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Proyecto latinoamericano Tierra de Resistentes reúne a 50 periodistas para documentar la violencia contra líderes ambientales

Mientras toda la atención está volcada a la actual crisis del coronavirus, un grupo de periodistas está investigando otro tema de gran urgencia en América Latina y que no se enfría durante la pandemia: la violencia contra los líderes ambientales en el continente.

Según el proyecto colaborativo de investigación Tierra de Resistentes, al menos seis defensores ambientales han sido asesinados en la región desde que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró que la crisis COVID-19 era una pandemia.

Adán Vez Lira, que protegía los humedales y manglares en Veracruz, México, fue uno de ellos. Fue asesinado a tiros mientras conducía su motocicleta en Actopan el 8 de abril.

Captura de pantalla de la base de datos de Tierra de Resistentes.

La historia de Vez Lira se publicó junto con la segunda fase de Tierra de Resistentes, lanzada el 22 de abril. En total, el proyecto ha publicado 29 reportajes y una base de datos inédita con 2.367 ataques contra defensores ambientales en los últimos 11 años en América Latina. Con contenido disponible en español, inglés y portugués, el equipo decidió hacer permanente el proyecto.

Después del éxito de la primera etapa, la iniciativa se expandió y ahora cuenta con unos 50 periodistas, desarrolladores y fotógrafos de diez países latinoamericanos: Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guatemala, Honduras, México, Perú y Venezuela.

Dirigido por la organización colombiana Consejo de Redacción, el proyecto reúne a los siguientes participantes: Centro Latinoamericano de Investigación Periodística (CLIP), Mongabay Latam, France 24 Español, Anfibia (Argentina), RunRun.es (Venezuela), Contra Corriente (Honduras), InfoAmazonia (Brasil), GK (Ecuador), Ocote (Guatemala), Convoca.pe (Perú), El Deber (Bolivia), Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (México), El Espectador, El País de Cali, El Tiempo, Mutante, La Liga contra El Silencio, RCN Noticias, Verdad Abierta, La Patria y La Silla Vacía (Colombia).

Creado en 2018, Tierra de Resistentes tiene como objetivo dar visibilidad a la violencia que sufren los defensores del medio ambiente en América Latina, identificada como la región más hostil para los ambientalistas por el Relator Especial de la ONU Michel Forst. La presidente de Consejo de Redacción, Dora Montero, le dijo al Centro Knight que ya quería organizar una amplia investigación del medio ambiente, cuando se enteró del informe de Forst de 2016.

“Y eso coincidió que en Colombia aumentó dramáticamente desde 2017 el asesinato de líderes sociales”, explicó sobre otra razón que impulsó el proyecto. Con fondos de Deutsche Welle Akademie, así como apoyo adicional del Pulitzer Center on Crisis Reporting e Organized Crime and Corruption Reporting Project (OCCRP) Tierra de Resistentes comenzó con una reunión en noviembre de 2018 en Bogotá, Colombia, con miembros invitados a la primera etapa.

Hubo tres días de trabajo y talleres, incluidos cursos sobre interpretación de mapas e imágenes satelitales, geolocalización y bases de datos. La primera etapa, con 15 reportajes y la base de datos, se lanzó en abril de 2019.

Dora Montero durante una grabación para el proyecto. (Foto: cortesía).

“Tuvimos unos logros grandes, un par de medios alemanes y franceses que nos publicaron, The New Yorker también, y toda esa difusión nos ayudó a lograr financiación para la segunda parte”, dijo Montero.

Curiosamente, los problemas técnicos que ocurrieron el día en que se lanzó la página terminaron contribuyendo a la permanencia del proyecto, inicialmente pensado para tener una única edición, recordó Montero. “Tuvimos muchos problemas con la página, entonces decidimos armar un grupo de Whatsapp, antes usábamos solo email. Y el grupo nunca se desintegró, eso fue lo importante. A los poquitos días ya había unos periodistas de Brasil contactándonos que la comunidad de la que hablaba el reportaje había logrado un fallo de la Corte Constitucional brasileña para proteger su territorio, después hubo un fallo muy grave en Guatemala”, aseguró.

La razón principal por la que se mantuvo el proyecto fue el compromiso y el interés de los periodistas participantes. Incluso después de que se terminaron los fondos, los periodistas continuaron investigando las historias y siguiendo a los líderes ambientales retratados. “Todos seguían y todos querían trabajar, o sea, realmente tenemos un compromiso con el tema, no solo periodístico sino ético y moral con las comunidades”.

Con el nuevo aporte, fue posible organizar la segunda etapa. Se incluyeron tres medios de tres nuevos países – Argentina, Honduras y Venezuela – y seis organizaciones de Colombia, con un total de nueve miembros adicionales. El proyecto realizó otra reunión y talleres para los nuevos participantes. Y el 22 de abril de 2020, se publicaron los 14 reportajes de la segunda fase. La base de datos para todos los países se actualizó para incluir la violencia en el último año.

Taller de la segunda etapa del proyecto en noviembre de 2019. (Foto: cortesía).

Según Montero, esta inclusión de los nuevos datos se debió en gran medida al compromiso personal de los antiguos miembros, ya que el financiamiento de la segunda etapa se dirigió a los reportajes y talleres de los nuevos participantes.

La participación de los periodistas y la urgencia del tema dejaron en claro a sus organizadores que el proyecto debería ser permanente. Por lo tanto, Tierra de Resistentes funcionará como un archivo viviente de reportajes, alimentado constantemente por sus miembros. Y con el objetivo de incluir más y más países en América Latina, profundizar nuevas líneas de investigación y actualizar la base de datos anualmente.

“Si en dos semanas hago un reportaje sobre un otro defensor ambiental atacado en Colombia y lo publico en mi medio, después también lo puedo subir en nuestro website, de manera que haya un lugar para centralizar todas esas historias de violencia”, dijo el editor general del proyecto, Andrés Bermúdez Liévano, al Centro Knight. El periodista, que trabaja para CLIP, también contribuyó con sus propios reportajes a Tierra de Resistentes.

La colaboración también sirve para fortalecer a los pequeños medios independientes y apoyar a los periodistas de investigación especializados en ambiente. La coordinadora de investigación del medio venezolano RunRun.es, Lisseth Boon, se unió al proyecto en la segunda etapa. Boon le dijo al Centro Knight que estaba muy honrada por la invitación. “Es una iniciativa muy importante, porque está visibilizando esas luchas que están bastante ocultas, y en Venezuela, más aún”, aseguró.

Meléndez y Boon durante la reportería. (Foto: archivo personal).

Una de estas luchas es la del líder indígena Pemon, Lisa Lynn Henrito Percy, que vive en el estado Bolívar, en Venezuela. Boon y su colega de RunRun.es Lorena Meléndez publicaron un reportaje y un perfil sobre Henrito, que defiende los derechos de su pueblo, cada vez más amenazados por el aumento de la violencia, desde la creación del Arco Minero del Orinoco en 2016 .

“Ese megaproyecto de minería ha traído mucho conflicto para la zona, hubo tres masacres en pueblos indígenas en cuestión de dos años. Estamos hablando de la presencia de grupos militares, de bandas criminales, que manejan las minas, y de grupos guerrilleros. Lisa es muy valiente y se enfrentó a militares y a la minería, para defender los derechos indígenas y su territorio”, dijo la periodista.

El área, además de ser peligrosa, es de difícil acceso, según explicó Boon. Y sería imposible hacer un viaje a la región sin financiar el proyecto. “No hay transporte, no hay gasolina, hay pocos vuelos aéreos, la hiperinflación incrementa todos los costos. El presupuesto de este viaje sirve para pagar la nómina de varios meses de periodistas de RunRun, es como un lujo hacer un trabajo de campo de esta dimensión. Eso no lo hubiéramos podido hacer jamás sin un aporte. Y no hay nada que substituya la cobertura en campo, conocer el terreno. Es una experiencia muy enriquecedora”, aseguró.

Boon también destacó el intercambio con otros periodistas y los talleres como oportunidades de aprendizaje. Montero explicó que la capacitación es un componente fundamental de Tierra de Resistentes. Aunque muchos de los periodistas tienen experiencia y referencias en el campo, aprenden nuevas herramientas en los talleres, que complementan el trabajo de reportería, dijo Montero.

En la segunda fase, el proyecto también estimuló la creación de parejas para tutorías. “Un mentor va con un periodista junior y hay todo un proceso de aprendizaje sobre el trabajo en terreno, cómo cruzar eso con los datos y a la hora de publicar también”, dijo Montero.

Base de datos inédita

Una de las grandes fortalezas de Tierra de Resistentes es su base de datos, que registra 2.367 ataques contra defensores ambientales en los últimos 11 años en diez países de América Latina. Para preparar la tabla, se requirió un gran esfuerzo de investigación y reportería. La iniciativa es una forma de tratar de llenar un vacío de  información sobre la violencia contra activistas ambientales en el continente.

“Es un tema que tiene mucha relevancia periodística y social, pero la información sobre eso es muy pobre en nuestros países. Nos costó muchísimo, muchísimo trabajo levantar los datos. Los Estados no tienen información o no la dan o ella es fragmentaria. Hay mucho subregistro. Ese es el punto fuerte del proyecto, hacer una investigación colaborativa para mostrar la magnitud del problema”, dijo Bermúdez.

Él dijo que algunas ONG llevan a cabo encuestas de ese tipo, pero generalmente se enfocan solamente en los asesinatos de líderes, mientras que Tierra de Resistentes mapeó varios tipos de violencia: asesinato, acoso judicial, ataque, amenaza, violencia sexual, expulsión, desaparición, criminalización y otros.

“Tuvimos que buscar unos 15 tipos de fuentes distintas, con todo tipo de agencias del Estado, comunidades, organizaciones sociales. Y ese no es el panorama completo, porque el subregistro es muy grande, es una foto inicial del problema”, dijo Bermúdez.

La mayoría de las veces, los mismos periodistas que hicieron los reportajes desarrollaron la base de datos para sus países. Pero, en el caso de Brasil, el volumen de registros fue tan grande que fue necesario dedicar un profesional solamente para eso. El país es el que concentró más ataques, según la base de Tierra de Resistentes: fueron 912.

Mori fue responsable de la base de datos para Brasil. (Foto: archivo personal).

La periodista Juliana Mori, cofundadora y directora de InfoAmazonia, asumió la tarea de desarrollar una metodología y contabilizar los casos brasileños. Partió de datos consolidados de dos organizaciones, la Comisión Pastoral de Tierras y el Consejo Misionero Indígena, que compilan información sobre la violencia en el campo y contra los pueblos indígenas. Mori tuvo que filtrar decenas de miles de casos para llegar a los ataques que de hecho estaban relacionados con problemas ambientales.

“Si se trata de violencia personal, una disputa, no entra en nuestra base, por ejemplo. Algunos están categorizados, si se trata de un conflicto con un minero de oro o un maderero, ya sé que es un conflicto ambiental, pero necesito mirar muchos datos caso por caso. Para eso, investigué en la prensa local, en informes y tesis académicas o hice entrevistas por teléfono. Es un trabajo duro”, dijo Mori al Centro Knight.

Mori dijo que su principal aprendizaje fue constatar la regularidad de la violencia. “Es una repetición sistemática, año tras año, durante los gobiernos de diferentes matices ideológicos. Estas personas siempre sufren violencia, para defender lo que es suyo y el medio ambiente de todos nosotros”, dijo.

También quedó claro que los más vulnerables son los líderes indígenas, quilombolas y de comunidades tradicionales. “Son personas que no tienen credenciales ambientales. Son personas que, con su forma de vida, defienden su territorio y el medio ambiente. Por supuesto, hay muchos casos de investigadores, agentes de ONG o funcionarios públicos muertos o amenazados, pero ciertamente son una minoría”, afirmó.

Una diferencia importante de la base de datos de Tierra de Resistentes es la cantidad de información buscada para cada caso. El registro va acompañado, siempre que sea posible, de una foto de la víctima, un resumen de la historia, el contexto y qué actividad abogó el líder. “Es una forma en que la base misma puede dar visibilidad a estas personas, para que no sean solo un nombre y un número”, dijo Mori.

Al mismo tiempo, los reportajes largos complementan la tabla de registros, abordando casos emblemáticos en profundidad. Bermúdez también afirmó que la base ha sido una rica fuente de material. Al menos cuatro reportajes de la segunda etapa surgieron de problemas revelados por la base de datos.

Por ejemplo, uno de los campos más difíciles de completar fue el estado legal de los casos. Mori explicó que era necesario mirar cada caso en la corte para ver si había una investigación o sentencia. “Eso era muy importante para constatar la impunidad”, dijo. El proyecto sólo encontró datos concluyentes sobre decisiones judiciales, independientemente de si eran sentencias condenatorias, en el 12,8% de los casos.

Además, la encuesta mostró que en el 56% de los casos hubo denuncias previas por parte de las víctimas o de sus comunidades ante las autoridades. Los datos se convirtieron en un reportaje realizado por Bermúdez y también publicado en el sitio del CLIP. “Creemos que la base de datos puede ser un banco de posibles historias para otros periodistas”, dijo.

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