Después de México y Brasil en 2018, y así como Uruguay y Bolivia en 2019, Argentina también cuenta en 2019 con un proyecto colaborativo de fact-checking enfocado en las elecciones generales. Con 130 medios participantes, el proyecto argentino Reverso destaca como la más amplia alianza contra la desinformación que se haya organizado en la región.
Se trata de una iniciativa del renombrado sitio argentino de verificación de datos Chequeado, en conjunto con AFP Factual, la rama de chequeo de la Agência France-Presse; First Draft News, un centro de periodismo con sede en Londres, Reino Unido; y Pop-Up Newsroom, una organización internacional facilitadora de periodismo colaborativo.
En cuanto a Pop-Up Newsroom, este participó en Verificado 2018, un proyecto mexicano que fue premiado y estuvo dirigido por Animal Político y AJ+ Español en México, AFP y First Draft formaron parte de Comprova, que reunió a 24 medios en Brasil contra la desinformación durante las elecciones el año pasado y acaba de lanzar su segunda fase. Estos últimos también son responsables de Crosscheck, un proyecto colaborativo de chequeo que tu lugar durante las elecciones de Francia en 2017.
Es sobre esa experiencia, más los casi 10 años de trabajo de Chequeado, que se origina Reverso, dijo Laura Zommer, directora editorial del proyecto y directora de Chequeado, al Centro Knight.
“Hicimos el análisis de cómo fueron los proyectos colaborativos en otros países y creemos que cada uno de sus aliados fortalecía algún componente del proyecto”, afirmó.
Si bien en junio, al publicar su primera verificación, Reverso contaba con 80 medios en su esfuerzo colaborativo, dos meses después fueron 130 los medios que formaron parte del proyecto, dijo Zommer. De estos, cerca de 50 son productores aliados, o sea, ellos también producen las verificaciones que son publicadas en el sitio y en las redes de Reverso y por todos los participantes de la iniciativa.
“Hicimos la alianza porque reconocemos que así como se viraliza la desinformación en un periodo electoral con mucha polarización como tiene la Argentina, necesitamos hacer una estrategia que nos ayudara a viralizar la desmentida de la desinformación”, explicó Zommer. “Porque los estudios que existen nos prueban que cada vez más la información o la desinformación circula en tribus micro-segmentadas. Y llegar a esas tribus segmentadas desde Chequeado en poco tiempo era mucho más difícil que aliarnos con otros medios que pudieran justamente co-publicar los contenidos de manera simultánea”, agregó.
La mesa central de Reverso está en la redacción de Chequeado, en Buenos Aires, y los medios aliados están presentes en las 24 provincias argentinas, según Zommer. Entre ellos hay medios de cobertura local y nacional, entre diarios impresos, revistas, sitios de noticias, canales de televisión y emisoras de radio, que son diversos entre sí en “términos ideológicos y también en términos de formato”.
“[Formar alianzas] fue un proceso largo que por momentos parecía imposible. Pero finalmente lo que primó en todos es que, bueno, hay mucha diferencia entre los medios en líneas editoriales y maneras de entender a la profesión - más o menos abierta, más o menos transparente, más o menos colaborativa - pero todos podemos ponernos de acuerdo que una mentira es una mentira y que en periodo electoral hay que preservar el proceso y la integridad del voto lo más que se pueda”, dijo ella.
Los medios participantes asumieron tres compromisos con la iniciativa: participar de la capacitación presencial realizada por Chequeado y First Draft News sobre desinformación y fact-checking; no editar el contenido de las verificaciones y sí publicarlas completas; y, en caso de que algún medio publicara algo que después se descubra que se trataba de desinformación, deberá actualizar su contenido y publicar la información correcta en esa misma URL, en caso sea un medio digital.
Las capacitaciones fueron realizadas en 12 provincias argentinas en las cuales participaron 500 periodistas, contó Zommer. Además del curso presencial de siete horas, los medios que aceptaron ser productores aliados tuvieron que participar de un curso en línea de cinco días. La idea es “dejar capacidad instalada en los medios argentinos para que cuando se terminara el proyecto, el 11 de diciembre, cuando asuma el gobierno que gane las elecciones, pudiera haber otros medios que continuaran desmintiendo desinformaciones”, explicó.
Para los chequeos, el equipo identifica, por medio de herramientas de monitoreo, las publicaciones con contenido relacionado a las elecciones y la política en Argentina que están siendo viralizados en redes sociales como Facebook, Instagram y Twitter, aplicativos de mensajes, como WhatsApp, y plataformas de video, como YouTube.
Las verificaciones son firmadas por los profesionales o por el medio que las realizó y son editadas tanto por el equipo de Chequeado como por el equipo de AFP Factual, conforme aparece firmado en cada publicación del sitio Reverso. A partir de los chequeos, se producen piezas gráficas que señalan si la información es falsa (en rojo), engañosa (en azul) o verdadera (en verde), para que sean compartidas en las mismas redes sociales en donde está siendo divulgada la desinformación.
Estos procesos fueron estructurados también con base en las lecciones de los proyectos colaborativos realizados en otros países, explicó Zommer.
“Del caso de Comprova, creemos que faltó un componente de más viralidad. Eso creemos que lo hizo mejor México, pero en el caso de México, por ejemplo, hizo peor que Francia el tema de dejar capacidad instalada”, puso como ejemplo Zommer. “Obviamente nuestro proyecto también, cuando lo terminemos, ya a la evaluación, tendrá debilidades pero lo que nosotros tratamos de hacer fue estudiar muy bien las lecciones de lo que había salido bien y lo que no había salido tan bien de los otros proyectos previos y tratar justamente de fortalecer esos puntos”.
Uno de los aliados productores de Reverso es Clarín, uno de los diarios más importantes de Argentina. En junio de 2019, el sitio Clarín.com tuvo más de 20 millones de visitantes únicos, quedando en primer lugar entre los sitios de noticias del país, según datos de Comscore.
Este lugar implica una “responsabilidad superior”, en la lucha contra la desinformación, dijo Pablo Javier Blanco, editor jefe de la Mesa Digital de Clarín, al Centro Knight. “Me parece que teníamos que estar, que al ser el medio más grande del país no podemos mirar para el otro lado en cuanto pasan estas cosas”, añadió.
Aún así, hubo dudas dentro del periódico sobre la colaboración. “Fuimos uno de los últimos medios en sumarnos porque, al ser un medio grande, también había algunas dudas, sobre todo qué era lo que se iba a chequear”, dijo Blanco. “Finalmente, después de un poco de insistencia, se aprobó que formáramos parte de Reverso y a partir de eso iniciamos las capacitaciones e hicimos el curso online, que es bastante riguroso”, observó.
Blanco dijo que, desde su punto de vista, era muy importante que Clarín participase de la iniciativa. “La desinformación es uno de los grandes males que generan hoy en día las redes sociales y nosotros; como medio prestigioso que consulta la gente cada vez que se siente desorientada por ahí, teníamos que formar parte del colectivo. Además, también sirve como aprendizaje propio, para que los propios periodistas de Clarín estén inclusive mucho más atentos a la hora de cotejar las informaciones que reciben a través de redes sociales”, resaltó.
Una de las verificaciones con la cual Clarín colaboró y que rebotó en las redes sociales y en medios de todo el país, demostró que un video que se viralizó a comienzos de julio con unas declaraciones de la ministra de Seguridad Social de Argentina, Patricia Bullrich, había sido manipulado para insinuar que ella estaba drogada.
La ministra agradeció públicamente la verificación de Reverso. “Estoy muy agradecida y me parece bárbara la publicación del proyecto Reverso porque todos los medios empezaron a responder - inclusive un montón de medios del interior - a decir que ese video era falso, que era un engaño", dijo Bullrich, conforme reportó Clarín.
Para Laura Zommer, el alcance que Reverso ha registrado solo en estos dos meses de operación, con cerca de 60 chequeos realizados, mil republicaciones y su repercusión entre figuras públicas argentinas, es prueba de la eficiencia de la colaboración al combatir la desinformación.
“Está visto que el periodismo al presente es colaborativo o no es. Seguir trabajando con la lógica antaña de la competencia creo que es una locura, pensando en la manera en la que la gente consume los contenidos”, reflexinó Zommer. “Lo que este tipo de proyecto muestra es se pueden hacer reglas claras, principios comunes, donde todos ganen y colaboren”, agregó.