Impunidad

Jorge Sánchez durante una manifestación exigiendo justicia.

De hecho, unos días después de la publicación del video y la visita de autoridades estatales y federales al municipio, Moisés Sánchez le contó a su esposa que presuntamente el entonces alcalde de Medellín de Bravo, Omar Cruz, estaría planeado un ataque en su contra.

“Me lo dice a mí mi madre, yo al día siguiente le pregunto a mi padre cuando lo veo y tenemos una charla sobre el asunto. Él no creyó que fuera a escalar esto”, aseguró su hijo.

A las casi 7 de la noche del 2 de enero de 2015, seis hombres armados entraron a la vivienda de Moisés Sánchez y se lo llevaron secuestrado. El convoy de al menos cinco vehículos donde iban más hombres, según narraron testigos del hecho a las autoridades, pasó por enfrente de dos policías quienes estaban haciendo guardia a dos calles de la vivienda del periodista. Ellos estaban en el barrio como parte del plan de seguridad para disminuir la delincuencia.

“La impunidad viene desde que suceden los hechos”, aseguró Jorge Sánchez al señalar que a pesar de que dos policías vieron el convoy y de la llamada que él hizo apenas 20 minutos después del secuestro, el operativo de búsqueda fue montado dos horas después.

Son muchas las irregularidades que según Jorge Sánchez se han presentado en estos casi nueve años del crimen. Además de la tardanza en buscar a su padre, también destacó que se hubiera ordenado el arraigo (detención preventiva) de 13 miembros de la Policía de Medellín menos del comandante, quien eventualmente huyó del municipio y solamente se entregó a las autoridades cuando obtuvo un recurso de amparo a su favor.

Cuando la Fiscalía General del Estado de Veracruz anunció el hallazgo del cuerpo sin vida del periodista, anunció también la detención del expolicía municipal Clemente Noé Rodríguez, quien, según la entidad, había confesado el asesinato del periodista. Como parte de su confesión, señaló que cometió el asesinato por orden del subcomandante de la policía municipal, Martín López Meneses, quien a su vez había recibido la orden del entonces alcalde Omar Cruz Reyes, según informó en su momento el fiscal del estado de Veracruz.

Rodríguez también dio los alias de otras personas que estarían involucradas, pero posteriormente denunció haber sido torturado para confesar.

De estas personas identificadas solamente con alias, no existe ninguna otra información.

“No había nombres, nada. Pero ni siquiera le pidieron hacer unos retratos hablados”, explicó Jorge Sánchez.

Estos retratos se realizaron eventualmente debido a que Jorge Sánchez preguntó por qué no existían. Tampoco se investigó todo lo relacionado con Rodríguez: por ejemplo, sus contactos, sus llamadas telefónicas o sus vínculos personales, según Jorge Sánchez.

“En cambio tenían todos nuestros registros, el de mi madre, el mío, amigos. Pero de quien confesó el crimen, no tienen nada”, agregó Jorge Sánchez. “Hay muchas cosas donde, a pesar de que está detenido y de que si fue responsable, no hay una investigación seria contra él por alguna extraña razón”.

Hombre vestido de negro con una fotografía en sus manos delate de un letrero que exige justicia

Jorge Sánchez, hijo del periodista mexicano Moisés Sánchez Cerezo, exigiendo justicia por su asesinato ocurrido en 2015. (Foto: Archivo personal Jorge Sánchez)

En los días posteriores al secuestro de Moisés Sánchez, una persona quien parecía policía, pero sin identificación oficial, le mostró a la esposa de Moisés y a otra testigo una serie de fotografías, según narró el hijo del periodista. Ellas identificaron plenamente a dos personas como algunas de las que ingresaron a la vivienda de Moisés, y a otras dos que probablemente también estuvieron allí.

Sin embargo, la Fiscalía General de Veracruz nunca dio seguimiento a los sospechosos identificados en las fotos, y desde entonces las fotografías se encuentran desaparecidas, según Jorge Sánchez. “Todo este tiempo ha sido así”, agregó.

Para Jorge Sánchez tampoco tiene sentido el hecho de que no hubieran solicitado las imágenes de las cámaras que estaban en el área.

“Resulta que no habían pedido esos videos de esas cámaras que es por donde tuvieron que pasar [los vehículos en los que secuestraron a Moisés Sánchez] […] Desde el principio hubo cosas muy extrañas”, dijo Jorge Sánchez.

“Lo que nos sorprende es que a pesar de los cambios de administraciones eso continúe, o sea que no haya nadie que investigue”, explicó Jorge Sánchez. “Es que básicamente termino dándoles clases de cómo hacer una investigación porque son cosas obvias, cosas básicas”.

Jorge Sánchez ha presentado el caso de su padre en dos ocasiones ante el actual presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, en sus conocidas “mañaneras”. Tras estas intervenciones, él y familiares de otros periodistas víctimas de desaparición o asesinato tuvieron reuniones con funcionarios de la Presidencia, de las cuales recibieron “muchas promesas”, aseguró.

Ante tantas promesas, Jorge Sánchez asegura que prefiere que le digan la verdad.

“Para los casos que llevan más de cinco años, ¿qué justicia te van a dar? O sea, las pruebas que ya no recopilaron ya no las van a recopilar. Las que perdieron ni siquiera hacen el intento de recuperarlas; faltan diligencias”, aseguró Jorge. “Que sean sinceros con los familiares y digan ‘hemos fracasado como Estado’ y hay que ver la manera de garantizar otro tipo de justicia”.

El caso de Moisés Sánchez también ha sido presentado ante la ONU, en el Parlamento Europeo y este año, convencido de que no encontrará justicia en México, lo presentó ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

“Hasta la fecha, a pesar de que lo hemos mencionado […] ninguna, ni la [Fiscalía] federal, ni la estatal, han querido investigar a fondo, a pesar de que ha habido cambios de funcionarios, han sido tres fiscales diferentes de los tres partidos más fuerte de México”, dijo Jorge Sánchez quien agregó que el caso de su padre ha pasado por tres gobernadores de Veracruz, dos presidentes de la República y diferentes fiscales estatales y federales.

“O sea que la impunidad prevalece a pesar de los colores partidistas”.

Un detenido, dos absoluciones y un prófugo por el caso de Moisés

El caso de Moisés Sánchez está en dos instancias: en la Fiscalía General del Estado de Veracruz y en la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos cometidos contra de la Libertad de Expresión que hace parte de la Fiscalía General de la República.

Después de casi nueve años, actualmente solamente hay una persona detenida: el autor material confeso, Clemente Noé Rodríguez.

En 2016, los dos policías que hacían guardia el día del secuestro, Luigi Heriberto Bonilla Zavaleta y José Francisco García Rodríguez, fueron sentenciados a 22 años de prisión por los delitos de homicidio doloso calificado e incumplimiento del deber legal. Esta sentencia fue apelada y modificada a 6 años y medio por incumplimiento del deber legal, y en 2021 quedaron en libertad.

Palabra Impunidad escrita en el piso a las afuera de una institución pública de Veracruz

Exigencia de justicia para el crimen de Moisés Sánchez Cerezo a las afueras de una institución pública en Veracruz. (Foto: Cortesía Jorge Sánchez)

En 2022, un tribunal confirmó en segunda instancia la primera sentencia en contra de Bonilla Zavaleta, por lo que el acusado interpuso un nuevo amparo. En marzo de 2023, Bonilla Zavaleta fue recapturado, pero dejado en libertad un día después. Finalmente, el pasado 21 de agosto, el Primer Tribunal Colegiado en Materia Penal del Séptimo Circuito, absolvió a Bonilla Zavaleta al resolver su más reciente amparo.

Por su parte, José Francisco García Rodríguez se encuentra en libertad.

Existe una orden de captura en contra de quien era el alcalde de Medellín de Bravo, Omar Cruz Reyes, señalado de ser el autor intelectual del crimen. Aunque desde un primer momento fue señalado por el autor material de estar involucrado en el crimen, salió del municipio en 2015 después de que fuera desaforado por el Congreso. Desde ese momento se encuentra prófugo.

Martín López Meneses, quien además de ser el subcomandante de la Policía era el chofer y escolta del exalcalde Cruz Reyes, obtuvo una sentencia favorable de un juicio de amparo por falta de pruebas. No tiene más investigaciones por su posible participación en el crimen.

De las seis personas que entraron a la vivienda de Moisés solamente se tienen alias y retratos hablados.

“Recientemente llegamos con la fiscal de Veracruz, en el caso de mi padre y resulta que apenas iban a ver cómo estaba el asunto”, dijo Jorge Sánchez. “[Nos dicen] que tengamos paciencia, que ya mero los van a encontrar. O sea, llevamos ocho años teniendo paciencia y no están haciendo nada. O sea, es un descaro total el de ellos, ¿no?”.

La Fiscalía General de la República no respondió a la solicitud de comentarios de LJR antes del cierre de este artículo.

Fuentes ministeriales de la Fiscalía General de Veracruz, por su parte, le dijeron a LJR que no pueden dar detalles debido a que se trata de una investigación abierta, y que hay órdenes de captura vigentes.

“La Fiscal General [de Veracruz] lo ha dicho y lo reitera: en este como en todos los casos de periodistas que han sido lastimados no va a haber impunidad. Aquí en Veracruz prácticamente de todos los casos que ha habido de agresiones a periodistas que nos han tocado conocer, en todos los casos hay detenidos, todos están vinculados a proceso y todos están en su etapa prácticamente de juicio”, dijeron fuentes ministeriales a LJR.

Un hombre sonriendo mirando a un niño parados en un terreno por construir

El periodista mexicano Moisés Sánchez con su hijo Jorge cuando este era un niño durante la construcción de su casa. (Foto: Archivo personal Jorge Sánchez)

A pesar de este compromiso, las cifras de asesinatos de periodistas en México y su consecución de justicia indican otra cosa: desde el año 2000 hasta septiembre de 2023, Artículo 19 lleva un registro de 162 periodistas asesinados. El índice de impunidad de estos crímenes es de un 98% según registros tanto de Artículo 19 como del Centro Nacional de Comunicación Social (Cencos) de ese país.

El caso del estado de Veracruz está señalado como uno de los más violentos contra periodistas: 31 de los 162 asesinatos fueron cometidos allí. La época más violenta fue la del entonces gobernador Javier Duarte (2010-2016), actualmente en prisión por asociación delictuosa y lavado de dinero, en la que se registraron 18 de esos crímenes. Estos crímenes así como los han sucedido después se mantienen en impunidad. Cabe señalar que Moisés Sánchez fue asesinado durante el tiempo que Duarte fue gobernador.

Ante este panorama, Jorge Sánchez espera que la decisión final esté en las instancias internacionales. Mientras esto ocurre, continúa con el trabajo en La Unión, haciendo lo que su padre solía hacer: reportando sobre los problemas de la comunidad. También fundó, junto con otras personas, la Red en Memoria y Lucha de Periodistas Asesinados o Desaparecidos para seguir presionando por justicia, pero especialmente para no olvidar y reivindicar la memoria de sus seres queridos.

“Nosotros como familiares tenemos que pasar no solamente el hecho victimizante, atroz de que se lleguen tu casa y secuestren a tu padre, lo asesinen o que lo balaceen”, dijo Jorge Sánchez. “Sino que aparte de eso, tenemos que luchar contra un Estado que dice que han asesinado al periodista porque se lo merecía”.

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