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Reporteros de Ciudad Juárez enfrentan manipulación de datos y agresiones de la policía

Como estrategia para evitar agresiones de la policía, los reporteros de Ciudad Juárez acuden en grupo para cubrir decomisos, arrestos, o cualquier acto delictivo en esta ciudad fronteriza de México, considerada la segunda más violenta del mundo pero que ocupaba el primer sitio desde 2009. “Mientras alguno dialoga o discute con los oficiales, otros están listos con sus cámaras por si ocurre alguna agresión para que así se hagan públicos estos incidentes”, explica Alfredo Quijano, director editorial del periódico local Norte en una entrevista con el Centro Knight para el Periodismo en las Américas.

Esto fue lo que vivió recientemente el fotógrafo Raymundo Ruiz, de la revista Proceso, quien fue golpeado cuando intentaba tomar fotografías durante un operativo policial. “Otras veces había recibido mentadas de madre pero esta vez sí llegó a los golpes”, narra al Centro Knight. Además de interponer una denuncia ante la fiscalía federal, Ruiz dice que le quedó coraje, impotencia y una herida en los labios.

“En una discusión, el que sale perdiendo es el periodista porque no anda armado y se va a la cárcel”, asegura Quijano. Según un recuento de la Red de Periodistas de Ciudad Juárez y el periódico Norte, tan solo en febrero, cinco periodistas pisaron la cárcel municipal en incidentes similares y unos 13 resultaron agredidos en lo que va del año.

En meses recientes, el blog del Centro Knight para el Periodismo en las Américas ha reportado que agentes de la policía obstaculizan el trabajo de los periodistas al golpearlosarrestarlos, e incluso, amenazarlos de muerte. Quijano calcula que a la fecha, hay 10 denuncias de periodistas contra policías en la Fiscalía General del Estado, pero ninguna ha recibido seguimiento.

En una reunión reciente con los directores de los medios locales, el controvertido jefe de la policía Julián Leyzaola dijo que no descartaba que policías infiltrados provocaran deliberadamente los incidentes contra los periodistas, para afectar la imagen de la corporación municipal, reportó Quijano. Leyzaola admitió que planea despedir a más policías corruptos en el futuro próximo y que se comprometía a respetar el trabajo de los periodistas. "Hasta el momento ya no ha habido más incidentes parece que sí dieron instrucciones precisas", agrega el periodista.

Desde que el gobierno mexicano declaró la guerra contra el narcotráfico en 2006, la relación entre reporteros y los agentes de seguridad en Juárez ha sido áspera e incluso algunos medios como Norte tomaron la decisión de autocensurarse debido a las amenazas de muerte contra sus periodistas.

Ante la impunidad, los medios de esta ciudad mantienen un archivo actualizado de fotos de los policías sin máscaras para identificarlos en casos necesarios, explica Quijano. La estrategia molesta tanto a los policías que ellos también fotografían y toman videos de reporteros y fotógrafos, agrega este periodista que ha cubierto temas de seguridad en esta ciudad por más de 20 años.

Las agresiones policiacas contra la prensa se han disparado al mismo nivel que las detenciones arbitrarias contra ciudadanos comunes, reporta Diario de Juárez. Pero Quijano niega que las agresiones contra periodistas hayan aumentado desde que un ex militar está al frente de la seguridad pública local. En el pasado, Leyzaola logró disminuir la violencia y la inseguridad en Tijuana, pero sus críticos lo acusan de cometer violaciones de derechos humanos, de acuerdo con CNN México.

Entre 2009 y 2011, el ejército y la policía federal se encargaron de vigilar las calles de Ciudad Juárez. “Parece que se turnan. La autoridad que está al frente de la seguridad local es la que comete excesos”, dice Quijano.
Dieciséis periodistas han sido asesinados en esta ciudad desde 2001 y otros ocho periodistas han solicitado asilo en el extranjero, asegura la organización Artículo 19.

La prensa local también denuncia otros obstáculos para obtener información de la policía. Por ejemplo, los funcionarios de Seguridad Pública de Juárez, “casi nunca dan entrevistas a los medios ni dejan entrevistar a personas arrestadas”, denuncia Ruiz. El vocero de esta institución decide a su total discreción cuando quiere responder solicitudes de información, asegura Quijano.

Ante este panorama, los periodistas enfrentan confusión y manipulación sobre las cifras de criminalidad en esta ciudad. Según las anécdotas recopiladas, los homicidios en Ciudad Juárez han disminuido pero han aumentado otros delitos como el robo de autos, las extorsiones y el allanamiento de casas. “Hay una disputa política entre los tres niveles de gobierno por adjudicarse la supuesta disminución de delitos; tanto el gobierno federal como el estatal y el municipal alardean de las cifras que van en disminución como el homicidio”, dice Quijano.

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